Heartbreaks and mistakes.

19. La ausencia de la calma.

Es difícil mantenerse alejado de una relación dañina, más cuando desarrollas la incapacidad de resistirte a esa persona.
Se vuelve una relación conflictiva y tóxica, donde la otra parte, aunque perjudicial, es también atractiva y adictiva.

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No pude evitar enamorarme de ti.

No existe tal cosa como el destino, aunque un par de veces lo mencioné en mis versos, como un recurso barato para embellecer lo que sentía. Nada está decidido. En ti está el poder de cambiar o editar. Tu futuro es volátil, depende del ahora. No demos por perdido todo, porque lo que parece el final, podría ser solo el comienzo.

Las emociones en mi corazón funcionaban como tinta, plasmando capítulos completos de nuestra historia. Era lo que este órgano tan complejo dictaba: un libro entero dedicado a ti. Páginas repletas de cartas nunca enviadas, una muestra de amor que no llegó a ser, una prueba de todo lo que sentí...
Sentí... Miedo cuando pasó por mi cabeza la idea de despedirme. Pero aquí estoy, en este último capítulo, solo para ti.

Mi querida revolución, una vez más, soy incapaz de decirte adiós. Aquí te dejo lo poco que queda de mi alma, y este corazón hecho pedazos que ha caído herido por tu amor.

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No tengo miedo de la guerra que has venido a librar contra mis pecados.
No estoy bien, pero puedo hacer mi mejor esfuerzo para fingir.

Entonces... ¿Me esperarás? ¿O me ahogarás? ¿Dirías que soy digno?

Puedo esperarte en el fondo.
Puedo alejarme si quieres que lo haga.
Puedo esperar años, si tengo que.
El cielo sabe que no te voy a olvidar.

Lo intentaremos de nuevo.
Cuando no seamos tan diferentes.
Haremos las paces.
Hasta entonces, solo fingiré.
—Bad Omens, "Just Pretend"