Estas letras expresan amor, ilusión, idealización, abandono y dolor. Cada una de ellas refleja las diferentes etapas del deterioro de un vínculo afectivo y la enorme frustración de alguien que ha estado intentando mantener una relación, a pesar de q...
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Aún me quedan un par de besos que te deseo dar.
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Durante la noche, vagó como un prófugo, huyendo del tiempo. Ya no reviso mi teléfono con esa persistencia enfermiza, sé que no voy a recibir un mensaje suyo. No ahora. Intento reconectar conmigo misma, sosteniéndome de ese hilo de sensatez para no caer en la oscuridad. Mi única luz, en estos momentos, se está destruyendo a sí misma. Mi hogar se había ido, la paz me había abandonado, y solo quedaba caos. Aquí estoy, queriendo salvarlo, aunque tal vez me pierda a mí misma en el proceso.
Tenía una deuda que sentía venía de vidas pasadas. No podía marcharme en paz si su corazón no sanaba, aunque eso me tomara toda la vida. Esperaba, esperaba. El mundo se me caía a pedazos y, aun con mi vacío, lo buscaba.
Me paso cubriendo este corazón con melodías, intentando camuflar su ausencia, calmando el caos que crece dentro de mí. ¿Cuándo volverá? Esa pregunta ha destruido mi conciencia, y mi estabilidad se ha perdido una vez más.
Mi mente me atacó noche tras noche desde que no estás. Los pensamientos amenazan con engullirme viva, arrebatándome lo poco que queda de paz. Te busqué por todos lados, pero nunca te llegué a encontrar... no querías que lo hiciera, claro está.
¿Cómo le digo a mi alma que deje de llamarte? ¿Cómo le digo a mi corazón que deje de llorarte? ¿Cómo no haces nada, si sabes que me hago pedazos desde que no estás?
Todas las noches te espero junto a mi puerta, unos minutos nada más. Por si algún día decides regresar, no quiero que la encuentres cerrada, que al menos puedas entrar.
