Capítulo 30.

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Sábado 14 de Octubre, 2023.
3:30 p.m.

Estaba desesperado por salir del encierro en la casa de Rebecca, no es que no me agradara estar aquí era solo que necesitaba salir, despejarme un poco, solo salir de la rutina.
Así que empaque una muda de ropa y cosas de higiene personal en una maleta pequeña y toque en la habitación de Rebecca para que se diera prisa, ella dijo que entrará y la vi abriendo y cerrando cajones buscando las llaves de la casa de campo intenté ayudar pero no tenía idea de dónde buscar, así que empecé a revolver su escritorio encontrándome con un set de llaves acompañado por un llavero de Mickey Mouse.

-¿Era esto lo que buscábamos?- Dije agitando las llaves haciendo que ella me mirara.

-Sí- respondió tomando las llaves. -Soy muy desordenada, debo limpiar un poco aquí pero será después ahora debemos irnos-

Ella tomó una mochila negra y salió tras de mí cerrando su habitación, bajamos y la pelirroja ya estaba esperando por nosotros.

-Dame las llaves del auto necesito guardar la comida- le dijo a su hermana y Rebecca le entregó las llaves junto con nuestro equipaje.

-Iré con mis padres para avisar que nos vamos- me dijo la castaña y la seguí por detrás cuando comenzó a caminar.

Alejandro estaba sentado en el sofá con una laptop frente a él y Beatrice leyendo un libro a su lado.

-Cuida la velocidad del auto, no dejes que ningún policía de tránsito te detenga o se darán cuenta que tienes a MJ vivo- le dijo Alejandro.

Rebecca me miró y después puso los ojos en blanco fastidiada y yo me quedé en silencio sólo sonriéndole.

-Sé lo que debo hacer- dijo. -Nos veremos el lunes-

-Estaremos bien, yo cuidare de ellas- les dije y el matrimonio me sonrió.

-Me gusta escucharte decir eso, me agradas aún más- dijo Alejandro levantándose y palmeando mi hombro.

-Solo son dos días, nada malo pasará. Ahora, ¿podemos irnos?- habló la castaña.

Asentí y salimos juntos con Lucía ya dentro del auto.

Me percaté que era un auto con vidrios polarizados así que podía estar tranquilo, nadie sabría quien está abordo.

-¿Puedo subir en el asiento del copiloto?- pregunté parado frente a Rebecca.
-Sí- respondió y sin más subí abrochando el cinturón.

La chica subió y encendió el auto saliendo de casa y tomando el camino hacia la autopista, el auto avanzaba con velocidad pero sin rebasar el límite permitido. Cientos de autos pasaban, hasta que la cantidad de automóviles disminuyó haciéndome suponer que nos estábamos acercando a las afueras de la ciudad.

Mire un camino de terracería y la chica condujo siguiéndolo pasando por algunos baches que hacían sacudir el auto.
Observe por mi ventanilla y estábamos en la nada, no había rastro humano aquí.

-¡Llegamos al fin!- dijo Lucía soltando su respiración y desabrochando el cinturón del asiento.

-¿Te gusta a simple vista?- Me preguntó Rebecca.
-Sí. Me da cierta paz, escuchar solo el movimiento de los grandes árboles causado por el viento- respondí aspirando el aire limpio.

Me sonrió mientras me miraba.

-Ven te mostraré la casa por dentro-

Ambos bajamos y entramos, al estar dentro tenía la sensación de un ambiente acogedor y hogareño; era una casa con dos plantas y habitaciones pequeñas que guardaban una temperatura cálida que hacían que no quisieras salir de ahí.

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