Breakfast and laugh's

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— ¿Me dirás ya a donde vamos?Habíamos estado caminando por hace ya unos 20 minutos y Oliver no decía nada respecto al lugar a donde iríamos

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— ¿Me dirás ya a donde vamos?
Habíamos estado caminando por hace ya unos 20 minutos y Oliver no decía nada respecto al lugar a donde iríamos.

— Ya te lo dije, iremos a desayunar.
Este se giró divertido a verme con las cejas alzadas pues le había preguntado respecto al destino todo el camino.

— Si, pero ¿por que parece un misterio a donde vamos?
Este hizo una señal de que era un secreto cosa que me puso mucho más nerviosa, no me gustaban las sorpresas.

— Los pies me duelen ya Ollie, ¿tardaremos más?
No mentía, el hecho de no haber descansado lo correcto me hizo que mi rendimiento físico se consumiera mucho más rápido de lo normal.

— Nunca has escuchado que todo lo bueno tarda en llegar, pues así es esto.
Este se burló de mi para luego parar en algún sitio que parecía estar bastante lleno, se veía costoso y más que nada podía ver que este parecía se exclusivo.

— ¿Es aquí?
Pregunte parándome de puntitas pues la multitud de gente no me dejaba ver el interior.

— Si, ven.
Este con cuidado para no perdernos entre la gente puso su mano en mi espalda guiándome enfrente de el obligándome a caminar.

— Hola, buenos días, reservación a nombre de Oliver Bearman.
La mitad de la frase había salido en un mal español siguiendo con su típico acento británico.

— Por acá.
La señorita nos dejó pasar guiándonos hasta una mesa.
La vista de todo esto era impresionante, mientras mas entrábamos al lugar más lindo era, nos guiaba hasta una pequeña zona la cual estaba llena de pequeños patos nadando en una grande laguna, había árboles por todas partes y linda flores junto a hermosas flores decorando el lugar siendo totalmente minimalista pero al mismo tiempo era hermoso.

— Es demasiado lindo, me hubieras dicho y me ponía algo mejor.
Comenzaba a sentirme incómoda, el lugar parecía bastante lindo y la gente parecía vestida para ir a una alfombra roja, de haber sabido hubiera optado por algo mejor que una falda y una sudadera.

— Entonces no hubiera sido sorpresa Nerea.

— Al menos pudiste darme tiempo de cambiarme Oliver.
Dije repitiendo la acción de cit su nombre al final de la oración.

— Yo creo que te ves bien con todo Nea, no sobre pienses eso ahora que tenemos una muy linda vista y un muy rico desayuno por venir.
Dijo este tomando la carta con el menú entre sus manos, podía notar que este se encontraba nervioso pero simplemente no podía despejar mi vista de el y de como levantaba sus cejas con confusión mirando el menu.

𝘓𝘢𝘣𝘺𝘳𝘪𝘯𝘵𝘩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora