PERVERSAS INTENCIONES +18

Capítulo 17

D I E S I S I E T E

Leal Lombardi.

Al día siguiente...

Los copos de nieve caen y bañan las calles de Milán con color blanquecino. Los niños juegan  con la nieve  armando muñecos, se ríen y no tienen noción de la vida real en sí ,  los envidio tanto.

Tengo un abrigo gigante, un gorro, bufanda , bien resguardada para el frío.

Aun qué me olvide de mis guantes.

Siempre me olvido de algo.

Mi corazón late frenéticamente en mi pecho, mi cerebro me dice que nada de esto terminará bien, pero mi corazón  quiere creer lo contrario.

Con un último  suspiro ingreso a donde me ha citado, y captó rápidamente el olor  a granos de café , el lugar es pintoresco , no es nada elegante pero si muy acogedor como me gusta.

Entró y lo lejos lo veo.

Mi corazón salta en mi pecho y él me dedica una sonrisa,esta sentado en la parte trasera del lugar, tan imponente y guapo como siempre, captando la atención de varias mujeres en el lugar.

Cuando me acercó , no puedo evitar esbozar una sonrisa, se ha tomado el atrevimiento de pedir dos capuchinos como los viejos tiempos.

Me quedo parada al lado de la mesa sin saber que decir o  con que comenzar, la forma en que me mira me quita el aliento y me da ganas de refugiarme en sus brazos.

— Siéntate Leal, es bueno verte.

Reaccionó y me siento en frente de él.

— Hola Marcello —digo incómoda aunque no lo muestro.

— Hola Leal — me responde casi al instante mirándome con una intensidad qué casi me hace bajar la mirada.

Nadie dice nada, pasando infinitos  segundos donde solo nos miramos como si evocaramos al pasado donde éramos felices.

Y donde estábamos juntos.

Así que la inicia lo que tiene que terminar de una vez porque no creo soportarlo más soy yo.

—Supe que te vas a casar — él asiente sin dejar de mirarme—  y que tienes un bebé en camino  — digo controlándome mientras siento que mi corazón se retuerce bajo mis costillas.

—Nunca me buscaste Leal, asi qué tuve que continuar mi vida le di la oportunidad a Brenda y me enamoré de ella.

Si te busqué

¿Por qué tú sí puedes ser Feliz sin mí y yo no puedo?

—¿Eres  Feliz Leal? —dice mirándome fijamente — Supe que te divorciaste.

— Si, soy feliz, estoy en mi mejor momento  y me alegra que tú también lo seas— miento perfectamente para que me crea.

Me sonríe nostálgicamente mientras asiente.

— Yo también soy feliz Leal, pero siempre pensaré que tú y yo pudimos ser felices, solo que no nos escogiste.

—Si te escogí, acepta que querías ya estar con otra mujer yo fui a buscarte.

—Leal ¿De qué hablas? Fuiste tú la qué se caso con otro hombre.

—  Si te escogí,dejé mi matrimonio una semana después de casarme y corrí , corrí hacia ti, pero te vi teniendo sexo con ella , ella estaba encima de ti en tú oficina — digo con ganas de llorar,  y veo que él se tensa en su asiento — Una  semana, después de casarme corrí hacia ti porque pensé que podríamos ser felices.