Nuestro Dulce Secreto

La niña del sueño

Madeleine tenía una lista que debía comprar en la botica de "Slug &Jigger", así que caminaron en dirección para allá.

¿Para dónde vamos mami?-le preguntó la niña.

Vamos a una botica donde yo vengo a comprar ingredientes que no tengo en los invernaderos-dijo su madre- de aquí, nos vamos para la casa ¿ya?, por hoy ha sido un arduo día de compras y hay que alimentar a Charlotte.

Sí mami, llevame- dijo entusiasmada la niña.

Severus Snape revisaba su lista de ingredientes y veía que le faltaban cosas, así que fue a la botica "Slug & Jiggers" para repletar su despensa personal y la del Colegio.

Fue camino a la tienda, entró y vio algunos ingredientes en frascos que llamaron su atención.

Mami, mami, ¿Qué hay en este frasco?- preguntó curiosa la niña.

Ingredientes para pociones hija- le dijo la bruja- no toques nada y quédate a mi lado.

Sí mami- le dijo la pequeña.

Severus escuchó esas voces, levantó la vista y puso atención, ya que esas voces le sonaron conocidas, quedando absolutamente petrificado cuando vio a la mujer de perfil, aunque estaba con una capucha y lentes oscuros, ese perfil de rostro no era fácil de olvidar ¡era Madeleine!. Intentó mirar hacia otro lado, pero no podía, le resultaba difícil, la mujer era demasiado bella para ignorarla.

No, Severus- se decía a sí mismo- no empieces de nuevo a caer, mira para otro lado.

Hacia verdaderamente el esfuerzo, pero era imposible, la mujer que lo había enamorado, estaba a pocos pasos de él y vio después a la pequeña que la acompañaba, que también estaba con una capucha proveniente de un montgomery color oscuro y lentes de sol, su voz y la vio con detenimiento ¡era la niña con la que él había soñado y que le decía "papi"!.

Las observó estando detrás de una estantería de muchísimos frascos, no lo podía creer, ver de nuevo al gran amor que tuvo en su vida, seguía igual con su piel blanca y lisa, su pelo oscuro ligeramente ondeado, su figura impecable; la niña en algún momento se quitó los lentes y Snape ¡quedó en shock!, era exactamente igual, sin tener ninguna diferencia a la niña del sueño.

Pero...¿Qué demonios?- se preguntaba-¿Cómo era eso posible?.

Bien, Srta. Parker-Owels, acá está todo lo que pidió.

¡Oh, gracias Sr. Slug!- dijo la bruja- acá tiene su pago - lo colocó dentro de su bolso y se dispusieron a salir del lugar.

Las vio pasar, el estaba escondido tras la estantería y quedó asombrado tras ese encuentro, estaba con una lucha entre sí mismo, no sabía si seguirlas o no.

No, Severus- se decía a él mismo- no empieces, quedamos en que no las ibas a seguir, hazte caso a ti mismo.

Pero el impulso fue más fuerte y las siguió confundiéndose con la gente para no ser descubierto, total después podía ir a comprar a la botica. Se retaba a sí mismo, por hacer ese descalabro, pero quería verlas a ambas, sentía un impulso incontrolable que debía seguirlas.

Ellas entraron al Caldero Chorreante, buscando la salida al mundo muggle, mientras Severus entre las sombras las venía siguiendo, poniendo la mirada firme en ellas para no perderlas.

Salieron al mundo muggle y se metieron en un callejón sin salida, Severus las iba siguiendo con mucho ahínco.

Ahora hija, afírmate bien de mi y afirma a Charlotte- dijo la bruja.

Si mami- le dijo.

Y desaparecieron iéndose a su propia casa.

Severus vió que el callejón era sin salida y procedió a buscarlas, pero no las encontró por ningún lado, sintió un vacío en su ser al no verlas, después de muchos años pasar vio nuevamente al amor de su vida.

Severus, ponte serio por favor- se decía a sí mismo- debes alejarte de ella y de su hija, no seguirlas como si fueras  su sombra.

Así que se devolvió al Caldero Chorreante para entrar al Callejón Diagon nuevamente e ir a la botica.