Amor Floral (Terminado)

Frío.

Otro par de semanas habían pasado, y cada vez en su casa las cosas se complicaban para la pareja. Y de por sí, el trabajo y la rutina era un obstáculo, ninguno de ellos podía soportar no descargar o manejar sus sentimientos y todo resultaba difícil.

Nicholas ni siquiera veía a Jungwon, cuando llegaba a casa se tiraba en su cama a intentar dormir y llorar un rato, para cuando despertaba, él ya se había ido. Y para Jungwon era parecido, cuando llegaba a casa respetaba la privacidad de Nicholas pero se sentia solo.

Nunca pensó que estar en la misma casa con su esposo, aquel que lo hacia sentir tan amado y querido, lo iba hacer sentir tan solo.

— Perdón. Yo se que no importa que haga, nada será suficiente para que me perdones. Pero quiero que sepas, que sí, me sentía confundido por él, creí que empecé a sentir algo por él y que me gustaba..

Nicholas se encontraba con la cara seca de tanto llorar e inexpresivo, solo miraba como actuaba Jungwon. Eran las cuatro de la madrugada, no hacía nada especial solo había estado sentado en su cama con la mirada perdida en algún rincón de su habitación por horas sin hacer nada, hasta que Jungwon entró al cuarto, se acercó a él, se arrodillo contra el piso frente suyo y comenzó a hablar.

— Y ahora entiendo que no lo ame ni un segundo, pero por haber hecho eso yo no pude amarte como quería. Aunque quise hacerlo, no pude decirte el porqué no podía y se me caía la cara si lo intentaba.

Jungwon estaba siendo sincero, y agradecía mucho que él le diera ese momento para acercarse y hablar.

— No me importa vivir mi vida sin él, pero no puedo vivir si tu me odias.

Nicholas volvió a sentir como le ardieron los ojos y se le dificultó la vista porque otra vez tenía los ojos aguados. Pero no pudo llorar, sus lágrimas estaban atrapadas.

— No quiero lastimarte más, todo este tiempo lo único que te cause fueron preocupaciones, dolor y agotamiento. Te alejé, te traté mal y no es lo que merecías. No fue mi intención lastimarte, me arrepiento con toda mi alma.

Jungwon seguía contra el piso rogando frente a su esposo. Y no pedía perdón por que no creía que lo merecía pero rogaba que lo escuche.

— Pero entiendo que no me quieras ver y que te duela hacerlo, entiendo que ni siquiera puedes dirigirme la palabra, esta vez si entiendo..

Se dio unos segundos para inhalar por la boca  en esa posición hacia que los mocos y el llanto le dificulten mucho más respirar tranquilo.

— Entenderé si ya no quieres estar conmigo, si quieres que me vaya y no regrese, seré comprensivo y me iré sin decir nada. Entenderé si quieres terminar nuestro matrimonio y firmare el acta de divorcio si me lo pides.

— ¿Me quieres dejar?

— Quiero dejar de lastimarte.

El cuarto se quedó en silencio unos segundos, para él no estaba siendo nada fácil. Nicholas debía pensar con fuerza todo lo que podría llegar a decir, pero aún nada estaba claro en su mente. Sólo sentía ese dolor que se había instalado en su pecho sin permiso, y que al parecer, no quería irse 

— A lo mejor, tienes razón. Quizás te sentías muy solo y yo no te daba la atención que necesitabas, puede ser que también te sentías muy presionado por la boda y estabas más que estresado, quizá por eso te confundiste. O quizás nos casamos en el peor momento..

Jungwon se levantó del piso, miró a Nicholas, lloraba en silencio mientras hablaba y tenía la mirada ida. Y tampoco entendía nada de lo que decía.

— Quizás te culpe demasiado y todo esto tiempo, estuviste bien. Quizá el que tiene la culpa soy yo..

— ¡No!, Nicholas!. No tienes la culpa de nada, fui solamente yo, tú hiciste las cosas bien. ¡No fue tu culpa!

— No entiendo entonces, ¿por qué?. Dime porqué lo hiciste, ¿fui muy mal novio?, ¿soy un mal esposo?

Dijo con la voz rota.

— Lo hice por que fui un desagradecido idiota, completamente estúpido. Y no tendría que haberlo hecho por nada en el mundo.

Jungwon se limpio las lágrimas de la cara y se atrevió a tomar las manos de Nicholas.

— Sin embargo, tu fuiste un muy buen novio. Siempre me apoyaste en todas mis decisiones desde que entraste en mi vida, te quedaste a mi lado cuando no tuve a nadie y jamás me hiciste sentir mal. Y eres el mejor esposo, me cuidas cuando no tienes que hacerlo, me regalas flores cada mes, me llevas a citas sorpresa y me amas, me haces sentir amado. Todos los días demuestras que tan buena persona eres, me alegra haberme casado contigo y me arrepiento de lo que hice.

Nicholas soltó su mano para acariciar su mejilla.

— Jungwon, ¿lo amas a él?

— No. Solamente fue eso, no lo amé.

Jungwon quito delicadamente la mano que lo acariciaba y la sostuvo entre sus manos, las manos de Nicholas estaban frías así que trato de darle calor.

— Sin embargo, no te haría bien que me quedara a tu lado después de todo... Decirte esto me cuesta mucho más de lo que parece.

— ¿Por qué?

— No quiero quedarme solo.

— Entiendo.

Ambos se quedaron en silencio por unos minutos, en la misma pose. A Jungwon le causaba cierta inseguridad ver a Nicholas tan decaído, se culpaba por todo lo que le termino causando.

— Gracias por escucharme.

Dijo mientras se limpiaba las lágrimas que le habían quedado.

— Me gustaría que hubieses sido así de sincero conmigo antes.

— A mí también..

Respondió mientras le daba las últimas caricias en sus manos.

— Es tardísimo. Recuestate a dormir, dormir un poco te hará bien.

Jungwon se levantó del piso, aún sosteniendo su mano, lo empujó suavemente para que se recostara sin problemas y lo acurrucó con las mantas. Le preocupaba toda esa temperatura fría que tenía, siempre fue muy cálido.

Lentamente comenzó a retirarse.

— Durmete aquí. Conmigo.

— Te dije que no puedo quedarme contigo.

— Todavía estamos casados, acuéstate hoy conmigo y después hablamos de todo lo que quieras, incluso del divorcio si te parece. Pero hoy quédate.

Y aunque se negó un par de veces más, lo cierto era que no se acostumbraba al sofá y no quería dejarlo solo. Termino accediendo, se quito la capa de ropa excesiva y se acostó a su lado.

Hace más de una semana no tocaba su cama.

Y a la mañana siguiente, aunque no hubo palabra de por medio decidieron que era mejor que ninguno de los dos se presente a su trabajo.