CAPÍTULO | 11 |

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Suaves y húmedos toques en su rostro empezaron a despertarlo, no queriendo moverse deja al menor seguir con sus mimos

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Suaves y húmedos toques en su rostro empezaron a despertarlo, no queriendo moverse deja al menor seguir con sus mimos.

La noche anterior después de haberse desahogado con el pelirrojo se sintió tan cansado mentalmente que su cuerpo decidió que era momento de tomar un descanso, es así como Wooyoung lo guio hasta su habitación en donde le mostro el baño para que se refrescara y luego lo guio a su cama, en donde un poco preocupado quedo gran parte de la noche cuidándolo. Hasta que San despertó a las dos de la madruga y lo vio con su vista pegada en él, entonces con suavidad tomo su mano y lo arrastro a su lado para que descansara.

─ Estoy bien. ─ le había dicho en un susurro mientras acomodaba sus cuerpos. ─ Vamos a dormir.

─ ¿Seguro?

─ Sí. ─ Wooyoung lo escucho murmurar algo, pero no le entendió, solo sintió como este lo abrazaba por la cintura y ocultaba su rostro en su cuello aspirando con suavidad su aroma.

Ahora San intentaba no sonreír por las muestras de cariño que le proporcionaba el menor.

─ Se que estás despierto. ─ le escucha decir.

San siguió fingiendo que no, hasta que siente la nariz un poco fría del menor rozar la suya. El pelinegro aun sin abrir los ojos guia su mano a la nuca del menor para luego acercarlo a sus labios y robarle un profundo beso, que dejó mareado al menor cuando sintió la punta de la lengua ajena repasar sus finos labios.

─ Buenos días. ─ susurra San, esta vez con una sonrisa plasmada en sus labios.

Ríe más cuando las mejillas de Wooyoung toman un color rosado y este avergonzado esconde su rostro en su pecho.

─ No hagas eso. ─ su voz sale amortiguada.

─ ¿Ahora si te avergüenzas?

─ Umh.

─ Vamos a desayunar. ─ dice el pelirrojo alzando la cabeza para mirar a su hyung.

─ Después. ─ le responde el mayor para luego arrástralo a su lado y envolver entre sus brazos para que no escape. ─ Quedémonos así un poco más.

─ Pero se va a enfriar. ─ se queja Wooyoung.

─ No importa.

Wooyoung termina encogiéndose de hombros para luego sonreír y abrazar más fuerte al pelinegro quien se queja fingiendo dolor.

─ Eres muy fuerte pequeño pelirrojo.

El nombrado se ríe.

Y es la melodía más bonita que ha escuchado San en toda su vida.

─ Vamos a desayunar. ─ dice el pelinegro mientras se posiciona sobre el pelirrojo, dejando un beso en su frente antes de levantarse. ─ Es un buen día para que manejes.

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