Los Gatos Guerreros #1 - La Tensión de los Clanes: Zarpas Salvajes

Capítulo 15

– Yo, Estrella Hueca, líder del Clan del Cielo, le solicito a mis antepasados guerreros que observen a este aprendiz. Ha trabajado duro para aprender las normas de su noble código y yo lo encomiendo a su vez como guerrero.–

El silencio era total en ese momento. El cielo empezaba a oscurecerse lentamente, dejando ver las primeras estrellas de la noche. Estrella Hueca se veía increíblemente poderoso sobre aquella roca. Sus ojos verdes brillaban como estrellas mientras hablaba, demostrando que realmente estaba emocionado.

– Zarpa de Luz.– Vociferó el gato blanco y negro.– ¿Prometes respetar el código guerrero y proteger y defender a este clan, incluso a costa de tu vida? –

– Lo prometo.– Maulló el gato blanco, tratando de ocultar sus nervios en ese momento.

– Entonces, por los poderes del Clan Estelar, te doy finalmente tu nombre de guerrero. Zarpa de Luz, a partir de este momento serás conocido como Manto de Luz. El Clan Estelar se honra con tu valentía y perseverancia y te da la bienvenida como un guerrero de pleno derecho del Clan del Cielo.– Dijo Estrella Hueca antes de posar su húmedo hocico en la cabeza del gato blanco. El ahora guerrero le lamió el omóplato con respeto, escuchando como el resto del clan vitoreaba su nuevo nombre.

– ¡Finalmente soy Manto de Luz, un guerrero del Clan del Cielo! – Exclamó en sus adentros, pues desde ahora debía permanecer en silencio.

Se percató de que solo Garra de Abeja, Pluma de Paloma, Zarpa de Nube y Zarpa de Serbal parecían emocionados, además de Estrella Hueca y Salto Marrón, aunque Manto de Luz sospechó de que el lugarteniente estaba fingiendo emoción, como el resto del clan lo hacía en ese momento.

Luego de la ceremonia, el gato blanco se acercó a saludar a su hermana, aunque solo hizo un gesto con la cola tras recordar que debía quedarse en silencio toda la noche. La curandera volvió a felicitarlo y le dió un cariñoso lametón en la mejilla antes de irse a su guarida, guiñándole un ojo. Manto de Luz le sonrió a la gata cuando se iba, pero volvió a ponerse serio cuando Salto Marrón se le acercó. Su mirada no revelaba nada, pero el guerrero olió su impaciencia.

– Manto de Luz, Felicidades.– Saludó el gato marrón y blanco.– Te recuerdo que debes respetar la vigilia silenciosa esta noche.–

Luego de terminar su recordatorio, el lugarteniente se juntó con Corazón de Tigre y Fauces Blancas, probablemente para comentarles algo sobre el entrenamiento de sus aprendices. Ningún otro gato se acercó a felicitar al recién nombrado guerrero luego de eso.

El cielo se fue oscureciendo, al mismo tiempo que la cantidad de gatos en el claro se iba reduciendo hasta que no quedó ni siquiera Estrella Hueca. El sonido de las aves también dejó de acompañarlo, por lo que Manto de Luz se encontraba completamente solo y en silencio, tratando de mantenerse alerta por cualquier cosa, incluso cuando estaba perfectamente consciente de que nada podría pasar en una noche como esa.

– Me he tardado un poco más en conseguir mi nombre de guerrero, pero por lo menos ahora no seré una vergüenza para el Clan del Cielo.– Reflexionó el felino blanco, mientras sus ojos amarillos iban de un lado a otro del claro.

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– Manto de Luz. – Exclamó Garra de Abeja en la guarida de los guerreros por segunda vez, despertando accidentalmente a Ojo de Leopardo.– Irás a la patrulla del alba.–

Había pasado apenas su primera noche en la guarida de los guerreros, donde estaba más cómodo sin los murmullos de Zarpa de Nube y Zarpa de Pino, lo que le permitió dormir mejor. Manto de Luz asintió a su antigua mentora y ahora compañera guerrera, levantándose sin mucho ánimo, estirando las patas en dirección al gran hueco en el arbusto que llevaba hacia el claro.