Merecidas vacaciones

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Severus fue a ver a Madeleine para contarle de lo sucedido con su hija, la noche anterior, aparte que también  era para planear el tema de las vacaciones de invierno que se acercaban, porque lo que más quería el pelinegro era acercarse a su  hija y en parte reparar el daño que le había hecho el a ella.

¿Dices tú, que estaba en el bosque prohibido?- preguntó la bruja anonadada con el relato de Snape.

Así es- dijo el pocionista- y eso no es todo, estaba con el licántropo al lado de ella.

Eso es normal- dijo la adivina- yo le daba a Remus una poción para que se transformara en un manso lobezno y ella convertida en vampiro lo tranquilizaba porque se ponía a cantar al lado de él.

No desconfío de tus pociones- le dijo el pelinegro- pero hay que hacer resguardos con el tema.

¿Cuándo salimos de vacaciones?- preguntó la bruja.

El 23 de este mes- le dijo el maestro de pociones.

Supongo que estarás con nosotras- le dijo Madeleine.

Faltan dos días para que sea 23 y de hecho me iré con ustedes, no las dejaré solas, son mi familia-le dijo el pelinegro.

Pasaron los dos días y llegó el día 23 donde Madeleine y Lilith se fueron a su hogar, acompañadas por Severus. 

¡Revelio!- dijo ella, al llegar al lugar, donde golpeó la reja tres veces con su varita.

Severus vio ante sus ojos una hermosa casona, entró y fueron recibidos por los elfos.

¡Ama Madeleine!, ¡Amita Lilith!- dijeron los elfos fascinados al verlas, recogiendo sus abrigos y equipajes.

Lilith- dijo su madre- vaya arriba a cambiarse y después bajas.

Si mami- le dijo la niña- con su permiso, profesor.

Snape le hizo una venia y Madeleine reunió a los elfos para informarles de la estadía de Severus en su casa.

Informo que él es mi pareja, así que él también es dueño de casa- les dijo Madeleine- lo atenderán de la misma forma que nos atienden a mi y a mi hija ¿estamos?.

Si ama, no se preocupe- dijo Angélica- yo seré personalmente la elfina del amo Severus.

Hermosa tu casa- le dijo el pelinegro- al ver todo lo que ante sus ojos se mostraba.

Esta casona tiene un laboratorio, ven te lo enseñaré, ya que es muy probable que estemos ambos ahí, preparando pociones- le dijo la bruja.

¿Tienes un laboratorio?-le preguntó Snape.

Si, vamos, ven a verlo-le dijo la bruja,

La siguió hasta el subterráneo y contempló el bien equipado laboratorio que tenía la bruja.

O sea, que cuando estás acá en casa- le dijo el pelinegro- pasas mayor parte acá ¿no?.

Paso acá la mitad del día, porque la otra mitad estoy atendiendo a las personas que vienen al gabinete de mancias y también para tratar enfermedades-le dijo la bruja.

¿Y dónde dormiré yo?-le preguntó el pocionista.

Conmigo en mi alcoba- le dijo la bruja riéndose- de hecho, vamos a la cocina, porque tenemos que ver si hay alimentos suficientes, la última vez que estuve acá faltaba arroz.

¿No van los elfos a hacerte las compras?- le preguntó el pelinegro.

Generalmente las hago yo y ellos cocinan- le explicó Madeleine.

¿Y esos invernaderos?-le preguntó Snape, mirando a través de un ventanal que se notaban como estaban ahí.

Esos invernaderos es donde yo tengo las frutas y verduras para el hogar, también hay uno de plantas medicinales y esotéricas.

O sea, estás bien surtida- le dijo Snape.

Así es, sólo compro los abarrotes y alimentación que no hay en los invernaderos-le explicó la bruja.

Acompañó Severus a la dueña de casa a la cocina y salieron los elfos a recibirla.

Quiero que me informen qué es lo que falta para irlo a comprar de inmediato, ya que no saldré nuevamente por varios días- les dijo la bruja a todos los elfos que estaban ahí- háganme una lista para ir yo personalmente a comprar.

Los elfos asintieron y anotaron todo lo que faltaba, entregándole la lista a la ama.

Bien- dijo Madeleine, colocándose unos anteojos- por lo visto falta leguminosas, arroz, fideos, aceite, sal, azúcar, en fin varias cosas.

Te acompaño- dijo Snape- ¿Lilith se quedará acá o va con nosotros?.

Va con nosotros- le dijo Madeleine- así te acostumbrarás a estar con tu pequeña.

Ningún problema- dijo Snape- ¿Hay que tomar locomoción?.

No, iremos en la camioneta que tengo- le dijo la bruja.

Ok, yo conduzco si- le dijo divertido el pocionista-

¡Lilith!-dijo Madeleine- ¿Estás lista?.

Si, mami- dijo la niña, bajando las escaleras- ¿Dónde iremos?.

A comprar víveres porque se nos están acabando las reservas- le dijo su mamá- toma la mano de tu profesor y nos vamos.

Snape había transfigurado su ropa mágica por una ropa muggle para no llamar la atención donde iban a ir y le tomó la mano a su pequeña, salieron al garage, se subieron a la camioneta y con lista en mano, fueron a comprar todo.

Llegaron a una tostaduría que había en el pueblo que era inmensa.

Buenas tardes- dijo Madeleine- necesito arroz, lentejas, porotos, garbanzos, azúcar, sal, orégano, especias,chocolate en polvo,  leche en polvo, saborizante para leche, fideos para sopa, fideos normales, harina, polvos de hornear, cinco kilos de cada uno por favor- le dijo la bruja- además de 10 litros de aceite, cuatro kilos de mantequilla, cuatro kilos de margarina y diez bandejas de huevo.

Buenas tardes- dijo el dueño de la tostaduría- de inmediato.

Trajeron todos los sacos y todo lo encargado,  los cuales fueron colocados en la parte posterior de la camioneta,  mientras Madeleine pagaba.

¿Nos vamos?- preguntó Snape.

Al lado hay un emporio, necesito cigarros- le dijo la bruja.

Bien, te espero en la camioneta con Lilith-le dijo el pelinegro.

La bruja fue a comprar 20 cartones de cigarrillos para tener para todo el semestre y tres barras  de chocolate para cada uno.

Bien, ahora nos vamos- dijo la bruja, entrando a la camioneta.

Llegaron a la casona, Madeleine puso las protecciones e indicó a los elfos a sacar todo del vehículo y ordenarlo en la cocina y despensa.

¿Esto lo haces todos los semestres?-le preguntó Snape- ¿O sólo lo hiciste porque venía yo?.

Ja ja, ja- se río la bruja- no, todos los semestres hago esto, voy a comprar a la tostaduría y al emporio y la gente no me ve la nariz por varios meses, ¿vamos a descansar?- le pregunta coquetamente a Snape.

Si, vamos- le dijo su pareja.

Subieron a descansar y a planear viajes por todo el resto de las vacaciones.


Nuestro Dulce SecretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora