Nuestro Dulce Secreto

Otro tipo de Leche Parte II

Severus se había llevado a su hija para que no estuviera sola, así podría hacer ella sus deberes cerca de él, mientras el trabajaba en los laboratorios.

Después de haberle chupado su vagina, se preocupaba aún más de su hija, sabiendo que no tenía amigos y que le hacían bullying, prefería tenerla a su lado donde sus ojos la vieran para protegerla y consentirla.

Con los vapores de los calderos, el pelinegro se sacó la capa y levita; se arremangó las mangas y comenzó a trabajar en los calderos para las pociones de su esposa, mientras su hija estaba en su escritorio haciendo sus deberes.

Lilith estaba en su tarea, cuando de repente, vio a su padre sin la capa y levita y lo quedó mirando, su espalda fuerte y ancha, también su trasero haciendo que se despertara en ella instintos que nunca había sentido.

El pelinegro fue a buscar un ingrediente más y la niña esta vez, lo vio de frente y del pantalón notó su bulto que la hizo pensar de forma lasciva sin poder controlarse.

Severus se sintió observado y miró donde estaba su hija que lo estaba observando de manera un poco "extraña".

¿Pasa algo mi amor?- le preguntó su padre.

La niña siendo sorprendida en el acto de observar a su padre como hombre se puso nerviosa y tartamudeó: No papi, nada- le respondió.

Severus terminó las pociones y las dejó reposar, la mirada de su retoña lo inquietó, ya que vio que no lo miraba como papá, sino como hombre, así que se acercó a ella, por atrás.

¿Segura que no pasa nada?-le preguntó cerca de su oído, provocando un salto de nerviosismo de su pequeña, quien se puso nerviosa. Su padre lo notó y quiso saber más.

¡Legerements!-susurró.

Vio que su pequeña lo estaba mirando como hombre, que le miró el miembro y se le hizo agua la boca, también vio todos sus deseos ocultos que sentía por su papá.

La niña lo miraba asustada, así que él la abrazó para tranquilizarla.

Ven, tranquila mi princesa, te calmaré- le dijo arrullándola.

Ella lo abrazaba y lo comenzó a besar por todo el cuello, su padre se sintió relajado y apuntó con su varita la puerta para que nadie molestara; también bloqueó la chimenea.

Tomó la cara de su princesa y la besó en los labios, fue un beso tierno, pero Lilith se aventuró en hacerlo demandante y su padre la siguió tomándola en brazos y dejándola en su escritorio y la colocó ahí.

¡Desvistio!- susurró.

Abrió sus piernas y comenzó a chupar de manera salvaje y tierna a la vez el clítoris de su pequeña hasta que ella acabó en su boca. Severus tenía el miembro duro como palo, se bajó el cierre y se lo mostró a su hija.

Tómalo sin miedo- le dijo él.

Ella lo tocó y se lo colocó instintivamente a la boca, su padre sintió que le estaban succionando el pene y se desquició. Le hacía gargantas profundas, su padre estaba mirando como su pequeña hija al igual que su madre le hacía un oral de lujo, hasta que no aguantó más y lanzó su descarga en su garganta de manera abundante sin parar.

Lilith quedó satisfecha, pero le dio sueño, así que su padre la llevó a su habitación para que durmiera, embotelló las pociones y se fue a dormir al lado de su retoña, abrazándola.