Paul y Sarah

Cap. 7

¡Hola! Este capítulo me encantaría dedicarlo a @AndreaMcCartney por lo quw ya saben xD
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SÁBADO:DIA DE LA CITA
PAUL'S POV:
¡Ya es hoy!
Hoy ha sido un día genial, bueno, mas bien he tenido una mañana genial y bastante agradable.
-¡Paul! ¡Hoy has bajado temprano!.- Dijo mi padre.
-Esque es un gran día hoy.-
-Uuuh, ¿Paulie tiene alguien por ahí?.- Dijo mi hermano.
-Ummmm pues....-¡Me sonrojé!
En fin. Todo siguió normal.
Quise arreglar.los detalles de la cita, ya saben, para que sea perfectamente perfecta.
Así que iba yo a salir para arreglar los ultimos detalles cuando en la puerta me encuentro un misterioso paquete azul con una etiqueta que dice:
Para Paul McCartney
De Sarah Williams
Muy bien. Ahora me intrigaba el paquete (que era una caja como de regalo, ya bien visto.)
Subì a mi habitación y lo desenvolví con mucho cuidado.
-¡Vaya! ¿Cómo sabe ella que me gusta el chocolate?.- pensé para mi mismo. Bajé las escaleras y dejé los pastelillos en el congelador, no sin antes tomar uno.
Yo también la sorprendería a ella.
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-¿Así que ya esta todo listo?.-
-Sí, nada mas falta que ella se suba y puede usted disfrutar de su bella cita.- me respondió un hombre de mediana estatura.
-Muchas gracias.- respondí de buena manera.
-Sólo firme aquí y ya esta. Puede dejar lo demás en nuestras manos.- Firmé el papel y salí del lugar.

