14| Blue, blue, blue

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T O M


Ver sus zafiros al apartarnos para tomar aire mueve algo en mi sistema. No estoy seguro si se debe al color azul que tienen que no se compara con nada que haya visto antes o al hecho de que su cuerpo sea una maldita tentación, pero algo acaba de suceder.

Algo que la pone en peligro.

Debo matarla.

No dice nada, simplemente se queda en silencio recorriendo con la mirada cada detalle de mi rostro hasta que vuelve en sí

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No dice nada, simplemente se queda en silencio recorriendo con la mirada cada detalle de mi rostro hasta que vuelve en sí.

—¿Qué quieres de mí? —murmura sobre mi boca.

Sonrío de lado y sujeto su rostro, sintiendo su aliento chocar contra mis labios.

Me vuelve loco en todos los putos sentidos.

Haber visto la forma en la que se deshizo con simpleza de Lea para llegar a mí, afirma una vez más que es la mujer que quiero tener de por vida. Es ella quien será mi mujer, a la que le daré mi apellido y a quien haré sufrir hasta llevarme la última gota de esperanza y fuerza que quede en su sistema.

Por eso debo matarla.

Debo cortarle el cuello antes de que se convierta en un problema para mí.

Solo tengo una debilidad: Bill. No puedo sumar una más.

Pero no puedo sacarme de la cabeza la mirada oscura y poco cuerda que aparece cada vez que intenta acabar conmigo, no puedo sacarme de la cabeza su voz, su mirada azul y su cuerpo que parecen estar hechos para hacerme caer de rodillas ante ella.

Ninguna mujer que he torturado antes ha durado más de una semana, pero Artemisa... ella es diferente. Me reta todo el maldito tiempo, no hay ni un solo segundo que no lo haga y eso llama aún más mi atención.

Lo detesto.

Ha saboreado la muerte, ha saboreado un poco del infierno, pero a pesar de eso continúa de pie, lista para retarme una vez más. Eso solo hace que el deseo de querer destruir todo en ella crezca.

Quiero hundirme en ella hasta consumirla por completo.

Quiero que sea mía.

Aparto un mechón de cabello de su rostro, analizando el albornoz que lleva puesto. Me relamo los labios al saber lo que encontraré cuando le quite esa mierda de encima.

—Quiero todo de ti, diosa griega —contesto acariciando su labio inferior con el pulgar—. Quiero tu alma entera, quiero que te pierdas en la oscuridad y que me pidas a gritos que vaya por ti. Quiero que sientas que no puedes vivir sin tenerme al lado. Eso quiero.

Suelta un jadeo mientras yo solo puedo pensar en lo bien que se vería esa boquita suya con mi polla atravesada.

Carajo.

Darkness feel like hellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora