Amor Floral (Terminado)

Vete.

— Esto es para tí. Yo quería decirte que me voy de viaje, en menos de una semana..

Jungwon tomó el ramo de flores y se lo arrojo con  brusquedad golpeándole el pecho y gran parte de la cara. Algo que dejó muy confundido a Jay, pero ya se imaginaba él el porque.

— Vete.

— Jungwon..

— ¡No, vete!, ¡vete otra vez pero no vuelvas!

— ¿Por qué estás tan enojado conmigo?, yo en ningun momento quise lastimarte o hice algo para que te enojes así conmigo.

— ¿Ah, no?. Vuelves a decirme que me quieres y que quieres estar conmigo, me buscas, me tratas bien y esperas al peor momento para irte. Tú también eres parte de esto y solamente te vas. Bien, vete entonces.

Jungwon paso por su lado sin mirarlo, una semana ya había pasado de la gran pelea ente él y Nicholas. Su humor había cambiado bruscamente, resumiendo había notado que fuera de su casa se la pasaba enojado y dentro de su casa lloraba. Reconocía que él no era de tratar así a las personas, pero es que Jay lo hacía enfadar.

Era la tercera vez que volvía a aparecer de la nada para hablarle y sinceramente lo que Jungwon menos quería era hablarle. Y ahora salía de la nada y le decía que se volvía a ir.

— Jungwon, por favor. Quiero hablar bien contigo.

— Que lastima, porque yo no quiero saber nada de tí.

— Pero dame una explicación, necesito saber.

Jungwon ya no lo soportaba, quería estar solo y deprimirse en paz. Suficiente tenía con que tenía que volver al trabajo todos los días, suficiente tenía con que Nicholas se iba de la casa cuando él entraba, suficiente tenía con que quería arreglarse con Nicholas pero obviamente él no quería. Suficiente tenía de todo, y ahora Jay le pedía explicaciones.

Volteó despacio y frustrado.

— ¿Enserio la necesitas?

— Quiero saber si estas bien..

— ¿Y te parece que estoy bien?

Preguntó irónicamente.

— No, Jay. No estoy bien, así que déjame solo. No te estoy pidiendo ayuda, si irte es lo que quieres pues vete. Y cuando vuelvas no me busques.

— Pero Won..

Insistió , tomando del brazo a Jungwon. Para Jay las cosas no podían ser, o en el peor de los casos para él, terminar así.

— ¡Quiero estar solo!, ¡¿Lo puedes entender, eh?!

Jungwon en un brusco y rápido movimiento quitó la mano de Jay de su brazo.

— Necesito estar solo.. Así que no me hables y vete. No te quiero aquí.

A Jay le dolió el corazón, todas aquellas palabras lo estaban hiriendo. Sintió como cada cosa que salía de su boca lo golpeaba directo en el corazón.

Jungwon no volteó en ningún momento, pero a él también le partía el corazón. No lo estaba odiando, pero le causaba una pequeña impresión de que no estaba tomando las cosas en serio con la necesidad que esto requería. 
Esperaba que esa sea la última vez que lo veía, mejor dicho que aparezca de la nada y que le insista hablar de algo que claramente él no quería. Siguió su camino hasta su casa, lo más lento posible, generalmente Nicholas lo habría ido a buscar pero ya se imaginaba como lo encontraría en casa.. si es que estaba en casa.

Al llegar a su departamento, se quedó con la cabeza apoyada en la puerta. Cualquier cosa era mejor que entrar, el ambiente dentro era tan pesado que apenas por un pie cruzando la puerta lo hacía llorar. Y detrás de él, se asomaba aquella mujer que parecía enviada por el diablo. Jungwon volteó al notar su presencia, la miró con un odio y resentimiendo, que ni siquiera el sabía por qué. Pero estaba seguro que fue por ella que Nicholas se entero de todo.

Entró a su hogar, tiro su bolso por cualquier lado y se recostó en el piso delante del sofá. Lo que sea menos ese sofá. Se dirigió a su cuarto donde sabía que se encontraba Nicholas, abrió despacio la puerta sin hacer ruido, las luces del cuarto estaban apagadas pero podía notar la figura de su esposo entre las sábanas.

Cerro la puerta con cuidado de no hacer ruido alguno, se duchó y se preparo para dormir en el sofá de su living. Las mantas evitaban que tuviera frío, y así era como una noche más en casa dormía solo.