O8| Dangerous business

1.5K 73 11
                                    




A R T E M I S A

Sujeto el borde de mi vestido y lo arrastro hacia abajo, pero eso hace que mi escote se vea mucho más. Resoplo.

La ropa que los Kaulitz me han obligado a usar es extremadamente incómoda y diminuta, perfecta para captar la atención de cualquiera que se atraviese en mi camino. Específicamente para captar la atención del italiano, pues al parecer soy el tipo de mujer que le agradan según los documentos que Tom me obligó a leer.

Soy como un tipo de muñeca sexual, diseñada con el único objetivo de satisfacer a un hombre.

Me cruzo de brazos para taparme los pechos, siguiendo por detrás a Tyson. Llegamos al gran salón de la mansión que tiene una enorme mesa hecha de mármol acompañada por sillas perfectamente alineadas. Al medio se alza un candelabro llamativo y al lado una gran ventana ligeramente abierta es la encargada de iluminar parte del lugar.

Los Kaulitz aparecen de espaldas sentados junto a un hombre de traje. Al instante sé de quién se trata, es exactamente igual a la fotografía en esos documentos.

Trago saliva al mismo tiempo en que Tyson carraspea para captar la atención de los gemelos. Estos giran en su dirección y sus ojos se clavan en mí. Repasan mi cuerpo con la mirada, relamiendo sus labios. Sus movimientos parecen estar coordinados, hasta que los ojos marrones de Tom son los primeros en posarse sobre los míos.

No reflejan nada, están vacíos, carentes de emociones. Se pone de pie y se acerca a mi oído, rozando sus labios con mi piel.

Su toque me eriza, pero no me muevo.

—Sabes lo que tienes que hacer, no hace falta que repita lo que sucederá si decides no obedecer —susurra colocando un mechón de mi cabello tras mi oreja.

Se aleja de mí, dejándome frente al italiano que me mira con atención.

—Francesco, ella es Artemisa, será tuya esta noche.

—Es un pequeño obsequio para nuestro futuro socio —bromea Bill.

El hecho de que me traten como un objeto hace que quiera vomitar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El hecho de que me traten como un objeto hace que quiera vomitar. Quiero hacerlos sufrir, pero por ahora solo puedo mantenerme al margen y seducir al hombre con el que desean cerrar un negocio importante, utilizándome a mí como carnada para atrapar al pez gordo.

Genial.

Los ojos verdes de Francesco se dirigen a los míos y noto que se obliga a sonreír. Espero que me mire con lujuria, que me coma con los ojos como todos los hombres que mi padre nos presentó a Démeter y a mí, pero eso no sucede.

No hay lujuria en su mirada, incluso parece... incómodo.

Se acerca y besa mi mano sin quitarme la mirada de encima; su tacto es suave, esperaba que fuera todo lo contrario. Es muy apuesto, no puedo negarlo, y a diferencia de los Kaulitz, él sí parece una persona normal.

Darkness feel like hellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora