Episodio 6

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A Kyle no se le olvidaban esas sensaciones típicas de lo que se conocía como "el primer amor" que el castaño le llegó a provocar en su momento y aunque lo había dejado con una enorme duda y los años ya hayan pasado seguía recordando todo eso. Quería evitar volver a sentir todo eso por el temor a que esto afecte tanto su trabajo como parte de su vida personal, y al tratarse del cabrón y siempre orgulloso Eric Cartman era complicado aún si se preguntaba por qué se sentía así y por qué de forma casi involuntaria seguía mirándolo... Sin saberlo ese primer día sería el inicio de una prueba para su corazón...

Así se pasaron un par de semanas trabajando con Eric, la realidad es que hacían buen equipo al trabajar juntos pese a las constantes discusiones que tenían... Y en parte eso era porque Eric comenzó a darse cuenta de lo nervioso que se ponía Kyle ante su presencia, pese a que este tratara de ocultarlo recriminandose a si mismo diciendo que esas rara sensaciones ya debían de quedar en el pasado no era muy bueno disimulando y de a ratos se notaba lo nervioso que su ahora jefe lo hacía sentir, cosa que Eric aprovechaba para coquetearle de forma disimulada (y a veces no tan disimulada)

Fué en una mañana de jueves cuando, durante sus actividades de trabajo Eric se levantó de su escritorio y se acercó al pelirrojo, abrazándolo por el hombro y mirando la pantalla de la computadora asegurándose de que el inventario que había encargado no tuviera errores. El estar tan cerca puso nervioso a Kyle, quien lo miró de reojo tratando de ocultar su leve sonrojo.

- ¿Qué quieres? Se supone que estabas revisando un comunicado.

- Necesito que me acompañes a firmar unos documentos con un socio.

Kyle no dijo nada más y asintió. Tomó uno de sus abrigos guardados en su armario y salió del lujoso pent house de Eric. El lugar estaba algo alejado así que debían ir en auto, bajaron a la enorme cochera en la que el castaño tenía su colección y le pidió a su asistente que eligiera uno de ellos. Kyle no entendió a qué venía todo esto pero ante la insistencia de Eric terminó eligiendo un convertible rojo que llamó su atención, los dos subieron a este auto y se fueron.

Durante el trayecto Kyle se quedó dormido, fué la suave caricia del viento y los rayos solares de aquella calurosa tarde los que hicieron que lentamente se rindiera ante el sueño. Eric no lo notó hasta que llegaron al lugar de destino: un bonito local que aparentemente era una cafetería pero que también ofrecía productos de alta repostería en el menú. Al mirar el semblante tranquilo de su asistente el castaño sonrió y aprovechó para apartar los mechones de cabello que cubrían su rostro y acariciar suavemente su mejilla, al darse cuenta que esto lo había despertado rápidamente quitó su mano del rostro contrario y volvió la mirada al frente pretendiendo estar terminando de estacionarse.

- ¿Donde estamos? - Kyle frotó sus ojos y miraba alrededor tratando de reconocer el lugar, aún estaba algo somnoliento y eso se notaba por el tono de su voz.

- En el local de mi socio. Desde hace tiempo firmamos un acuerdo para que él me permitiera vender sus productos en una de mis sucursales y vine a renovar el contrato con él, ese tipo es raro pero hace muy buenos postres.

Ambos bajaron del auto juntos y entraron a aquel local en el que se percibía un delicioso aroma a mantequilla, chocolate y café. Ahí los recibió un chico de rubios cabellos desordenados, baja estatura y tics constantes, a Eric lo hizo pasar a su oficina y Kyle se quedó esperando afuera de la misma. Nuevamente los recuerdos de su yo adolescente y lo que en su momento llegó a sentir con la ausencia de Eric regresaron a su mente mientras miraba fijamente la puerta blanca que tenía delante suyo, pensaba en esa pregunta que había quedado sin respuesta y en todas esas peleas que habían tenido cuando eran adolescentes, de no ser porque la voz de Eric lo sacó del trance hubiera seguido pensando en todos esos ecos del pasado. Tomó una pequeña caja de cartón blanca con bordes dorados y el logo de la marca "T&C" impreso al centro que Eric le había dado y ambos subieron al auto.

La misma chica que lo había recibido cuando firmó su contrato salió a darles la bienvenida cuando ellos llegaron, mientras que Eric la saludó con algo de indiferencia y pasó de largo Kyle se quedó un momento con ella al pensar en cómo se sintió ante la actitud del castaño.

- Al menos tú eres un poco menos frío que él - la chica miró al pelirrojo con una sonrisa.

- Sí, es un idiota narcisista, al menos debería comportarse mejor con las chicas amables como tú... Olvidé tu nombre.

- Me llamo Heidi.

Ambos tuvieron una corta charla sobre las actitudes de Eric y la renovación del nuevo contrato del mismo. Heidi parecía interesada en lo que hacía, Kyle no lo entendió del todo creyendo que ella sólo trabajaba para él así que decidió preguntárselo.

- A todo esto, ¿por qué pareces querer estar tan al pendiente de él y todo lo que hace?

- ¿No te lo dijo? Soy su prometida...





































































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