Capitulo 14: Una llamada a media noche.

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En el vestíbulo, esperaba Santino con una taza de té y unas galletas.
No estaba Verona con él así que pensó que todo sería más fácil y se alegró de que esa batalla fuera para otro día.

"¡Amigo!" Lo saludó con energía Santino. "Caray, nos dejamos de ver un par de días y cambias radicalmente tus lindos rizos rubios por un corte militar" dijo con ironía y Coriolanus casi suelta una risotada.

"Digamos que experimentar con tintes no es lo de Tigris" mintió. "Así que tuve que recortarlo un poco"

"Te queda bien, te hace ver..., diferente" lo alabó.

"¿Y a qué debo el honor de tu visita?" Preguntó Coriolanus sabiendo la respuesta.

"Vine por ti para llevarte a las cabañas mañana" fue más como una orden que una petición. "Le pedí a la señora plinth si podía quedarme esta noche y mañana partir"
"Ya, me pudiste haber mandado una carta con la dirección"
"No creo, de ser así no habrías ido" luego bebió un sorbo de su té.
"Claro. Me conoces muy bien" dijo entre sonrisas Coriolanus, aunque sabía que la razón principal era Verona.

"Pues ya esta, ven a tomar el té conmigo y luego unas cuantas copas para dormir" volvió a pedir Santino.
"Te acompaño con jugo de albaricoque"replicó Coriolanus.

Después de haber bebido en el dos, se prometió no hacerlo más pues no lo necesitaba.

Ambos se sentaron a beber té y cenar galletas por un buen rato; Santino le platicó sobre lo que estuvo haciendo en los días después de la graduación. Coriolanus esperaba con ansias que mencionara a Verona, no se iba a atrever a preguntar por ella, todo tenía que ser natural.

"...Lo que más me fastidió fue que mi linda hermana no podía esperar para irse a la cabaña y la tuve que llevar hoy" soltó él y Coriolanus intentó mantener la compostura. "Le dije que viniera a pasar la noche aquí en tu casa y que mañana nos fuéramos, pero ya sabrás que es terca"

'Sí o es que me está provocando de una vez' pensó Coriolanus.

"Ya sabes lo que dicen de las chicas listas. Son impacientes y tercas" contestó Coriolanus.

"Vaya que es lista" aceptó Santino. "Como sea, ¿tú qué hiciste en estos días? Además de experimentar con tintes"

Coriolanus esbozó una sonrisa, recordando cómo embistió a Carrie varias veces y en su lugar contestó:

"Terminar mis ideas para los Juegos de este año" contestó orgulloso.
"Claro. Este año te van a invitar a la inauguración, ¿cierto?" Preguntó Santino con un tono de ironía.

"Creen que merezco estar ahí por mis buenas contribuciones" puntualizó Coriolanus sin querer verse agresivo.

"Si han sido buenas" coincidió Santino. "Pero yo no podría estar presenciando ese baño de sangre"
"No me digas que de pronto te pusiste moralista"
"No se trata de eso, es solo que, siempre he pensado que el miedo no ea un buen factor para mantener a las masas calmadas"
Coriolanus se removió de su asiento de manera incómoda; nunca ha pensado que el sistema del Capitolio sea débil y además eso es lo que ha garantizado que los distritos estén en paz.

"A funcionado estos años y creo que se puede seguir mejorando" contradijo Coriolanus.
"Si, lo sé lo he visto y he analizado todo, lo he convertido en una especie de guerra y la verdad es que puede durar muchos años y luego fracasar" Coriolanus lo observaba con atención. "Lo interesante de los seres humanos es que el miedo funciona de dos maneras; o te paraliza o te da coraje para vencerlo y aunque esto sea un espectáculo 'digno de admirar'" enfatizó comillas con los dedos. "Llegará un punto en donde un humano con suficiente carácter y coraje se moverá por si solo y con eso, encenderá la chispa de los demás para tirar el sistema"

Coriolanus guardó silencio, por vez primera no tenía nada que decir contra Santino y es que él no lo había visto de esa manera, es más no creyó que el fuera a interesarse por el arte de los Juegos del hambre porque en clases y temas parecidos se mostraba impávido, ahora que analizó su discurso se dio cuenta de que en realidad nunca ha jugado sus cartas completas y eso lo convirtió en un enemigo potencial.

Después de la cena y un debate de la manera de gobernar del Capitolio, ambos se fueron a dormir porque iban a partir temprano a la cabaña.

Coriolanus no podía dormir, daba vueltas y vueltas en la cama, pensando en Santino y su manera de ver las cosas, pensando en que si no se deshacía de él, lo perdería todo.

Una avox llamó a la puerta, Coriolanus abrió y este tenía un teléfono, se lo extendió, el chico lo tomó con lentitud y atendió la llamada a la media noche.

"¿Me extrañaste, Coryo?" Era Verona Messina.
La sangre le bajo de pronto, creyó que iba a tartamudear, pero no lo permitió, le dijo al avox que se fuera y se adentró en su habitación para tener esa charla en privado.

"¿Qué quieres?" Preguntó él, molesto.
"Oh vaya alguien esta a la defensiva" replicó Verona en tono juguetón. "Qué mal, yo solo quería decirte que espero verte aquí mañana" incluso a través del teléfono, la voz de Verona era seductora.

"Pues no iré" mintió Coriolanus para ver la reacción de ella.
"¿Ah no? Lo sabía, sabía que eras un cobarde"
"No soy ningún cobarde; no vuelvas a decir eso" espetó Coriolanus con un bufido. Verona comenzó a reír.
"Qué divertido es hacerte enfadar" dijo ella entre risas. "Sé que no eres un cobarde, incluso sé que tú lo sabes y lo sabes tanto que si llega una persona que consideras de menor intelecto que tú y te lo dice, lo ves como el peor insulto de la vida"

Coriolanus hizo las manos puños; estaba cayendo en su juego y lo peor, estaba perdiendo.

"¿Para que llamaste?" Preguntó Coriolanus con un poco de paciencia.
"Ya te lo dije, quería saber si te iba a ver mañana por acá" de nuevo sonaba divertida.
"Mientes"
"Qué astuto"
Las respiraciones de ambos se estaban entrecortando; estaban encendiéndose con cada palabra que decían.
"Bien, si eso era todo, será mejor que me vaya a la cama" amenazó Coriolanus.
"Anda, ve a acostarte sin poder dormir, sé que no dejas de pensar en mañana" lo provocó ella.
"Estaba perfectamente dormido hasta que llamaste" mintió Coriolanus, no iba a permitir que esta mujer loca se metiera en su mente.
"Ya veo, por eso tu voz no fue nada pastosa cuando me respondiste"
Coriolanus empezó a perder la paciencia, odiaba a esta chica. "Como sea, te espero mañana para jugar, Coryo" y antes de que Coriolanus pudiera protestar, la chica colgó.

Coriolanus ahogó un grito.
Quería enseñarle a esta chica sobre modales y eso pasaría al día siguiente.

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Nota de la autora: se me fue el tiempo jaja pero aquí está el capítulo!!! No puedo creer que ya estemos a Agosto han pasado 14 semanas!  El estreno de BDPCYS me respira en la nunca Marceee.

El verano 23Donde viven las historias. Descúbrelo ahora