O4| My name is Tom Kaulitz

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[TRES MESES DESPUÉS | Marzo, 2010]


A R T E M I S A


—Démeter, recuérdanos el plan, por favor —habla Alberic cruzándose de brazos.

Le doy un sorbo a mi bebida y recorro la pista de baile con la mirada, notando que aún no está repleta porque todavía es temprano. Sunrise, el club que Gregory puso a mi cargo, es hermoso. Tiene dos niveles, un escenario en el que DJs se presentan los fines de semana y boxes privados.

Es elegante, pero sin dejar de tener aquello «especial». Ahora soy yo la encargada de distribuir y venderles prostitutas a los hombres ricos que asisten cada noche a este lugar. Es repugnante, pero me obligo a mí misma a aceptarlo.

Esta es la única forma de obtener mi venganza.

—Iremos a Humanoid, el club más importante de los Kaulitz, y esperaremos a que aparezcan. Cuando lo hagan, los seguiremos hasta el Underground y buscaremos la forma de llegar a ellos.

Alberic asiente con la cabeza al escucharla, termina su bebida y sonríe satisfecho.

—La forma más simple de poder lograrlo es que compitan en las carreras, pero si deciden no hacerlo, dependerá de ustedes lograr que la primera fase del plan salga a la perfección —dice poniéndose de pie—. Suerte.

Lo sigo con la mirada hasta que sale del club, dejándonos junto a Levi y Amir, quienes terminan sus bebidas y nos hacen una seña para irnos. Me pongo de pie y camino hacia los boxes, buscando con la mirada a Alec, al cual no tardo en encontrar.

—Me iré, te quedas a cargo. Y, por favor, no vuelvas a permitir que Rudson ingrese.

—A sus órdenes, madame.

Asiento y giro sobre mí misma, regresando con el resto.

Rudson es un sujeto desagradable, se droga y bebe alcohol hasta no poder más y golpea a las mujeres que le ofrecen sus servicios dentro de Sunrise, por eso tiene prohibida la entrada.

Caminamos hasta llegar fuera, Levi se encarga de pedirle al valet parking mi auto y cuando lo tengo en frente, ambos nos montamos dentro, conduciendo de regreso a la mansión con Démeter y Amir siguiéndonos en su Porsche.

Los tres meses de entrenamiento transcurrieron más rápido de lo que esperaba, aprendimos a pelear, a conducir y a usar todas las armas a la perfección. Pero por supuesto, todo esto nos costó noches enteras sin dormir.

Levi y Amir se convirtieron en nuestros amigos, lo cual facilita aún más las cosas al tenerles confianza. Nuestra relación con Gregory se limita a ser estrictamente laboral, no ha intentando otra vez acercarse a nosotras en ningún momento, pero siempre está pendiente por si llegamos a necesitar algo.

Eso es extraño, pero he decidido no pensar más en ello.

Hoy, después de tres meses, empieza la fase uno del plan: conocer a los Kaulitz. Humanoid es su club, su mundo, su inversión más importante y grande. En este se mueven y su gente siempre está dentro, esa es la razón por la que iremos a Humanoid.

Debemos lograr entrar para localizarlos, pero si esto no sucede, tenemos la opción B: acercarnos a sus amigos o socios más cercanos y luego seguirlos hasta el Underground. En ese lugar se realizan carreras ilegales de autos y peleas clandestinas dentro de una fábrica abandonada en muy buen estado. La policía no intercede porque al igual que Gregory, los tienen comprados.

¿Novedad? Por supuesto que no.

Estaciono la camioneta en frente de la mansión que se alza ante nuestros ojos e ingresamos. Un par de horas después, específicamente a las nueve de la noche, todos nos dirigimos a nuestras habitaciones, sumidos en nuestros pensamientos sin decir una palabra para prepararnos para el encuentro.

Estos son nuestros últimos minutos siendo Artemisa Sallow, pronto seré Artemisa McQuoid.

Tomo una ducha bastante larga y al salir, me dirijo a mi armario.

Darkness feel like hellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora