Don't say yes!

Episodio 3

El pelirrojo agradeció antes de subir a la oficina, la emoción combinada con los nervios seguían apoderándose de él pero trataba de disimular para no quedar mal. Tocó la puerta y entró al escuchar una voz que le resultó algo familiar indicándole que puede entrar y al hacerlo se encontró con una sorpresa que cambiaría su vida para siempre sin él saberlo.

- ¿Te acuerdas de mi, Kahl? 

Para sorpresa de Kyle ese hombre que lo había contratado y ahora sería su jefe no era otro mas que el sádico, calculador y bien parecido Eric Cartman, el chico que lo había dejado confundido y que con el pasar de los años se había vuelto más alto y apuesto pese a seguir manteniendo esa complexión robusta que siempre lo ha caracterizado pero que por alguna razón ante los ojos del pelirrojo resaltaba más su atractivo.

- No te lo esperabas ¿verdad judío? - al ver la expresión de sorpresa que el rostro de Kyle morstraba Eric se levantó de su silla y se acercó al contrario hasta quedar peligrosamente cerca - ¿veniste hasta acá sólo para verme?

- No digas pendejadas Cartman - inmediatamente Kyle lo apartó tratando de disimular el sonrojo que ya se asomaba en sus mejillas - estoy aquí por el empleo pero si sólo me querías para joderme entonces apartate y deja de hacerme perder el tiempo.

- Oh, para nada.

Dicho esto Eric regresó a su escritorio y sacó de uno de los cajones un sobre en el que venía el dichoso contrato. Antes de firmar Kyle comenzó a leerlo detenidamente procurando no perder ni un sólo detalle de lo ahí escrito. Fué casi a la mitad de la página cuando se dió cuenta de que no estaba firmando para el puesto de abogado como tal, sino que básicamente Eric quería que fuera su asistente personal. Obvio le reclamó y el más alto se defendió diciendo que en el anuncio publicado por él mismo decía que buscaba un asistente personal y que entre todas esas funciones que él debía ejercer estaba el también ser su abogado, Kyle le reprochó diciendo que nunca le habían especificado esa parte y que si estaba ahí era porque prácticamente lo habían contratado sin necesidad de una entrevista.

- Cincuenta y cinco dólares la hora - Kyle estaba por marcharse cuando la voz de Eric detrás suyo lo interrumpió, al escuchar eso inmediatamente volvió la mirada hacia él - te pagaré cincuenta y cinco dólares la hora si aceptas trabajar para mi. Tendrás los fines de semana libres siempre y cuando no tengas que acompañarme a un evento, en todo caso te pagaré quince dólares más. Ya sabía que los judíos son avariciosos así que esa es mi propuesta para tenerte trabajando para mi.

Si bien Kyle estuvo a punto de darle un puñetazo en cuanto comenzó a mencionar a los judíos lo cierto es que la oferta era demasiado tentadora como para rechazarla, la paga era demasiado buena para ser un simple asistente. El chico suspiró, miró fijamente al más alto y aceptó la propuesta.

- Bien, pero si vas a trabajar para mi hay algunos acuerdos con los que deberás cumplir...