11| Allies or enemies?

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Canción en multimedia: The wolf in your darkest room - Matthew Mayfield.


[DOS SEMANAS DESPUÉS]

El Havre, Francia.

A R T E M I S A


Georg y Gustav nos llevaron a rastras hacia las camionetas después de que Tom asesinara a Satoru en el Underground. Perdí la consciencia y para cuando desperté, tenía la puñalada cocida y estaba en medio de la carretera. Las manos derechas de los Kaulitz condujeron durante horas hasta llegar a una casa de playa.

La brisa marina y la vista del mar que tengo desde mi ventana me calma de cierta forma. Tal vez nos encontremos en el Havre, la ciudad más cercana a Paris que tiene salida al océano.

Me separaron de mi hermana desde entonces y nos encerraron en habitaciones separadas. Georg se encarga de traerme comida, apenas probé bocado los primeros días hasta que me di cuenta de que no ganaba nada debilitándome a mí misma.

Tengo que resistir por ambas.

Georg me ignora todo el tiempo, no me mira, no habla, solo deja la comida y se va. Y últimamente ha empezado a dejarme comida cuando estoy dormida para evitar confrontarme.

Cobarde.

Sin embargo, después de dos semanas sin noticias del exterior, Bill aparece en mi habitación sin previo aviso. Me pongo de pie como si hubiera recibido una descarga eléctrica. Sus ojos, iguales a los de su gemelo maquiavélico, me analizan de pies a cabeza.

—¿Cómo te sientes?

—¿Tienes idea de la cantidad de veces que he escuchado esa pregunta estúpida? —espeto caminando hasta llegar frente a él—. ¿Dónde está Démeter?

Su mirada es suave, como si realmente no le importara mucho el tono de voz que uso o lo furiosa que estoy, a diferencia de Tom, quien pierde el control con facilidad. 

—Te llevaré con ella.

Contengo la respiración, incrédula. Lo observo abrir la puerta para mí, se hace a un lado y espera a que me acerque mientras yo dudo por un momento si esto es realidad o si se trata de un típico sueño esperanzador.

Da igual.

Podré ver a mi hermana aunque esté dormida.

Camino detrás de él dirigiéndonos hasta el final de un largo pasillo con puertas . Todo es de color blanco, impecable, reluciente. Esto resulta ser irónico considerando quiénes son los que la habitan.

Bill detiene sus movimientos frente a la última puerta y cuando la abre, mi corazón late con fuerza. Los ojos verdes de mi hermana se posan sobre los míos, sin poder creer lo que está viendo, al igual que yo. Baja de la cama y camina lentamente hacia mí con lágrimas humedeciendo sus mejillas.

Me abro paso y sin esperar más, la estrecho con fuerza permitiendo que se eche a llorar sobre mi hombro sujetándose a mi cuerpo como si de eso dependiera su vida.

Cierro los ojos. Siento que he recuperado una parte de mí que pensé que había perdido.

—Me hacías falta, Misa —murmura al separarnos—. Yo... no sabía nada de ti. Pensé que...

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Darkness feel like hellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora