PERVERSAS INTENCIONES +18

Capítulo 13

*Canción que canta Leal es de
The walters [I love you so]  en multimedia.

T R E C E

Leal Lombardi.

Las gotas de lluvia empiezan a cubrirme mientras estoy en suelo sin embargo no puedo dejar de llorar, soy consciente que para la subasta qué es dentro de 1 hora, no llegue a estar  presente porque mi vestido está inusable.

—I have to walk away and let, you go i  I ha.. ve to get over but, i lo oove youu so so much, — tartamudeo con lagrimas cubriendo todas mis mejillas —  I love you so much, I love  you so much, I love you so much.

*Tengo que alejarme  y dejarte ir, tengo que superar, Pero te amo tanto, Te amo mucho Te amo mucho, Te amo mucho.

— Qué patética estas hoy — escucho que hablan a mi costado  y  me callo abruptamente, mientras las gotas de lluvia dejan de mojar  mi cuerpo.

Mis párpados me pesan y es agotador pero aún así levanto la vista y veo un paraguas qué me cubre de seguir mojándome y la voz de mi costado no me es para nada desconocida.

Alessandro Bianchi.

— Lamento mucho incomodarlo con mi presencia  Señor Bianchi  — digo de forma sarcástica.

— Creí que no sabía mi apellido señorita Lombardi, pero usted nunca  me deja de sorprender.

— ¿Qué creíste qué nunca te iba a investigar? —digo aún desde el suelo sin encararlo a los ojos.

— Pues si, creí que no me investigarias pero, creo que te subestime.

— No me subestime mucho, señor Bianchi, qué se puede llevar muchas sorpresas — digo con voz baja mientras me levantó del suelo. — Bueno creo que ha sido todo, el espectáculo de hoy a terminado —  hablo cuando estoy  completamente levantada mirando   a donde se supone que deberían estar mis tacones pero no los veo por ningún lado.

— ¿Busca esto Lombardi? — pregunta  levantando mis tacones en el aire, mientras esboza media sonrisa.

—Oigame , pero no me diga que ha tenido un cambio de personalidad estos meses y ahora le encanta usar tacos, si es así le podría prestar los míos o irnos juntitos  de shopping ya sabe como buenas amigas — digo guiñandole un ojo de forma juguetona.

— No sabía que usted tenía alma de comediante — dice levantando una ceja.

— Le dije que se llevaría muchas sorpresas conmigo — alzó los brazos y abro las palmas de mis manos  — ahora deme mis tacos Señor Bianchi qué estos son para una dama.

— Como ordene mi Reina  — dice haciendo una reverencia mientras me da los tacos.

No me da tiempo de contestar porque al mismo tiempo que me da los tacos, me levanta y me apresa contra su pecho.

Al parecer ya se le hizo costumbre, y me jode qué no me incomode como debería, pero tampoco es que me agrade qué lo haga, aun así no puedo explicar porque no lo detengo.

— Leal — dice con voz ronca.

— ¿Si? —digo mirándolo a los ojos

— Hay que dejar ir, a lo que ya nos dejo ir, eres joven puedes enamorarte otra vez, yo no creo en esas tonterías pero al parecer tú si .

—No te metas en eso, no conoces la historia — me remuevo en sus brazos mientras el camina conmigo.

— Solo estoy tratando de decir que no vale la pena llorar por alguien que ya es feliz sin ti, eres guapa y bonita, cualquier hombre te querría para si.

— ¿Tú me querrías para Ti Alessandro? —digo con ganas de molestarlo.

—Por supuesto que no, eres una mujer insoportable.