Capítulo 101.

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Roma, Italia.
Octubre, 24, 2029.

He esperado por mucho tiempo, que me parecía interminable y a veces hasta algo imposible pero finalmente aquí estoy.

¡Meses, días, semanas y minutos esperando este glorioso día!

Hoy al fin mandaré a todos al carajo. Ocho malditos meses que parecieron años.

Me llevó mucho trabajo planear mi escape. Tuve que buscar salidas de emergencia, y con ayuda de los estúpidos guardias tuve acceso a los planos de la prisión, había encontrado una bodega un tanto secreta en donde almacenaban combustible y explosivos, ese sería mi punto de partida.

Enzo y yo fuimos sumamente cuidadosos, primero nos ganamos la confianza de los guardias y ese trío de "policías" o lo que sea cayeron y solo tuve que prometer cantidades de dinero que jamás en sus miserables vidas habían visto, cantidades de dinero que nunca verían y mucho menos disfrutarán. Me rió yo solo al pensar en lo estúpidos e ingenuos que fueron.
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Flasback:

Octubre, 21.
3:30 a.m.

Me han dejado la celda abierta, el pasillo está oscuro, todos duermen mientras yo salgo intentado hacerlo en silencio. Enzo está a sólo unas cuantas celdas de mi, susurro su nombre cuando me acerco con pasos sigilosos y él ya está fuera de ella esperando por mi.

-¿Listo para recuperar a tu hija?- le pregunto sin poder mirarlo del todo.

-Lo estoy, pero de lo que no estoy seguro es si vamos a salir con vida de aquí.

-¡Lo haremos! Porque yo siempre cumplo mis promesas así que deja tu negatividad a un lado que eso no nos sirve ahora- dije mientras comenzamos a caminar. -¿Tienes el encendedor?- pregunté ya que él siempre cargaba con uno y ahora no podía perderlo, de ese insignificante encendedor dependía nuestra huida.

-Sabes que nunca lo suelto y ahora menos- respondió. -Vamos apresúrate antes que alguien nos descubra-.

Corrimos por los pasillos hasta llegar al enorme patio y cruzar para ir a la bodega sería una travesía ya que todo estaba iluminado por enormes reflectores desde las alturas y sabía que los guardias no tardarían en llegar si encontraban algo inusual aquí.
Enzo fue primero, se escabulló gateando en las orillas que tenían muy poca luz y cuando terminó yo le seguí, lo hice con tal rapidez que mis rodillas dolieron un poco pero no era importante, nada más importaba que irnos de este asquero y deprimente lugar.

Por primera vez en mi vida sentí miedo de ser atrapado, pero no me detuve y  seguí gateando con el cuerpo tembloroso. Enzo esperó por mi y ayudó a ponerme de pié y volvimos a correr ahora hasta la bodega y solo en ese espacio no estaba iluminado.
Las enormes y pesadas puertas estaban entreabierta solo para que pudiéramos entrar, y ahí ya esperaban los tres guardias.

-Si tan solo hubieran utilizado toda esta inteligencia para otra cosa que no sea escapar jamás hubieran estado aquí pagando condena- dijo uno de esos tipos burlándose de nosotros.

-¿En donde está el dinero?- preguntó otro. -No los dejaremos irse sin que antes ese dinero sea seguro-

-¿Porqué son tan imbéciles?- hablé al aire. -Yo soy Dante Blake y siempre cumplo con mi palabra. Tu dinero- me acerqué desafiante a él. -Tu dinero, miserable basura está esperando por ti allá afuera con mi linda asistente, su nombre es Laura. ¡Y podrás tenerlo cuando nos dejes largarnos de aquí!-

-Bien- me dijo para después lanzarnos una muda de ropa. -Aquí tienen ropa para hacerse pasar como civiles, cambience rápido que no hay mucho tiempo-

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