Rebecca:
1984/2023.
Baje con prisa por las escaleras y tomamos el auto conduciendo hasta la bodega en donde como de costumbre escondíamos la máquina, intentaba no llorar pero en cada segundo sentía que ya no podría aguantar más Elena se me estaba yendo, yo no estaba con ella y lo peor de todo es que no podía hacer nada para retenerla conmigo. Mis manos y piernas demostraban lo nerviosa que estaba conducía con velocidad rezando por no ser detenida por algún oficial de tránsito y sobre todo rogaba por llegar a tiempo con Elena.
Llegamos a la bodega y mientras Sofía me ayudaba a guardar el equipaje yo configuraba los botones para regresar a 2023. Ella volvió y subimos a la máquina esta vez más que nunca deseaba llegar con rapidez, sentí la turbulencia y el destello por encima de mis párpados cerrados; no sé cuánto tiempo pasó pero al abrir los ojos estaba en el jardín trasero de la casa de Elena en Verona.
Bajamos de la máquina y corrimos dentro de la casa encontrándonos con mi madre llorando desconsoladamente y mi padre a su lado abrazándola, camine hasta ellos y mis ojos ya no aguantaron más yo también solté a llorar sin control.
—Solo es una recaída, ella estará bien ¿Verdad? —pregunté limpiando mis mejillas.
Ellos negaron.
—Ella esta segura que su hora llegó, ya no podemos hacer nada sólo tener resignación— me dijo Beatrice con la voz entrecortada.
—Ve adentro tus hermanos están con ella y solo está esperando por ti— dijo mi padre y obedecí entrando en la habitación intentando sonreír como si todo estuviera bien.
Mire a Lucía y André recostados en la cama a cada costado de Elena, ella abrió los ojos y me dio una sonrisa pequeña levantando su mano para que fuera a ella. Me acerqué y entrelace nuestras manos, poniéndome de rodillas a su lado izquierdo, la apreté con fuerza y mis lágrimas volvieron a bajar.
—Aún no queremos dejarte ir— dije suplicando. —Todavía faltan años por recorrer, tienes que mirarnos casados y con hijos jugando por tu jardín—
Intentó sonreír.
—Créeme que lo he imaginado y me llena de alegría pero tengo que partir, creo que Dios me ha dado tiempo de más y sinceramente estoy cansada de lidiar con la enfermedad— dijo con la respiración lenta.
Tal vez estoy siendo egoísta, tal vez debería dejarla tranquila pero me niego a una vida en donde ya no la veré más, a una vida en donde ni siquiera volveré a escuchar su voz.
—¿Recuerdas cuando pasábamos la vacaciones de verano aquí?— Nos dijo André cambiando el tema y Elena asintió con la cabeza.
—Siempre nos defendías de los regaños de mamá y nos dabas chocolates a escondidas— dije sonriendo.
—Y la canción que cantabas para nosotros— habló Lucía.
Mis recuerdos eran mis mejores viajes en el tiempo, nos vi a mis hermanos y a Elena sentados en el jardín cantando.
André se levantó y encendió el tocadiscos colocando “Pídeme la luna” de Leo Dan, esa era nuestra canción y era tan, tan especial para los cuatro.Cantábamos juntos al unísono de la voz de Leo Dan, era como en los años anteriores con la diferencia que ahora lo hacíamos con tristeza y lágrimas bajando por las mejillas.
Después de tres minutos la canción terminó y Elena habló.
—No me iré sin que los tres me prometan lo que pediré—
Nos miramos y escuchamos atentos lo que tenía para decir.
—André… Promete que tomaras tiempo libre para ti y cuidarás más de tu vida.
Mi hermano asintió.
—Tu sabes que mi trabajo es demandante pero te prometo que buscare vacaciones—
—Espero que no solo sean palabras al viento— dijo mirándolo. —Y aun no termino. También deseo que te unas a una buena chica y formes tu propia familia—
—Estoy en proceso, he encontrado a la chica y no la dejare ir— respondió sonriendo.
Elena hizo lo mismo y siguió con Lucía.
—Mi niña más pequeña y la más despreocupada… El mundo será tu lienzo para pintar cualquier sueño que tengas, pero debes prometerme que lo harás con cuidado tienes demasiado por delante— dijo limpiando una lagrima de la mejilla de Lucía. —Solo comienza a tomar las cosas enserio.
—Lo prometo— respondió mi hermana con la mano en el pecho.
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On The Line
Hayran KurguRebecca, hija de un matrimonio dedicado a la ciencia y fanática de Michael Jackson se propone crear la primera máquina del tiempo y al paso de dos años lo logra teniendo como objetivo ayudar a evitar las desgracias en la vida del Rey del pop con ayu...