Episodio 22

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- Heidi no está, se fué y dice que no volverá hasta mañana así que... ¿Te gustaría cenar conmigo hoy en la noche y al aire libre?


Ante la propuesta los latidos del corazón de Kyle comenzaron a acelerarse con tan sólo imaginar que estarían juntos y a solas, sin que nadie los interrumpiera. Aceptó sabiendo que podría tener a Eric para él solo aunque sea por una noche. Lo que no se esperaba (o bueno, sí pero no tan detallado) era que Eric mandaría adornar el jardín tan bonito sólo para él, dejando un camino de pétalos de rosa desde la entrada hasta la mesa, bonitas decoraciones con flores, velas y hasta una caja con forma de corazón que contenía finos chocolates y bombones franceses en su interior. Eric lo esperaba en aquella mesita y en cuanto lo vió llegar se acercó y lo guió hasta su asiento tomando su mano con delicadeza.

Kyle se sentía tranquilo y feliz, y aunque no lo mostrara le gustaba cuando Eric lo hacía sentir querido y especial, podía entender por que Heidi lo quería tanto y hasta cierto punto la envidiaba por tener a un hombre así de atento, detallista y cariñoso a su lado... Eso y que podía permitirse ver una faceta de Eric que no conocía cuando eran adolescentes, honestamente le asombró ver que sí podía tratar a alguien sin comportarse como idiota todo el tiempo.


Al finalizar la cena Eric tomó en brazos a Kyle y se lo llevó con él hasta su habitación y cerró la puerta. Por la mente del pelirrojo pasaban muchos escenarios, la mayoría de ellos eran sexuales y si bien no se negaría tampoco veía que esas fueran las intenciones del castaño.


- Sabes, Kyle, estaba pensando en que sería buena idea tomar un baño juntos, podríamos aprovechar que Heidi no está así que... ¿Qué dices? No voy a hacer algún avance a menos de que quieras lo contrario.

- Bien, pero si te sobrepasas te juro que te mato, culo gordo.

- Sí, sí. Lo que digas, judío de mierda.

Mientras Kyle se desnudaba Eric entró al baño personal a preparar la bañera, asegurándose de que el agua estuviera a la temperatura ideal como para ser disfrutable, y en cuanto todo estuvo listo se desnudó y llamó a su lindo asistente para que entrara con él a la bañera. Kyle entró al baño y luego de retirarse lentamente la toalla que cubría la parte baja de su cuerpo entró a la bañera e inició una sesión de cortos pero tiernos besos con su jefe, estos eran diferentes, pues más que sentirse apasionados y lujuriosos eran besos cálidos que transmitían cierto cariño y provocaban mariposas en el estómago.


Los latidos en el corazón de Kyle y el color rojo en sus mejillas aumentaron al sentir a Eric lavando con cuidado su cuerpo y su cabello, era una sensación bastante relajante pero no dejaba de ponerlo nervioso y aunque le haya dicho al más alto que podía bañarse solo este insistió con pedirle que se relaje y él se encargaría de lo demás así que simplemente se dejó llevar.

Aquel día en el que pudo tener toda la atención de Eric para el solo Kyle se sintió muchísimo más tranquilo a comparación de otros días, pues a pesar de que aún tenía mucho trabajo por hacer no se forzaba a si mismo a disimular las miradas con el castaño durante las comidas y podían besarse a gusto sin temor a que ella los interrumpiera, incluso pudieron hacer el amor en la oficina antes de tomar el baño sin preocuparse por no ser tan ruidosos.

Durante la tarde salieron a caminar por las calles un rato a manera de descanso. Y por la noche se quedaron mirando el cielo nocturno en el balcón del cuarto de Eric, uno al lado del otro y con sus manos a pocos centímetros de distancia hasta que Eric decidió terminar con esta, tomó de la mano a Kyle y lo miró a los ojos, sonriendo al notar el bonito color carmín que tomaban las mejillas del pelirrojo al contacto con su piel.


- No lo había notado pero ahora que te veo de cerca... Sí eres bastante feo la verdad.

- Ay por dios, cállate - el judío soltó una leve risa, rodeando el cuello de Eric con los brazos y mirándolo a los ojos - no decías eso hace un rato en la oficina.

Ambos se miraron durante un efímero segundo antes de volver a besarse con cariño, Eric abrazando a Kyle por la cintura y Kyle abrazando a Eric por los hombros. La luz de la luna que alumbraba la noche le daba el toque romántico a la escena, sus corazones latían a la par mientras conectaban con esa muestra de cariño que ambos se tenían.

El día concluyó con ambos durmiendo juntos en la habitación del castaño, Eric abrazaba a su judío mientras que este se acurrucaba en su pecho y dormía cómodamente. Y a pesar de que Kyle no lo dijo con palabras ese día le quedó clara una cosa: le gustaba mucho tener a Eric solamente para él y no compartirlo con nadie.































































































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