Insomnio otra vez

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Severus y Madeleine estaban en su lecho de amor, dándose besos y amándose sin parar, el reencuentro entre ellos fue más intenso de lo que ellos se imaginaron.

Toc-toc-sonó la puerta.

Sev- dijo la bruja-están tocando la puerta.

¿Mm?, ¿A estas horas?-preguntó el pelinegro.

Toc-toc-volvió a sonar la puerta, un poco más fuerte.

¿Estás esperando a alguien?-le preguntó el pocionista a ella.

No- le dijo la adivina- y menos a estas horas- se incorporó para mirar el reloj-son las doce de la medianoche, ¿Quién será?.

Nah, olvídalo, se aburrirá-le dijo Snape.

Toc- toc- sonó nuevamente la puerta, pero esta vez una dulce voz se escuchó al otro lado.

¿Mami?-preguntó Lilith.

Los dos profesores se miraron y salieron de la cama de inmediato y se vistieron con magia también a la velocidad de la luz.

Toc-toc-volvió a sonar la puerta nuevamente.

Mami, ¿estás ahí?- preguntó la niña.

Madeleine miró asombrada a Severus, quien la instó para que abriera la puerta, cosa que ella hizo de inmediato.

¡Lilith!,¡hija!, ¿qué pasó?-le preguntó su madre.

Mami, no puedo dormir- le dijo la pequeña, abrazando su serpiente de peluche- no tengo sueño.

Severus salió de donde estaba y la vio, refregándose los ojos.

Entra hija- le dijo su madre- ven te haré dormir. La llevó ella a su cama y la tapó, mientras buscaba en su gabinete personal una poción para el sueño.

¿Qué buscas?- le preguntó el pelinegro.

Poción para dormir para Lilith- contestó la bruja- verás, ella tiene dificultades para dormir, siempre le pasa.

¿Y cómo manejabas el tema en casa?- le preguntó el pocionista.

Con pociones y hay que dormir con ella para que no despierte, tiene pesadillas-le contestó la bruja.

Accio poción para dormir- susurró Severus, e inmediatamente salió del gabinete personal de la bruja, el vial.

¡Oh, gracias!- le dijo la adivina.

No estás sola- le dijo el pelinegro, acercándose- yo soy su padre, conmigo también cuentas, aprovechamos de dormir todos, ¿vamos?- le dijo extendiéndole la mano.

Vamos- dijo la bruja.

Madeleine llegó a su pieza con el vial de la poción en sus manos, lo destapó y se lo dio a beber a su bebé, apareció Severus y la niña lo vio.

¡Profesor!-le dijo la niña avergonzada- yo.. yo sé que no tenía que salir, pero no puedo dormir sin mi mami.

Tranquila- le dijo el pocionista- no te voy a retar ni castigar, por esta vez, duerme tranquila.

Lilith abrazó a su serpiente de peluche y al maestro de pociones esta imagen que veía de su hija, le causó ternura.

Hay que dormir con ella- le dijo Madeleine- si no,  se despierta.

Ningún problema-dijo el pelinegro, sacándose la capa, la levita y todo lo demás.

Dejaron a la niña en el medio y ambos padres se acostaron uno a cada lado de ella.

Severus se acostó de lado, mirándola para vigilar su sueño, Madeleine hizo lo mismo.

Lilith se movía y dejó preocupado a su padre.

¿Qué querrá?-le preguntó a su madre mirándola.

Pecho- le dijo la bruja- necesita el pecho de hombre para dormir.

Y cuando estabas en casa, ¿Cómo manejabas este tema? ¿Quién dormía con ella?-le preguntó Snape a la bruja.

Remus, es su padrino-le contestó la adivina.

¿El licántropo dormía con mi hija?- preguntó Severus, abriendo los ojos en demasía.

Yo le daba una poción para que quedara manso como un lobezno, no había riesgo-le explicó la madre de la niña.

Bien, ahora seré yo el adecuado para hacerla dormir-le dijo Snape, decidido.

Veía que su retoña aún se movía, se acercó a ella y la asió hacia su pecho, arrullándola para que durmiera.

Ella duerme encima de pecho descubierto, no con camisa encima- dijo la bruja.

El pelinegro puso los ojos en blanco y sonrío: igual que su madre- dijo riéndose, donde aprovechó de abrirse la camisa y que su cara quedara cerca del pecho del pelinegro.

Ella se refregó sintiendo el aroma del pocionista y abrazada a su serpiente de peluche se quedó dormida, mientras él la arrullaba y acunaba.

¿Y cómo dormiremos nosotros?- preguntó el pelinegro.

Con esto- le dijo la bruja, indicándole el botón verde de la serpiente de peluche, quien la apretó y salió una bella melodía para inducir el sueño.

¡Ingenioso!- le dijo Snape a su bruja.

Se abrazaron a la pequeña y conciliaron sueño ambos.

Nuestro Dulce SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora