Nuestro Dulce Secreto

Doble sorpresa

Los profesores entraron al Gran Comedor, estupefacientes y ansiosos de un año más en Hogwarts y ya estaban acomodados en sus asientos los alumnos de segundo hasta séptimo año, ordenados en sus mesas según sus casas.

Madeleine se sentó al lado de Remus, quien sería un importante apoyo para lo que ocurriría unos minutos más tarde. La bruja se sentía nerviosa, pero ya no podía echar pie atrás, ya estaba ahí, expectante ante la llegada de su retoña.

Los alumnos de primer año se habían reunido con Hagrid en la estación de Hogsmeade y habían abordado barcas para seis y Hagrid por ser semigigante una sola, diseñada sólo para él.

Lilith había visto como un espejo las profundidades del Lago Negro, observando el calamar gigante mas las sirenas y tritones que lo rodeaban; entonó una suave melodía, tarantéandola, que había provocado que ellos la escucharan y salieran alegres dando brincos en el agua. Sus compañeros lo habían encontrado fantástico, sin embargo Hagrid lo encontró inusual, ya que nunca se habían comportado así esta clase de seres, sospechando que había alguien en las balsas que le agradaran o que estaban en presencia de una veela.

Llegaron al aparcadero y subieron las innumerables escaleras para encontrar en el frontis del Gran Comedor a la profesora Minerva McGonagall, quien esperó atenta hasta que todos llegaran.

Bienvenidos a Hogwarts- dijo la anciana profesora- en breve,  atravesaremos estas puertas para que puedan unirse a sus compañeros, pero antes de eso, se les seleccionará para sus casas, que son Griffindor, Ravenclaw, Hufflepuff y Slytherin-les dijo mencionando adonde iban a llegar y continuó hablando- mientras vivan acá, su casa será como su familia, sus triunfos serán puntos para su casa y cualquier infracción hará que los pierdan-continuó diciendo- al final del año, la casa con más puntos será galardonada con la copa de la casa y la ceremonia de selección tendrá curso en algunos instantes-concluye diciendo a todos los presentes, dándose la vuelta para abrir los portones que custodian el Gran Comedor y dar aviso al Director que están ya apostados afuera.

Todo estaba preparado: los profesores en sus respectivos asientos, el taburete, el sombrero seleccionador, los alumnos anteriormente dichos, así que el Director le da a la Subdirectora el pergamino con los nombres de los alumnos de primer año.

Lilith miraba todo fascinada, era imponente el castillo, jamás se lo había imaginado tan grande, era como tener su propia casa pero multiplicada por diez, tenía tantas ganas de entrar y ver lo que había a unos pasos más allá.

De repente, la Subdirectora llega con un pergamino en las manos y anuncia: Ya estamos listos, seguirme por favor.

Todos siguieron a la señora de sombrero negro y túnica verde, quien los conducía por un pasillo interminable, el cual había en los bordes comedores con muchos estudiantes, quienes los miraban expectantes, Lilith veía la belleza de ese lugar y estaba fascinada con ver todas las velas flotantes que había en el techo, como también el lugar donde estaban, veía las caras de los alumnos y ella al estar sin lentes de sol, no pudo evitar mirar a más de alguno de manera profunda, cosa que a los que esa mirada alcanzó los dejó clavados.

¿Viste la mirada de esa niña pequeña?- dijo Eduardo, estudiante de segundo año de Griffindor a uno de sus compañeros que estaba al lado, ¡es atrapante!.

Llegaron al final de la fila y la Subdirectora habló: ¡Esperen aquí por favor!. Antes de comenzar, el profesor Dumbledore, les dirigirá unas palabras a todos.

Todos quedaron al pie de la escalera y se levantó de su asiento el Director del Colegio Hogwarts, para dar una breve instrucción a los alumnos: Antes que nada, me gustaría decir algunas cosas, los nuevos deben recordar que los estudiantes no pueden entrar al Bosque Prohibido bajo ninguna circunstancia y nuestro celador El Señor Filch, me pidió que les recordara que el pasillo del tercer piso, del lado derecho.  está prohibido para todos aquellos que no quieran sufrir una muerte aterradora, gracias- finalizó diciendo.