Michael Jackson:
Octubre, 1986.
3:30p.m.
L.A California.
Quise dar un paseo por las calles de California y me pasé toda la mañana fuera de casa, eran casi las 4:00p.m y estaba en el auto yendo de regreso con Carlos al volante cuando un sonido demasiado familiar y que no había escuchado por mucho tiempo se coló fuera de la guantera, abrí los ojos emocionado y le pedí a Carlos con urgencia que estacionara el auto el chico obedeció y saco el reloj pronunciando el nombre de la castaña, él volteo a mi sonriendo y me entregó el reloj y yo lo tomé apresurado casi arrebatándolo de sus manos.
—Dije que tarde o temprano volvería— me dijo la voz de Rebecca cuando pronuncie un “Hola”
—Fue demasiado tiempo que creí que no volverías—
—Estoy de vuelta y no me iré sin ti, ahora la pregunta del millón ¿irás conmigo al futuro?—
Sonreí y contesté.
—¡Sabes que sí, ya espere demasiado y no puedo decir que no!—
—Te veré hoy por la tarde, comienza a empacar y cuando menos lo esperes estaré tocando el timbre de tu casa—
Dicho eso terminamos la llamada y le devolví el reloj a Carlos, me acerqué al frente y palme su hombro con suavidad.
—Arranca debemos llegar a casa rápido, debes empacar que iremos al futuro— dije.
—Estaba ansioso por oír eso, y despreocúpese señor Jackson que llegaremos antes de lo que imagina— respondió el chico emocionado al igual que yo.
Al llegar al vecindario ni siquiera nos preocupamos por estacionar el auto dentro de la casa solo lo dejamos aparcado frente al jardín y corrimos a empacar.
Entré en la casa y busque con desesperación a mi madre para contarle lo que sucedía, al dar con ella enganche su mano a la mía y jale de ella para llevarla a mi habitación.
—Me iré— le dije sonriendo.
—¿Qué? ¿A dónde?— preguntó confundida.
—Al futuro con Demián y Rebecca, ellos están en camino—
—Hace dos años que nadie sabe de ellos ¿Cómo estás tan seguro que vendrán?—
—La chica no miente, ellos vendrán y nada me impedirá viajar con ellos— dije besando su mejilla, para después abrir el closet y sacando ropa al azar.
—¿Y podrás estar seguro allá?— preguntó con un tono de preocupación.
—Sí y supongo que más de lo que imaginamos—
Ella abrió los labios intentando decir algo pero fue interrumpida por el sonido del timbre, nos miramos y sonreí para después correr a la puerta encontrándome con los chicos.
Ambos me sonreían y se abrazaron a mi en conjunto, había esperado demasiado por este momento.
Hice que entraran, se encontraron con mi madre y le explicaron todo acerca de mi visita al futuro, año 2023 para ser exactos prometiendo que yo no dejaría de comunicarme con ella y era real porque le entregue el reloj con el que podría llamarla cuando quisiera.
—Michael estará bien y todos cuidaremos de él— le dijo Rebecca.
—Han demostrado hacerlo y puedo estar tranquila, pero ¿Cuándo volverá?— Les preguntó mi madre.
Rebecca levanto los hombros y me miró respondiendo.
—Eso depende de cuanto tiempo quiera quedarse podrían ser semanas o hasta un mes—
—No lo sé, pero yo te mantendré al tanto de todo— le respondí.
—Iremos con Carlos mientras terminas de empacar y volveremos por ti— dijo Demián y asentí caminando a mi habitación con mi madre acompañándome.
Media hora después termine de empacar y solo estaba cerrando la última maleta.
—Cuídate bien y no olvides llamarme, confío en que Rebecca te hará sentir como en casa cuando estés lejos de aquí.
Dijo mi madre abrazándome fuerte y asentí moviendo la cabeza.
—Te quiero demasiado— dije a modo de despedida y sin despegarme de ella.
Salí de la habitación con las maletas y abrí la puerta trasera esperando por Demián y Rebecca, mire el auto y se estacionó frente a mi, Carlos me ayudo para guardar el equipaje en la cajuela y subimos en los asientos traseros dirigiéndonos a las afueras de la ciudad, llegando a la bodega abandonada.Bajamos del auto y guardamos todo dentro de la máquina, Rebecca nos pidió subir a la máquina y abrochar los cinturones de seguridad mientras esperábamos que Demián configurará la fecha para ir a 2023, minutos después el pelinegro aviso que estábamos a punto de partir y solo podía sentir emoción, nerviosismo y adrenalina corriendo en mi sangre.
Una sacudida comenzó y con ella un destello enorme que casi podía dejarte ciego, la resplandeciente luz me impedía abrir los ojos y mientras la turbulencia se hacía más fuerte mis manos y piernas temblaban por la emoción, luego de unos minutos un azote en la máquina hizo parar todo lo demás haciéndome suponer que el viaje había terminado.
Abrí los ojos sintiendo los fuertes y rápidos latidos de mi corazón, mire por la pequeña ventanilla y lo único que alcance a percibir fue la oscuridad de la noche.
—¿Todos están bien?— preguntó la chica intentando calmar su respiración mientras volteaba a nosotros y asentimos. —¿También tu Demián?—

ESTÁS LEYENDO
On The Line
FanfictionRebecca, hija de un matrimonio dedicado a la ciencia y fanática de Michael Jackson se propone crear la primera máquina del tiempo y al paso de dos años lo logra teniendo como objetivo ayudar a evitar las desgracias en la vida del Rey del pop con ayu...