Visita al trabajo.

24 2 0
                                    

— Pareces muy bien atendido.

Dijo Sunghoon cuando se encontró a su amigo en el ascensor. Jungwon había llegado un poco tarde, y había tratado de cuidar su apariencia lo más que podía. Pero ese chupón en el cuello le causaba más problemas de lo que creía.

— Silencio.

Dijo entre risas. Ese comentario no lo había esperado para nada y le causó gracia.

Luego de una pequeña y corta conversación, Sunghoon le entrego una bandita para cubrir la marca en su cuello. Comprendía que no era un delito tener relaciones pero no se vería bien para el área en la que se desempeñaba.

— Almorcemos juntos, nos vemos después.

Se despidió Sunghoon.

Esa tarde Jungwon estuvo muy ocupado con su trabajo, y cuando tuvo un momento para descansar sin pensarlo, su cuerpo solo se había dirigido a aquella sala donde descansaban los bebés. Y se encontraba una vez más apunto de revisar él mismo que todo estuviera bien.

— ¿Qué haces aquí?

Pregunto extrañado, antes de entrar en la habitación había notado cierta figura destacando entre los pasillos.

— Me dijieron que podrías estar aquí.

— Sí pero ¿qué haces aquí?

Repitió.

– Te vine a ver.

Jungwon lo miro con una expresión muy confusa.

— ¡Ay, por Dios!, ¿Qué no puedo ver a mi esposo trabajar?, ¿es tan raro?

— No pero.. no sé. Casi nunca vienes aquí, pensé que era raro. ¿Necesitabas algo?

— A tí.

Dijo con una sonrisa coqueta.

— Bueno, tengo que hacer algo primero. Luego me cuentas.

— ¿Te puedo acompañar? Sería hot verte trabajar.

Jungwon se rindió y termino accediendo.

— Manos atrás, no toques nada. Te lo digo enserió. 

Nicholas asintió y sonrió por lo que había logrado.

Paso siguiente ambos entraron en la sala y mientras Jungwon había comenzado a revisar a sus pequeños pacientes, Nicholas se había quedado solo en una esquina mirando a Jungwon revisar maquinas, cables, bebés y cosas que no entendía.

— No entiendo, ¿esto no lo hacen las enfermeras?. Ya sabes, tomar signos y esas cosas.

Preguntó en voz baja, temía que podía despertar a los prematuros.

— Sí. Lo hacen, sin embargo necesito ver con mis propios ojos que todo está bien. 

— ¿Los padres no pueden estar aquí?

Volvió a preguntar al notar que solamente eran solamente ellos dos y una enfermera en aquella sala.

Jungwon termino suspirando.

— Si pueden, solo que estos niños no tiene  padres.

A Nicholas le causó cierto malestar en el estómago. Para él, la idea de tener una familia propia no era posible y sentía un poco de celos de aquellos qué si podían, pero no podía creer que aún existiera gente tan desalmada para abandonar a un bebé.

— Que feo.

Pronunció.

— Sí, pero no es mi trabajo juzgar. Y algunos de ellos no son abandonados, algunos solamente sobrevivieron a algo que sus padres no. Y hay otros que solamente tuvieron suerte de que alguien los vea.

Dijo y fue a revisar al último bebé. Aquel que era el más diminuto, y que había operado hace unos días. Aquel que era su favorito.

— Que chiquito.

Dijo Nicholas al acercarse un poco más.

— Sí, prematuro. Pero es fuerte, tuvo una operación de emergencia cuando lo encontraron y se estaba recuperando bien, pero hace unos días tuvimos que operarlo de nuevo. De todas formas creo que ha mejorado bastante..

— Espero que sane pronto.

— Sí, yo también. Él es mi pacientito, solo quiero que sane.

A Nicholas le causaba mucha tristeza saber que un bebé tan chiquito este solo en esa habitación cálida y vacía. No podía imaginarse como podría llegar a ser la vida de ese bebé y de los demás.

— ¿Y si nos lo quedamos?

Jungwon por segunda vez en lo que iba del día, no esperaba para nada ese comentario. Dejo de hacer lo que estaba haciendo y volteó a mirar a Nicholas.

— ¿Qué?, no tiene papás.

Susurró.

— Nicholas, no es un perro, es un bebé.

— Se que dijiste que no, pero ¿en algún momento, no ahora, consideraras tener una familia conmigo?

Preguntó esta vez más serio. No quería presionarlo y tener cien hijos de un día para otro, pero debía preguntar si ambos podrían llegar a compartir la misma fantasía de tener una familia.

Estaba teniendo un buen día pero ahora se le estaba complicando un poco. ¿Qué se supone que debería decirle en esa situación?, estaba seguro que cuando le cuente todo él probablemente ya no pensaría en tener una familia, más bien un divorcio.

— Creo que.. es algo que podría llegar a pensar después. No ahora.

Respondió con sinceridad.

Esa noche al finalizar su turno se encontraba junto a Sunghoon y Kim Sunoo, descanso fuera del hospital bebiendo una taza de café antes de marcharse. Había sido un día lleno de tareas para todos y algunos finalizaban un turno larguísimo.

— Entonces, esa es la situación.

— Que heavy.

Respondió Sunghoon, la verdad era que tampoco sabía que responder o aconsejar en esta situación.

— Lo sé.

Dijo Jungwon sobre el hombre de su amigo.

— Hoy vi a tu esposo, me saludó.

Comentó Sunghoon.

— ¿A sí?

— Sí, Kim Sunoo también estaba ahí. Ellos se saludaron también, en fin solo eso. ¿Qué quería?

— No sé, solo vino a saludarme. En fin, me tengo que ir a mi casa.

Dijo Jungwon, levantándose de su lugar para comenzar a despedirse de sus amigos.

— Nos vemos mañana, si Dios no me lleva antes.

— ¡Jungwon!, no digas estupideces.

— Hasta mañana, Doctor Yang.

Saludó un muy cansado Kim Sunoo.

— Jungwon, no hace falta decirlo pero siempre puedes venir a mi casa. Nos vemos.

Jungwon se despidió de ellos y comenzó a marcharse, muy lento pero se marchaba.
Detrás de él, Sunghoon lo miraba un poco preocupado sabía que no la estaba pasando del todo bien y que tenia sus problemas, estaba geniunamente preocupado por su amigo.

— No le diga que vino ese otro hombre también.

Dijo Sunoo aún a un lado suyo.

— No le diré. Es mejor que piense bien que es lo que quiere hacer, sin que ambos lo presionen.

Así que solo Sunoo y Sunghoon se guardaron aquel otro encuentro que tuvieron con él otro hombre, creían que era lo mejor.

Amor Floral (Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora