Willow

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El día para Nerea había empezado un poco mal, pues su compañera de casa había amanecido con ganas de escuchar buena música, trayendo el ambiente desde las 9 de la mañana.

— ¿Puedo preguntar a qué se debe tu buen humor?
Nerea había llegado a la sala frotando sus ojos aún acostumbrándose a la luz.

— Mi jefa salió a Milán para una pasarela lo que significa que tengo estos tres días libres.

La rubia aún con su ropa de ejercicio preparaba su mate como de costumbre.

— Ósea tiene hoy, mañana y "el viernes"
La argentina se giró a ver con las cejas alzadas pues creía saber a que se debía "el viernes"

— Porfavor dime que saldremos de fiesta.

Nerea asintió acercándose bailando hacia la rubia.

— Oh por dios ¿que te hizo cambiar de opinión?

La ojiazul subió y bajo los hombros restándole importancia.

— Oh, te molesta que salga a desayunar con mis amigos, es que Arthur se va mañana y me pedio que fuéramos a desayunar.

— Si me presentas al guapo claro que no me molesta.
La noche en que Nerea había regresado Camila exigió que le mostrara a sus amigos, quedado completamente flechada por el rubio.

— Ay no, la chamarra de Oliver.
Salió de su sesión de muecas pícaras a su amiga para correr por la chamarra.

— ¡Cámbiate que estás invitada!
Termino por gritarle entrando al cuarto.

☀️

Después de que la francesa esperara años a que su amiga terminara de escoger un buen outfit lograron salir del departamento, gracias a que la argentina tenía licencia y un coche no tuvieron que esperar un taxi llegaron directo al pequeño local lleno de gente pues era la hora exacta en la que de desayunaba.

Entraron yendo hacia el balcón en el que ya se encontraban los dos chicos.

— ¡Hola!, hola...
La voz de el monegasco se convierto en una coqueta cuando saludo a la rubia.

— Buenos días.
La chica se burló de el llenado a saludar al otro piloto.

— Oliver, tú chamarra, olvide dártela ayer.

𝘓𝘢𝘣𝘺𝘳𝘪𝘯𝘵𝘩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora