3. Nota

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Alhaitham suspiró, acomodando un jarrón con flores en la mesa de su hogar. Decir que estaba acostumbrado a su nuevo estilo de vida no era más que una mentira descarada. Incluso un mes después de su unión, aún colocaba en sus documentos soltero como estado civil y se daba cuenta de su error al prestar atención a su mano, teniendo así que pedir otra forma y empezar de cero.

Había pasado una semana desde que llegó a su casa y vio a Kaveh dormido en el piso de la sala de estar con la cara roja e hinchada, el cabello hecho un desastre y el celular sin batería en la mano derecha. Se preguntó en silencio qué le sucedió, pero él mismo lo dijo:

"Yo no tengo por qué meterme en tu vida ni tú en la mía".

Por lo que, siendo así, no se atrevió a mucho. Se limitó a levantarlo del suelo con cuidado y lo dejó en el sofá, donde colocó un cojín bajo su cabeza y alguna manta sobre él. También conectó el cargador a su celular, dejándole cerca de él por cualquier cosa.

Sin embargo, Kaveh no despertó con la energía usual a la mañana siguiente. Ni a la otra. Era el séptimo día que faltaba al trabajo y Alhaitham no lo había visto comer en ningún momento. Supuso que, obviamente, comió algo de vez en cuando mientras él no se encontraba en casa, pero no tenía pruebas certeras de que eso fuera así.

"Dehya," escribió en su celular, "necesito un consejo".

"¡Vaya!" respondió ella, acompañándolo de emoticones de asombro, "¿qué pasó, galán?"

Alhaitham lo pensó un momento. "No sé," tecleó despacio.

"Eh, creo que deberías saberlo, si es que estás pidiendo un consejo, ¿no?" la chica envió, junto a un emoticón con la ceja levantada.

"Bueno, es que no sé qué pasó" insistió el menor, buscando una forma de contarle a su amiga lo que quería decirle. "Solo sé que Kaveh se encuentra mal y no sé qué hacer".

"¿Mal?" inquirió Dehya con rapidez, su tono preocupado podía ser percibido a través del mensaje de texto. "¿En qué sentido? ¿Qué le hiciste?"

"Nada, Dehya. El día que fuimos al café volví y estaba en el suelo, parecía haberse quedado dormido después de llorar, y no ha ido al trabajo desde entonces," escribió Alhaitham, sintiéndose un poco culpable. ¿Y si en verdad le había hecho algo sin darse cuenta? "En realidad, apenas y lo he visto".

La chica se tardó un tiempo en responder. Parecía que escribía y borraba en repetidas ocasiones, alterando la paciencia del menor. Finalmente, obtuvo un mensaje de vuelta.

"Creo que deberías preguntarle directamente, o contactar a alguno de sus amigos, ¿no crees? Podría ser peligroso que se quede aislado un tiempo más".

Alhaitham lo pensó. En su primer mes de matrimonio, el rubio apenas y mencionó algo de sí mismo. No tenía ningún nombre en mente, pero no era nada que no pudiera averiguar con un poco de búsqueda profunda. "De acuerdo. Gracias, Dehya" envió, para después guardar el celular cuando vio los pulgares arriba y algún otro emoji por parte de su amiga.

Dio un rápido vistazo al reloj en su muñeca, el cuál marcaba la 1:15 p.m. Terminó de acomodar la mesa y dejó comida sobre ella, acompañada de una nota simple en un pedazo de papel verde.

"Mejórate, Kaveh".

"Mejórate, Kaveh"

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De Anillos y Promesas | HaikavehDonde viven las historias. Descúbrelo ahora