Sólo faltaban un par de detalles y la cita estaba lista, prácticamente.
Le mandé un texto a Sarah.
¡Hola! ¿Lista para esta noche? Te recomiendo que lleves algo cómodo pero elegante. Sólo se tu.
¡Nos vemos en la noche!.
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Ya estoy listo.
Bueno, casi. Me hace falta vestirme, y no se cómo o qué ponerme. Pensé que un traje sería demasiado, pero luego me decidí por usar un par de pantalones cortos y una camiseta en cuello V.
Ahora sólo a pasar por ella.
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SARAH'S POV
Hay pero que bonito sábado es hoy y-¡Hoy es la cita con Paul!.
Bien son las seis, así que tengo tiempo de hacerle algo rico y llevárselo a casa. Pensé en algo que fuese repostería, ya que es mi especialidad, ¿Qué le podría gustar a Paul? ¿La vainilla? No.¿La cajeta? Tampoco.
Hasta que se me ocurrió pensar en que a mí me gustaba el chocolate. Tal vez a el también le guste, digo, ¿A quién no?
Comenzé a preparar mi receta secreta de pastelillos de chocolate. Era algo especial para mí, y quería hacérselo saber.
Los.pastelillos estuvieron listos rápidamente, pero si hablamos de enfriar, bueno...
Cuando ya estuvieron lo suficientemente fríos, busqué una cajita de envolver pasteles que tenía la apariencia de una caja de regalo, (¡Lo era enserio, con un moño rojo y todo eso que se le pone a una caja de regalo!l y puse cuidadosamente los pastelillos en ella.
Como aún era temprano y quería que fuera sorpresa, dejé el siguiente recado en el refrigerador de la cocina de la abuela:
Querida abuela,
Salí a casa de Paul a entregarle unas cosas, vuelvo pronto.
Sarah.
Tomé la cajita y salí.
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Bien, creo que Paul esta dormido. No hay señales de que alguien esté despierto. Ni una luz prendida, así que dejaré la cajita en la puerta y me iré, no sin antes escribir mi nombre en la tarjeta que estaba en blanco.
Aún estaba ansiosa por saber que es lo que Paul me tiene preparado. Espero haberlo sorprendido yo tambien, es lindo sorprender a la gente.
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Bueno, Paul llega en la noche, y ya es casi la hora en la cual acordamos vernos, así que creo que ya debo de ir arreglándome. Yo no soy de esas chicas que se suelen preocupar mucho por lo que usarán. Yo solo soy yo, y esta vez me pondré un comodo vestido azul marino con unas sandalias bonitas pero elegantes y algo así como una flor o un pasador en el pelo.
Y alguien tocó la puerta...
NARRADOR.
-¡Hola!.- Dijo Sarah.
-¿Qué tal?.- Respondió Paul.
-Muy bien. ¿Y tú?.-
- Pues nada. Pasaré a saludar a tus abuelos, si es que están.-
-Pues es tu noche, ¡Vamos, pasa!.-
Y Paul pasó. Saludó a Mr y Mrs Brown y salieron.
Paul le abrió la puerta de su auto, igual que la otra vez. Entonces ella se sonrió y el sintió unas tremendas ganas de besarla, pero no es de caballeros besar a la dama afuera de la casa de sus abuelos, cuando puede que haya alguien observandolos entre los arbustos o desde la misma casa.
El camino no fue para nada incómodo.
-¿Y como has estado?.- Preguntó el
-Muy bien, ¿tu?.-
-Bastante bien, diría yo..-
-Me parece genial. ¿A donde iremos?.-
-Es una sorpresa. Creo que te va a encantar, ¿sabes?.-
-No me puedo imaginar lo que será.-
-Espero que te guste.-
-¡Vamos, Paul! ¡Sabes que me encantará!.- Dijo Sarah intentando animarlo.
Pasaron 30 minutos y habían llegado al lugar.
-Hemos llegado.- Dijo Paul frenando frente a un restaurante.
-¡Paul! ¿Dónde estamos?.-
-En uno de mis restaurantes favoritos.-
Entraron y vieron el bello restaurante, ¡Era hermoso! Tenía candiles en lugar de lámparas y un bufette que se veía delicioso.
-¿Qué te gustaría comer?.- Preguntó Paul.
-Hmmmm pues no se, yo creo que... ¡Ay, no se!.- Respondió ella.
-¿Qué te parece si probamos un poco de esa pasta que está por allá?.-
-Me parece bien.- Y fueron por la.pasta.
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-¿Te esta gustando?.- Preguntó el.
-¡Claro!.-
-Me alegra.- Un ligero sonrojo corrió rapidamente por la cara de Paul, e inmediatamente hizo lo mismo con la cara de Sarah.
-Y, cuentame sobre ti. ¿De dónde eres?.- dijo ella.
-Soy de Liverpool.-
-¿Enserio? ¡Yo también!¿Porqué abandonaste una ciudad tan linda como Liverpool, eh?.- Preguntó divertida ella.
-Pues... la dejamos porque mamá murió hace dos años, y todo nos recordaba a ella.- Respondió el con cierto aire de tristeza en su voz.
-Oh, no sabes como lo siento Paullie.-
-No te preocupes. Yo ya lo superé.-
-¿Enserio? ¡Te felicito!.-
-Muchas gracias.-
La cena se resumió practicamente en sonrojos y sonrisas por parte de los dos. Pero ya era tiempo de la verdadera sorpresa.
-Muchas gracias por la cena, de verdad.- Dijo ella.
-La sorpresa está por llegar.-

Saliendo del aereopuerto fueron directo al lugar donde el avión de los McCartney los esperaba.
- ¿Bien? ¿Te gusta?.- Dijo un Paul muy feliz.
Ella no tenía palabras para describir lo emocionada que estaba.
El avión despegó y alcanzó la vista mas bella de Londres que pudieron haber tenido.
-La vista es bellísima.- Dijo ella
-Igual tú.-
Ahora todo se estaba poniendo muy muy romántico.
Había música de fondo en el avión.
-¿Quieres bailar?.- preguntó Paul.
-¡Claro!.-
Y bailaron toda la noche hasta que...
Se detuvieron enfrente de una de las ventanas mas grandes del avión, con la vista más hermosa y unieron sus labios tan tiernamente que los dos deseaban que esa cita hubiera sido eterna. La ciudad parecía más viva desde ese momento.
Todo tubo que terminar, el avión tuvo que aterrizar.
Paul fue a dejar a Sarah a la puerta de su casa, no sin antes darle un beso de buenas noches a su amada.
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¿Y bien? ¿Qué opinan de la cita que tuvieron? Ah? Ah? Yo sé que todas quieren ser Sarah. No me ignoren please y respondan en los comentarios.
Ya saben que pasa si comentan primero
¡Gracias por leer!
Con amor, mangoamarillo.