El día de mi boda.

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Jungwon se encontraba nervioso, tenía tantos remolinos dentro de la cabeza que el insomnio había ocupado sus horas de sueño. Apenas la alarma marcó las cuatro de la mañana a Jungwon le dio pereza y se cubrió con las sábanas tratando de fundirse en su solitaria cama matrimonial.
La verdad era que Jungwon no se sentía listo para ese día en específico, desde hace bastante tiempo su paz interior lo había abandonado, en consecuencia no se sentía con la suficiente fuerza necesaria para sobrellevar el largo día.

Para la seis y media, luego de su rutina mañanera y antes de partir a su destino, se encontraba en una cafetería rápida en la cual había ordenado un desayuno lo suficientemente cargado para el resto de la mañana. Acomodo las bebidas en el asiento del auto, en perfecto posición para que aguantarán el resto del viaje, oyó el ruido de notificaciones en su celular y corrió a ver.

"Buen día, te veo allá. ♡"

No respondió, guardo el aparato en la guantera y prendió la radio. No era el mensaje que esperaba.

Tuvo que viajar dos horas casi saliendo de la ciudad, el gran salón de ceremonias se encontraba apartado de la vida urbana. Jungwon no iba a negar que el escenario le encantaba, y mucho más a esa hora, el aroma fresco, el sol mañanero y el gran silencio. Simplemente le encantaba.

Llego antes de la nueve. El staff ya estaba presente, con varios adornos sin colocar.

— Buen día a todos.

Saludo gentilmente, y como respuesta recibió el mismo trato.

— Se que es temprano pero demos lo mejor de nosotros.

El staff aplaudió y comenzaron con las órdenes que Jungwon demandaba.

La mente de Jungwon ya había despertado y veía el salón de ceremonias como una base ya bien establecida, solo faltaba armar el rompe cabezas arriba y para su suerte tenía todas las piezas.

— Necesito que la florista acomode lo ramos en esta zona, y que en cada centro de mesa hayan tres rosas, de lo contrario siento que se ven muy vacías. Necesitan vida. Recuerden que en cada mesa hay una cantidad de personas establecida, y procuren no mezclar los invitados ya están armados por conveniencia. ¿Alguien hablo con la pastelería para confirmar la hora de llegada? Lo necesito aquí para la una de la tarde.

— Señor Yang, la señora Wang esta en línea, quiere comunicarse con usted.

Jungwon suspiro estresado y tomó el teléfono.

— ¿Diga?

Jungwon, ¿tienes todo listo?

Estoy en eso. Nos vemos, estoy ocupado.

Jungwon. ¿Sabes que no lo mereces cierto?

— ...

         Nos vemos.

No le dio tiempo de responder y colgó.

La señora Wang, no era una mala persona pero no tenía deseos de interectuar con todas esas personas antes de lo planeado.

Jungwon se había encargado de todo desde la decoración de flores, las luces, centro de mesas, música, comida, pastel, ropa, asientos y todo listo. Todo listo para cuando los invitados lleguen en una hora estén fascinados desde la recepción hasta incluso los baños.

Una de las miembros del staff entró al cuarto de Jungwon anunciando que el novio había llegado y había comenzado a prepararse. Jungwon asintió y prendió su celular.

Las chicas del staff se miraron un poco confundidas, era la primera vez que veían a un novio tan despreocupado una hora antes de su boda y ni siquiera estaba maquillado, acababa de tomar una ducha refrescante.

— Muchas gracias por su ayuda chicas. Si me permiten necesito un tiempo a solas para prepararme mentalmente, las llamare en media hora. Descansen.

Rápidamente las corrió de su cuarto donde se supone que comenzaría a alistarse. Sin embargo saco unos cigarrillos de su bolso, se recostó sobre la cama detrás de él y miró el techo.

Para Jungwon no había nada especial dentro de esas paredes, claro que encontraba cosas caras un traje de tela fina, maquillaje de buena calidad y marca, aparatos electrónicos modernos, incluso las sábanas de tela sedosa valían más que Jungwon.

Lo tenía todo.

Todo.

Tenía una familia, dinero, talento, un rostro hermoso y un bonito novio. Se estaba por casar con un hombre que todos querían, sus familias lo aceptaban a él, aceptaban su sexualidad, se encargaban de los gastos de una gran boda lujosa. ¿Qué le faltaba?

Interés. Atención.

"¿Cómo estás?"
"Estoy afuera, quiero verte"

Jungwon esperaba esos mensajes.
Abrió la puerta de su cuarto de bodas, y se encontró con un hombre elegante, bien vestido, que desprendía un perfume fuerte y embriagante.

Amor Floral (Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora