On The Line

Capítulo 50.

Michael Jackson:

Marzo, 1988.

Ha comenzado 1988 y durante estos tres meses no he parado de trabajar. De enero a febrero me mantuve filmando  las escenas para la película "Moonwalker" también volví a norte América para iniciar la gira por Estados Unidos.

Es tres de marzo los premios Grammy serán esta noche y tengo cinco nominaciones para el álbum "Bad". Después de cuatro años estoy de regreso y no son solo las nominaciones si no que también estoy a cargo de un performance en donde interpretare "The way you make me feel" y "Man in the mirror" quiero que todo salga a la perfección y también añoro regresar con algunos premios a casa.

Había llegado a la gala de los Grammy con Quincy, los medios y grandes artistas estaban aquí, me sentía emocionado y nervioso no sabía lo que sucedería pero tenía demasiadas esperanzas. Rebecca estaba conmigo, lejos pero cerca, ella estaba en su edificio sentada frente al televisor esperando ver mi actuación, por supuesto que hubiera querido que ella me acompañara esta noche pero era un riesgo así que antes de bajar del auto y entrar a la gala la llamé y el escuchar su voz me relajó.
Todo marchaba bien, la hora de subir al escenario llegó y lo di todo realmente me había entregado al público estaba tan contento cuando termine con el performance, el público estaba gustoso y no paraban de darme sus aplausos.

Pero de un momento a otro todo cambió mi felicidad se había esfumado escuché mi nombre en las nominaciones pero nada. Una nominacion tras otra y en ninguna resulte ganador, sentí que todo se había ido a la basura, me sentía molesto, decepcionado, triste y frustrado solo quería escapar y regresar a la habitación de mi hotel.
Lo que restaba de la gala se me hacía interminable parecía que la noche no terminaría.

12:00 a.m.

¡Por fin estaba en mi auto! Le pedí a Carlos conducir y llevarme de regreso al hotel lo más rápido posible y durante el trayecto llamé por teléfono a Rebecca sabía que era tarde pero necesitaba hablar con ella, solo quería que alguien me escuchara.
Ella dijo que no me dejaría solo y prometió alcanzarme en el hotel donde me estaba hospedando. Al llegar coloqué mis gafas oscuras, sí sabía que era media noche pero no quería que nadie me notará con los ojos llenos de decepción, tomé el elevador y al estar en mi habitación me encerré de inmediato y me solté a llorar ya no podía contenerme llevaba mucho tiempo haciéndolo y había llegado a mi límite.

15 minutos después escuché a alguien golpear mi puerta me acerqué y pregunté de quien se trataba, dije que quería estar solo pero la voz de Rebecca me hizo abrir la puerta de inmediato.
Ella me miró con una expresión de tristeza y tomó mi cara limpiando las lágrimas que no dejaban de caer y me abracé a ella escondiéndome en su hombro dejando salir mi llanto.

—Lo hiciste bien, demasiado bien y los demás son injustos e idiotas por no saber reconocer tu gran esfuerzo y empeño— me dijo acariciando mi cabello. —Diste el mejor espectáculo de la noche nos has hecho vibrar a
todos—

Solloce.

—No tienes idea de como se siente, me he esforzado tanto. Hace 4 años me llevé ocho Grammy y hoy estoy con las manos vacías— Hablé con la voz entrecortada. —Parece que todos me odian.

—¡No, no es así! ¡Habemos demasiadas personas que te amamos y algunas sin conocerte ya lo hacen!— Negué.

—Lo dices para hacerme sentir mejor pero yo sé que me odian y no entiendo las razones. ¡Me han atacado demasiado por el cambio radical en mi aspecto! ¡Me han llamado racista cuando no es así! ¡Le han dado criticas malas al álbum, Rolling Stone lo ha llamado el peor del año!—

—Los medios siempre tratarán de vender malas noticias sobre ti y sobre quien sea pero tu y yo sabemos que nada de eso es verdad— dijo acariciando mi rostro. —No eres ningún racista, y para muchos "Bad" es el mejor de los álbumes, sé que quieres alcanzar la perfección pero amor mío eso es imposible, a veces te olvidas que también eres humano y no dedes sobre exigirte eso es demasiado hasta para ti. Debes darte un respiro no todo está perdido, todos tenemos malos momentos y eso no significa que hemos fracasado—