Capítulo 58.

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Rebecca:

Marzo, 2026.
CDMX.

Mis padres y yo volvimos a México, han pasado tres meses desde el nacimiento de Ángelo, Sofía ya no nos necesitaba demasiado y a demás tenía la ayuda de André y Lucía así que podíamos regresar a nuestro país en paz. Habían surgido algunos problemas en los laboratorios, extrañamente la maquinaría tuvo algunas fallas que hicieron para las producciones, no encontrábamos explicación tiempo antes nada así había ocurrido y no hayamos el problema se supone que cuentan con un mantenimiento regular. 

Me encontré con Demián mientras caminaba por los pasillos y me puso al tanto de lo que pasaba, hace meses que un chico egresado de la universidad se unió a los laboratorios y por lo que Demián me ha contado que el chico se ha desempeñado muy bien y es muy eficiente que lo ha convertido en su mano derecha.
Demián hablaba con demasiada confianza de él y yo siempre confiaba en Demián con respecto al trabajo, sabía que él no o casi nunca se equivocaba así que podría guíar bien a su aprendiz.

Quise revisar los avances que se tenían y Demián me explicaba todo lo que se había producido en mi ausencia, terminamos y volví a la oficina con él acompañándome.
Él se movía de un lado a otro y en ratos mencionaba a Alicia, lo conocía bien y sabía que algo quería decirme o preguntar.

—¿Estás poniéndome ansiosa? ¿Qué pasa?— Pregunté haciendo que dejara de moverse.

—Ha pasado tiempo pero quier saber ¿Porqué agrediste a Alicia?— Cuestionó. —Te convertiste en alguien más esa tarde—

<<¿Cómo le digo que quiso matarme?>>

—Ella se puso un poco agresiva no aguanté más y me deje llevar por mi impulso— Mentí y él pareció creerme.

—Ya pasé por eso ella me lastimó la mano con un tenedor— Dijo. —Puede sonar gracioso pero en serio fue doloroso—.

—No es gracioso da miedo, ahora más que nunca estoy segura que necesita ayuda de alguien profesional y creo que sería bueno internarla en algún psiquiátrico así no haría se haría daño y mucho menos a alguien más—

—Estoy seguro que va a negarse, ella no escucha razones y cree que todos estamos en su contra—

Alicia estaba desquiciada, y realmente me causaba temor el pensar en lo que podría hacer más adelante.

Parecía que la habíamos llamado porque de un momento a otro entró por la puerta apresurandose a besar a Demián como diciéndome "aléjate él es mío"
Miré con repulsión como lo besaba que parecía querer comérselo.
Caminé hasta el escritorio y me senté anotando en un cuaderno las fallas y avances que teníamos.

Alicia y Demián seguían ahí hablando de cosas sin importancia y la pelinegra le rogaba a Demián para salir a comer juntos a lo que él se negó varias veces.

¡Maldita sea! Su estúpida discusión me estaba hartando ¿Tan difícil era para él llevarla por la merienda? Sé que ella es muy irritante y nada tolerable y tal vez Demián ya no la aguantaba pero tenía que pagar las consecuencias de hacerla su novia.

<<Imbécil.>>

Terminé con mis anotaciones y salí de la oficina yendo al comedor mi estómago estaba hambriento y no me quedaría escuchando los berrinches de Alicia.
No quería comer sola así que me acerqué a una mesa en dónde estaban algunos chicos enviados de alguna universidad y les pedí hacerles compañía, me dejaron sentarme a su lado y mientras comía les hablaba sobre cómo funcionaba todo esto.
Pasados los minutos ellos comenzaron a aburrirse y empezaron a preguntar cosas sobre mí y mi vida personal a lo que por supuesto no respondí, no me pondría a hablar con unos desconocidos sobre lo que pasaba conmigo.
Mi comida se terminó y me levanté excusándome con el trabajo dejando a los universitarios aún sentados en la mesa.

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