𝘓𝘢𝘣𝘺𝘳𝘪𝘯𝘵𝘩

The apologies

Me había levantado temprano, era mi primer día en el trabajo y era más cansado de lo que pensé. Apenas tuve un poco de tiempo de descanso tomé dos tazas de café para no dormir parada, ayer no pude dormir bien, pensaba que había sobre reaccionado con todo y me sentía frustrada, tanto que no pude contestar los mensajes de buenos días de Oliver.

— Nere, que bueno que te encuentro, hay algo que tengo que decirte.
Mire atenta a Camila esperando a que dijera algo.

— Le pase tu direcion a Oliver , dijo que quería disculparse como se debe, en serio lo siento pero me dijo que hizo algo mal y que quería disculparse...

— Cami, está bien, gracias por decirme.
Me paré enseguida dándole un rápido abrazo.

— ¿Te vas ya?
Me pregunto rápido Cami antes de salir por la puerta.

— Si, tomare un taxi y estaré algo ocupada, tengo que acabar muchas cosas, pronto me voy a Ruan.
Le sonreír dejando un rápido beso en su mejilla para tomar mis cosas con rapidez despidiéndome de Laura que me dejo folios por ordenar respecto al orden de temporadas, también tenía que checar una revista para ver que todo estuviera bien, así que estaría algo cansada para el final del día.
En el taxi me tomé un poco el tiempo de contestar los mensajes de mi mamá y de mi hermano que al parecer tanto mi mamá como mi papá querían venir a visitarme.

No me negué, sería lindo volver a verlos.
El mensaje de Oliver llamo mi atención.

"Mañana llego a Londres"
"¿Puedo ir a verte?"

Espere a llegar al departamento para contestar pero cierto rubio llamo mi atención.

— ¡¿Marc?!
Corrí en su dirección para abrazarlo este me elevo dando unas cuantas vueltas antes de que me bajara.

— ¡Sorpresa!

— Pero no estabas en Ruan en todo lo de tus pruebas, como es que estás aquí.
Este sonrió jalando mi mano para tomar una pequeño sobre.

— Ábrelo así respondes tus dudas.

Abrí el sobre amarillo, era una carta de aceptación en la universidad oficial de Londres.

— Oh por... no te lo creo pero... nunca me dijiste que querías venir aquí.

— Me llegó la oportunidad, y te lo juro era la oportunidad perfecta.

— Es increíble, quédate conmigo, ¿o ya tienes hospedaje?
Le pregunté rápido.

— Suena extraño pero sabía que me pedirías quedarme contigo así que no busque hospedaje.
Sonrei tomando a Marc por el brazo junto a su pequeña maleta para llevarlo hacia el ascensor.

— No puedo mentirte, tengo muchas cosas que hacer, ya sabes que inicie con el trabajo y también tengo correos por enviar y tú sabes, muchas cosas.

— No te preocupes, podemos salir a cenar.

Marc era mi amigo desde hace casi dos años, no llevábamos mucho conociéndose en realidad pero sentía que llevábamos años.

— Si, eso estaría bien así te pongo al tanto de unas cosas y tú también a mi.

— Uy no puedes perderte el chisme que tengo para ti, pero, te lo dire en la cena