Don't say yes!

Episodio 11

Durante el día siguiente después de la conversación en el jardín Kyle no se pudo mantener del todo concentrado, hacía bien su trabajo como ya era costumbre pero los recuerdos de lo sucedido el día anterior lo distraían, como si de repente su mente se perdiera entre todos esos pensamientos. Si bien hasta ese momento Eric no había intentado tener un acercamiento hacia él más allá de los que ya hacía antes esto lo confundía sabiendo que fué él quien propuso ser amantes.

Al escuchar la voz de Eric detrás de él salió del trance en el que estaba y pudo volver a enfocarse en lo que hacía. El castaño le informó que al día siguiente sería el cumpleaños de la persona que se había asociado con él para la nueva sucursal de "the luxe bistro" y que necesitaba que salieran para que le comprara un traje nuevo, ya que según él los que Kyle tenía no eran lo suficientemente elegantes como para presentarse en un evento como ese. Kyle se negó diciendo que era suficiente con verse formal pero Eric insistió con comprarle uno nuevo hasta que luego de un rato logró que aceptara.

Ambos subieron al convertible rojo (que por alguna razón Eric sólo usaba cuando salía con Kyle desde que le dijo que ese auto le llamaba la atención) y se fueron. Visitaron varias tiendas de ropa pero no encontraban algo que a Kyle le gustara y según Eric se adaptara a lo que estaban buscando, estuvieron llendo de tienda en tienda hasta poder encontrar el adecuado.

- Creo que ya entiendo lo que quieres - Kyle lo miró por unos segundos y sonrió para luego volver la vista hacia un elegante conjunto que había estado mirando desde hace un rato - espérame afuera de los probadores, no tardo.

Sin dejarlo decir nada más Kyle se fué. Y tal como se lo pidió el más alto estuvo esperándolo afuera de los probadores, enviando algunos mensajes desde su teléfono hasta que escuchó al judío llamándolo. Al verlo quedó impresionado por lo bien que se veía: era un elegante traje color rubí que resaltaba bastante sus facciones, en especial esos ojos verdes que no paraban de mirarlo. Eric se quedó sin palabras por lo maravillado que estaba al ver así a Kyle.

- ¿No vas a decir nada? - Kyle preguntó, con una sensación de nervios invadiendolo al notar que su jefe no paraba de mirarlo.

- Nos lo llevamos, no me importa cuánto cueste, lo compraré para ti de todos modos.

- ¿Estás seguro? Hace un momento revisé el precio, es un poco costoso, puedo buscar alguna otra opción.

- Kyle - el más alto lo miró a los ojos y le sonrió - dije que no me importa cuánto cueste, lo compraré para ti. No te preocupes demasiado por esto, no voy a descontartelo de tu sueldo.

En cuanto Eric pagó el conjunto ambos subieron al auto y regresaron a la casa del empresario, donde su prometida los estaba esperando. Nuevamente Eric se mostró indiferente con ella y simplemente la saludó y se fué a su oficina, mientras que Kyle sí se tomó la molestia de agradecerle por esperarlos.

Heidi le preguntó si había salido a algún lado con Eric y Kyle respondió que sí y que habían salido a comprar ropa para la fiesta de mañana. La chica se sorprendió al saber que el pelirrojo iría con ellos y no sería una velada romántica entre Eric y ella, aunque igual lo tomó con cierta normalidad considerando que se trataba del asistente personal de su futuro esposo.

Durante la tarde del día siguiente los tres se dedicaron a arreglarse para el evento, la fiesta iniciaría a las siete así que debían estar listos cuanto antes.

Kyle tomó un baño y se vistió con el elegante traje rojo que había elegido el día anterior, trató de peinar sus rizados cabellos pelirrojos lo mejor que pudiera y salió del cuarto para encontrarse con la pareja en la oficina que compartía con su jefe, tal y como Eric se lo había dicho. Al entrar y ver a Heidi vestida con un hermoso vestido verde entallado, cabello recogido en un elegante moño y joyas que la hacían resaltar más no pudo evitar pensar en lo bonita que era... E inevitablemente se preguntó si realmente podría competir contra eso.