Café.

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Jungwon no sabía que cerca de su casa existía una cafetería que estaba abierta las veinticuatro horas del día, pensaba que todas cerraban antes de las diez pero ahora se encontraba en una, sentado esperando un café.

— ¿Enserio no quieres nada para comer?, puedes pedir lo que sea. Yo invito.

Jungwon negó con la cabeza.

— Oh, ¿Puedes disculparme un segundo?, es una llamada.

Asintió con su cabeza y la otra persona se fue.

¿Qué estaba haciendo aquí?. Jungwon no entendía porque él estaba sentado, esperando un café, debería irse a su departamento a descansar, en unas horas comenzaría su turno.

Y además, no recordaba haber accedido a tomar un café. 

Miro por la ventana a su lado, por un momento sintio como afuera se estaba muriendo de frío pero cuando entró a la cafetería, acompañado, un cálido clima lo abrazo rápidamente.

¿Qué era lo que estaba haciendo?.

— Lo siento, no pude rechazar. Aquí tienes tu café, disfrútalo.

Jungwon miro el café humeante a solo centímetros de él. Aquella persona se sentó enfrente suyo, y aguardo silencio. Fue Jungwon quién decidió hablar.

— No sabias que estabas aquí.

Dijo jugando con su alianza debajo de la mesa.

— Volví hace poco, como hace tres meses.

Inexplicablemente comenzó a sentir que aquel anillo tan importante le comenzaba a apretar el dedo.

— No tenía idea.

— Lo sé, en realidad iba a regresar el próximo año pero aquí estoy.

— ¿Volviste como "sorpresa"?.

El anillo lo sofocada demasiado, tanto que comenzó a creer que su dedo se estaba hinchando. Por lo tanto, trató de sacarlo.

— Aún nadie más que tú sabe que volví. Aunque me muero de ganas, no e ido a visitar a mis padres.

— Oh, claro..

— Quería pasar un tiempo a solas primero, y acostumbrarme a vivir aquí pero es complicado.

Jungwon sonrió de lado.

— Es muy complicado.

— Lo es..

No podía sacarse el anillo, hizo el esfuerzo varias veces pero no lo conseguía.

— No te pido que me cuentes todo lo que te inquieta pero si necesitas ir algún lado yo me ofrezco a llevarte. No te preocupes..

— Estoy bien, gracias.

Jungwon miro directamente a los ojos de aquella persona pero se arrepintió al notar que ni el mismo podía mantener esa mirada.

Esos ojos.

Esa expresión.

— Claro, claro. Lo entiendo.

— Visite a tus padres, los fui a ver un par de veces. Ambos están bien, tu papá hace poco tuvo un golpe en la cadera pero no le dijo a tu mamá, así que lo acompañe a todas sus consultas pero esta bien, no hay nada de que preocuparse.

— Claro, gracias por hacerlo. Te agradezco por haberlo hecho, se lo pesados que pueden ser aveces.

— No, no. Yo me ofrecí varias veces, no hay que agradecer solo quería comentartelo ya que dijiste que no fuiste a visitarlos.

— De hecho, mi mami me mandó varias fotos de mi papá tirado en el suelo luego de caerse, también de mi papá escondido quejándose por el dolor.

Ambos rieron.

Jungwon se calló al ver como el otro sonreía. No había cambiado mucho.

Aquel anillo que parecía no querer soltarse finalmente se removió luego de unos cuantos tirones. Ahora sentía su dedo bastante aliviado, no sentía esa presión de antes, así que sin más remedio lo guardo en el bolsillo de su ropa de dormir. Luego tomo un sorbo de aquel café que había estado esperándolo.

Tenía azúcar y leche. Como le gustaba a él.

— Aunque haya sido de una manera cuestionable, me da gusto verte otra vez Jungwon.

Bebió otro sorbo, estaba delicioso. Quizo creer que fue el café humeante y el cálido clima que lo hizo enrojecerse tanto, pero de todas formas se sintió adolescente por unos instantes.

— A mi también, me dio mucho gusto ver que estas bien, Jay. Aunque me apena demasiado que haya sido así, estaba todo horrible, seguro también estaba lleno de mocos, lo siento.

Jay río.

— No eres horrible, y tal vez tenías un par de mocos pero sigues sin verte horrible, incluso con mocos pegados.

— Ay, no. Que vergüenza que me hayas visto así.

— ¿Por qué?, a mi también se me caen los mocos si lloro mucho. El otro día una película me hizo llorar tanto que se me salían solos.

— Ay, no puede ser.

Ambos rieron, tanto que Jungwon se había olvidado cuestionarse porque había accedido a ese café.

Amor Floral (Terminado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora