Rebecca:
Marzo 11, 1993.
8:00 p.m.
Michael había estado muy emocionado durante la mañana alardeando sobre esa cena especial e insistiendo para que volviéramos a 1993, realmente yo no quería hacerlo, no quería volver solo para rompernos el corazón pero él estaba tan insistente y feliz que ya no pude negarme.
Esta sería nuestra última noche, hoy sería la despedida definitiva y no sabía como lo haría o que diría para evitar su sufrimiento.Me quedé en el apartamento que tenía aquí y cubrí con plástico los muebles, guardé en un cajón todos mis recuerdos la nostalgia se apoderó de mi e intenté ya no llorar. Me miré en el espejo y le había puesto demasiado empeño a mi imagen, demasiado empeño para lastimar a Michael.
Me odié por esto, odié a Dante hoy más que nunca, por él tenía que alejarme de lo que más amaba.
No podía ser egoísta no cuando se trataba de Michael, bien podría seguir con él pero lo amo demasiado como para dejar que alguien lo dañe por mi culpa, prefiero tenerlo lejos pero teniendo la seguridad que está a salvo.9:00 p.m.
Estaba llorando por dentro...
Tomé la caja de chocolates con avellanas que tanto le gustan y que sé son sus favoritos y con ella mi carta de despedida.
Me aseguré de no olvidar nada porque no estaría aquí en mucho tiempo, apagué las luces y cerré mi puerta asegurandola con llave. Me quedé en el pasillo retrancada en la pared y todos los flashback llegaron a mí e inconscientemente sonreí cuando recordé la primera vez que Michael estuvo aquí, cuando me hacía reír, cuando cocinabamos juntos o cuando solo nos quedábamos recostados sobre el sofá escuchando nuestras respiraciones. Apreté los ojos y puse las llaves en mi pecho como si eso me fuera a regresar la estabilidad.
<<Que estúpido>>
Busqué el auto y me monté dentro para conducir hasta donde Michael.
Quería llegar rápido para terminar de una vez y también porque tenía media hora de retraso.
Mi cabeza era un caos que apenas podía mantener la atención en la carretera, y tenía miedo de hacer un mal movimiento y causar un accidente. Por fortuna pude llegar completa al rancho de Michael y ese hueco en el estómago y las ganas de vomitar estaban de regreso, creí que mis nervios habían desaparecido solo por el tiempo que conduje pero no y ahora los sentía más fuertes.Estacioné el auto a una calle del rancho y baje con los chocolates y mi carta en las manos, caminé hasta la entrada y Carlos estaba parado ahí esperándome.
—Casi una hora tarde— me dijo cuando abrió el portón. —Pero creo que la espera ha valido la pena. ¡Luces demasiado bien!— sonrió.
Solo me limité a devolver la sonrisa y caminé con Carlos acompañándome.
Y mientras caminaba un aroma floral llegó a mi y pude ver que los jardines estaban llenos de ellas y era hermoso, esas luces calidas le hacían ver mágico.
—El señor Jackson se ha esforzado demasiado en esto y el mismo se aseguró de que todo estuviera como te gusta—
Volvió a hablar el chico y solo hacía que me sintiera más miserable aunque sé que esa no era su intención.
Seguimos hasta llegar al balcón que igual estaba repleto de flores violetas y con una mesa pequeña en el centro.
Todo era muy bello y parecía un sueño pero no tenía idea del porqué Michael preparó todo esto, no había fechas especiales para celebrar o por lo menos yo no recordaba ninguna.
—¿En dónde está Michael?— Pregunté dando la vuelta para mirar a Carlos.
—¿Qué es tan importante?——Iré a buscarlo— respondió. —Y respondiendo a tu segunda pregunta, no puedo decirlo, solo disfruta de esta noche porque no volverá a repetirse—
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On The Line
FanfictionRebecca, hija de un matrimonio dedicado a la ciencia y fanática de Michael Jackson se propone crear la primera máquina del tiempo y al paso de dos años lo logra teniendo como objetivo ayudar a evitar las desgracias en la vida del Rey del pop con ayu...