El corazón del pelirrojo aún se aferraba a Eric y quería de algún modo buscar una solución a esto aunque su sentido de la razón le dijera que se diera por vencido y que esa relación ya estaba perdida desde un inicio, que un potencial romance entre ellos sólo existiría en sus sueños más salvajes... O al menos eso era lo que creía hasta esa tarde, justamente un día antes de la boda...
Como cada día Kyle terminó su trabajo, esta vez sólo le faltó contactar a algunos proveedores del restaurante para reabastecer y volver a armar un inventario. Extrañamente ese día Eric le dijo que su horario de trabajo terminaría más temprano y antes de la puesta de sol le pidió a Kyle que regresara a su habitación y no saliera hasta que él lo llamara para cenar, a Kyle se le hizo extraña esta petición pero obedeció de todos modos al tratarse de una petición de su jefe.
En cuanto entró Kyle se aseguró de cerrar con seguro la puerta y se dejó caer sobre la cama, abrazando una almohada y mirando hacia el techo tratando de comprender el dolor que sentía su corazón. No lo entendía del todo, era consciente de que lo suyo con Eric era algo meramente físico y que no pasaría nada más allá de lo sexual, pero al parecer su corazón no lo entendía y se sentía profundamente adolorido al saber que perdería su lugar al lado del castaño. Cansado de sentir que estaba ahogándose entre toda esa mierda decidió llamar a Stan y Kenny, quienes últimamente se volvieron hasta cierto punto cercanos a él y más o menos entendían lo que estaba pasando entre ellos dos.
Durante esa llamada el pelirrojo pudo desahogarse y contar todo lo que se había estado guardando durante esas semanas, todo lo que estaba sintiendo y pensando mientras organizaba la boda (a la que irónicamente no fué invitado) y hablar sobre aquellas ocasiones en las que no sabía si el castaño estaba siendo honesto o solamente le daba falsas esperanzas. Fué una conversación larga y cargada de sentimientos que finalizó con un consejo por parte de Kenny.
- Ky, posiblemente jamás sabremos exactamente lo que pasó entre ustedes dos o lo que estés sintiendo, pero si en serio lo amas no lo dejes ir... Al menos no tan fácilmente, pelea por él así sea lo último que hagas.
Después de eso la llamada terminó. Kyle dejó de lado su teléfono, suspiró aún mirando al techo y después de pensarlo por un rato decidió buscar a Eric y hablar con él o al menos obtener un último beso. Salió de su dormitorio y caminó hasta la oficina, tocó la puerta y al no obtener una respuesta entró. Al hacerlo lo primero que vió fué a un Eric Cartman completamente ebrio, con su cabeza recostada sobre su escritorio, un vaso de cristal junto con una botella vacía de whisky a su lado y dos tiradas sobre la roja alfombra que daba un toque elegante a la oficina, además de que pudo escuchar algo como... ¿Sollozos? No, eso era imposible, un tipo como él difícilmente deja que lo vean llorar.
- ¡Kyle! ¡sabría que vendrías! - rápidamente Eric notó la presencia del pelirrojo y al hacerlo trató de levantarse, cosa que no pudo por el estado en que se encontraba - ¡no te vayas, judío imbécil! yo te amo...
- ¡¿Qué?!
Al escuchar eso Kyle cerró la puerta de la oficina y se acercó hasta donde Eric estaba, mirándolo de cerca y apartando los mechones de cabello que cubrían parte de su rostro.
- Te amo Kyle, desde que éramos adolescentes te he amado... Te contraté porque se trataba de ti y todos esos regalos y paseos eran un intento de hacer que te enamores de mi... Lo de ser amantes era sólo una excusa para poder besarte y tocarte...
- Eric pero... ¿Y tu prometida? No creo que a Heidi le guste escuchar esto.
- No la amo, Kyle... Su padre es un idiota drogadicto incapaz de conseguir un empleo estable y tiene en la mierda a su familia... Conozco a Heidi desde la universidad y aunque su padre me odiara por ser como soy decidió casar a su hija conmigo cuando se enteró que estaba comenzando a ganar mucho dinero con algo que construí gracias a ti... Fuiste tú el que me dió la idea ese día que probaste mis hamburguesas y mencionaste que te gustaron... Además, mi madre también comenzó a presionarme para que encuentre una pareja y me case...
Estando ebrio Eric comenzó a hablar más de su infancia, más en específico sobre lo solo que se sentía al tener poca atención de su madre y lo desesperado que se sentía por encontrar a alguien que realmente lo quisiera y le diera esa atención y cariño que no obtuvo por parte de su única familia sino hasta que su empresa comenzó a tener éxito y generar ganancias millonarias. También volvió a decirle a Kyle que lo amaba y que no deseaba casarse si no era con él.
Ante estas declaraciones Kyle esperó a que su jefe se quedara dormido para salir de ahí, cerrar la puerta nuevamente y llamar a Stan y Kenny para contar lo que acababa de escuchar.
Si en serio lo amas no lo dejes ir... Al menos no tan fácilmente, pelea por él así sea lo último que hagas...
Fueron esas palabras las que se mantenían en su mente durante esa conversación en la que ambos chicos le preguntaron si haría algo al respecto con lo que ahora sabía.
El pelirrojo comenzó a sentir que su corazón temía perder al castaño para siempre, odiaba imaginarse a Eric durmiendo junto a Heidi, celebrando su primer año de casados e incluso teniendo hijos, se sentía bastante celoso con sólo imaginarlo y odiaba todos esos posibles escenarios... Fué ahí cuando se dió cuenta y se atrevió a admitir que amaba a Eric, que lo que sentía por él sí era amor y no sólo una pasión momentánea como se había hecho creer a sí mismo... De ninguna manera podía permitir que ese hombre se casara con Heidi.
Al día siguiente se levantó temprano, tomó un baño y volvió a ponerse el mismo traje rojo que el más alto le había regalado tiempo atrás, no le importaba si la ceremonia se celebraba hasta que el sol se pusiera, él estaría listo desde antes, de todos modos al ser encargado de la organización de la boda sabría dónde y a qué hora se realizaría la ceremonia y aunque no fuera invitado de todos modos asistiría.
Llagada la hora el pelirrojo se armó de valor, salió de la lujosa casa donde vivía y se dirigió en autobús hasta el lugar en donde su jefe se estaría casando, logrando colarse entre los invitados que tomaban asiento en espera de que la boda comience. Pasado un rato la dichosa ceremonia inició: Heidi caminaba como reina de pasarela al ritmo de la melodía del órgano que sonaba como la marcha de la muerte, Eric la miraba tratando de apartentar felicidad cuando por un segundo desvió la mirada hacia sus invitados... Entonces lo vió, esa melena roja, piel pálida decorada por pecas y ojos verdes que lo hicieron dudar sobre si realmente estaba tomando una buena decisión.
La ceremonia transcurría de forma normal y Kyle aún se debatía consigo mismo sobre si realmente se atrevería a hacerlo, su corazón latía con velocidad y sentía como la ansiedad se apoderaba de él. El tiempo se estaba acabando, debía hacer algo pero aún no se atrevía, o al menos no hasta que...
Si alguien de los aquí presentes conoce alguna razón para impedir celebrar este matrimonio que hable ahora o calle para siempre...

ESTÁS LEYENDO
Don't say yes!
Fanfiction"No soy el tipo de chico que debería interrumpir una boda de forma grosera pero tú no eres el tipo de chico que debería casarse con la chica equivocada" ¿Hay algo peor que haberte enamorado de tu jefe que para el colmo está comprometido? Pues bueno...