Darkness feel like hell

Final chapter

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Recomiendo leer este capítulo con la canción en multimedia (Apologize - OneRepublic, Timbaland).
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[TRES DÍAS DESPUÉS...]

⚜︎ N A R R A D O R ⚜︎

Después de haber dejado a Démeter y Bill en la pista de aterrizaje para su regreso a Francia, Tom y Artemisa regresan a la casa de campo en Leipzig.

La peli negra está más inquieta de lo normal, pues antes de despedirse de su melliza, ambas acordaron confesar su gran secreto cuando antes debido a que, en cuanto Bill pise tierras francesas, empezará la tortura de Ozuru y Han y suponen que esos dos sujetos no tardarán en hablar.

Específicamente, no tardarán en decir que ambas son hijas de Gregory Sallow.

Tom nota que algo sucede con ella, pero supone que se trata de su reciente compromiso y de cierta forma no se equivoca.

—Necesito decirte algo —suelta el gemelo de pronto cuando terminan de cenar—. Ven conmigo.

Guía a Artemisa hacia el segundo piso, mientras ella piensa cómo decirle que es una Sallow esta misma noche. Está tensa, muy tensa, ni siquiera sabe por dónde empezar, no quiere arruinar todo. ¡Acaba de pedirle que sea su esposa! Va a destrozarle el corazón, lo sabe bien. Suspira por milésima vez en la noche.

Se pregunta si al menos seguirá con vida cuando Tom sepa la verdad. El hecho de tener a Levi y a Gustav en la misma casa la tranquiliza, pero ¿ellos serán capaces de retener a un Tom brutalmente enfadado y con el corazón roto? Nadie puede con él cuando está fuera de sí, excepto Bill, y su gemelo no se encuentra aquí.

Intenta regular su respiración en cuanto llegan a su habitación. No quiere ponerse en evidencia tan rápido, debe controlarse. Tom por su parte toma asiento en el sofá dentro del lugar y con una seña le indica que se siente a su lado. La peli negra lo hace, apreciando el color de sus ojos. El marrón desde hace mucho se convirtió en el color de su perdición.

—¿Qué sucede? —pregunta Artemisa rompiendo el silencio.

Por un momento la idea de que sepa quién es realmente pasa por su cabeza, pero se disipa con rapidez. No cree que Tom pueda estar tan tranquilo sabiendo que es hija de Gregory, el monstruo que le arruinó la vida.

—¿Qué es lo que esperas de mí, Artemisa?

La pregunta la deja sin aliento. Nunca antes se había planteado aquello.

—¿Esperar de ti?

Él asiente con la cabeza. La peli negra aparta la mirada, jugando con sus manos nerviosa, recordando al mismo tiempo todo lo que ha vivido a su lado.

—No espero nada —murmura regresando la mirada a él, quien debe controlar el impulso de enterrarle la polla cuando ve sus labios moverse y sus ojos azules brillar. Es hermosa—. Me siento bien y feliz contigo, me siento segura, como nunca antes me había sentido. Creo que esperar algo de ti sería idealizarte y... eres un ser humano, tal vez cometas errores más adelante al igual que yo y no por eso dejaré de amarte.

¿Existe ser más perfecto sobre la faz de la tierra? Tom cree que no. Está perdido e irreparablemente enamorado de ella y nada ni nadie podría cambiar eso.

—He estado pensando en retirarme —confiesa sujetando su mano—. Salirme del negocio.

Tom se planteó a sí mismo su retiro de la mafia cuando Artemisa fue secuestrada por Ozuru y Han. Y cuando la encontró después de una semana, verla destruida confirmó lo que había estado pensando: No puede seguir en este mundo si quiere protegerla, tarde o temprano comenzará otra guerra y todos se encargarán de buscarla. Saben que ella es su punto débil y es ese uno de los motivos por los cuales la hará su esposa también, así podrá hacer y deshacer lo que Artemisa considere necesario.