Rebecca:
Enero 12, 2024.
Cuatro días desde que les confesé a mis padres que estoy con Michael y cuatro días en los que siguen molestos conmigo, en la casa todos los días se siente un ambiente incómodo todo está en silencio y aunque Lucía intenta hacer bromas durante la cena para cortar con la tensión no funciona, es tan incomodo el ser ignorada por tus padres y estoy segura que ha nadie le gusta esta sensación.
Parece que tratan de evitarme y por lo tanto yo también a ellos que ni siquiera me he parado en los laboratorios y muy en el fondo yo también me siento molesta con ellos y sobre todo con Demián que se ha comportado como un idiota, en la discusión me dejo ver un lado de él que sabía esconder demasiado bien, supo como engañarme haciéndome creer que era comprensivo y que me daría apoyo pero cuando las cosas no están a su favor él explota.
Quisiera mandarlos a todos al demonio pero no puedo, amo a mis padres y la sola idea de quedarme sin ellos me aterra no quiero seguir en está estúpida situación así que tomé mi móvil y llamé a mi madre quien después de tres intentos tomó mi llamada.
—Dime que necesitas estoy demasiado ocupada— contestó con voz dura.
—Solo llamaba para saber cómo va la fundación dijiste que nos ocuparíamos de eso juntas—
—El edificio está casi listo puedes ir a supervisarlo cuando quieras y respecto al mobiliario te enviaré el catálogo digital para que órdenes el que mejor te parezca—
Apreté los ojos y solté mi respiración pidiendo paciencia para tratar con Beatrice.
—Pero tu prometiste ayudarme estabas tan emocionada por esto tanto
como yo—
—Supongo que no me necesitas, eres una persona adulta de 21 años y puedes tomar tus propias decisiones, puedes hacerlo sola—
Dicho eso terminó con la llamada sin dejarme decir nada más mientras que yo quería decirle que sí la necesito, que siempre voy a necesitarla.
Boté el móvil molesta y me levanté del escritorio caminando al sofá que estaba frente al ventanal y me deje caer sobre el parpadeando una y otra vez intentando no llorar, Sofía toco a mi puerta y entró en seguida sentándose a mi lado.
—¿Terminaste? ¿Ya haz decidido que compondrá la nueva línea?— preguntó sonriendo y solo negué con la cabeza mientras ella frunció el ceño. —No te he visto sonreír desde hace algunos días y eso es algo raro en ti, ¿haz discutido con Michael?—
—No, Michael está bien, trabajando en la música— respondí intentando sonreír. —Es mi madre, sigue molesta conmigo.
Sofía levantó las cejas.
—Ella está siendo demasiado exagerada el mundo y lo que han conseguido no se acabarán porque tu estés con Michael—
—Intenta explicárselo, parece que le gusta hacerme sentir mal y la amo pero no pienso seguir aguantando que me ignore y sus comentarios hirientes— hablé decidida.
—Creo que debes darle tiempo para que termine de asimilarlo y no creo que falte mucho—
—Como sea, no me importa si lo “asimila” o no, no pienso pasarme los días intentando complacer a los demás— dije. —Seré un poco egoísta y comenzaré a preocuparme por mí sin importarme si los demás están de acuerdo o no—
—Bien pero no seas tan dura, no me gustaría verte convertida en una chica fría y arrogante— respondió bromeando.
—Tendría que volver a nacer antes de convertirme en ese tipo de persona—
Sonreí y miré mi reloj.
3:30p.m. me levanté y guardé mis cosas para irme.
—Aún no me das una respuesta— dijo Sofía dándose cuenta de mis intenciones.
—El lunes prometo que les daré mi decisión para la próxima línea, ahora tengo que ir a casa y empacar—
—¿Te irás? ¿Viajarás a 1987?
—No; me quedaré en la ciudad pero te lo explicare después— respondí saliendo al pasillo. —Es viernes, avisa a Víctor y a los demás trabajadores que pueden irse una hora antes, los veré el lunes—
Me despedí de Sofía y de mi secretaria y tome el elevador bajando a la primera planta donde la voz de Víctor anunciaba por los altavoces que la salida de hoy sería a las cuatro en punto, caminé al estacionamiento y conduje acelerando para llegar a casa antes que mis padres.
4:10p.m. y ya estaba en casa, subí a mi habitación y busqué dos maletas en el closet y de inmediato comencé a empacar todo lo que pude, y Lucía me interrumpió dándome un pequeño susto.
—¿Vas con Michael? ¡Llévame contigo, quiero ver a Carlos!— dijo emocionada.
—No iré con Michael, al menos no por ahora— respondí mirándola. —Me iré a la casa de campo por algunos días hasta que mis padres se relajen y su enojo haya cedido—
—Déjame ir contigo.
Negué.
—Tienes escuela y no llegaras a tiempo de la casa de campo a la universidad.
—¡Los tres están exagerando, todos están volviéndose locos!
—No me lo digas a mi, no pienso seguir aguantando que me ignoren como si yo no existiera.
—¡Solo arreglen esto para que todo vuelva a ser como antes!
—No lo creo, dejemos que las semanas pasen y tal vez podamos hablar—.
Termine de empacar y salí con mis maletas a la parte trasera de la casa para subirlas al auto.
—¿Entonces me quedo aquí aburrida lidiando con ellos?— Me preguntó Lucía molesta.
—No están enfadados contigo y puedes ir mañana conmigo si quieres—
Ella rodó los ojos.
—¿Y qué si preguntan por ti?—
—Solo diles que estoy bien pero no les des la dirección del lugar—Ella asintió prometiendo que mañana por la tarde me alcanzaría y me despedí abrazándola fuerte como si ya no fuéramos a vernos más.
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On The Line
FanfictionRebecca, hija de un matrimonio dedicado a la ciencia y fanática de Michael Jackson se propone crear la primera máquina del tiempo y al paso de dos años lo logra teniendo como objetivo ayudar a evitar las desgracias en la vida del Rey del pop con ayu...