Don't say yes!

Episodio 25

Si alguien de los aquí presentes conoce alguna razón para impedir celebrar este matrimonio que hable ahora o calle para siempre...

Hubo silencio, era la última oportunidad del pelirrojo. Kyle miraba al frente, suspiró y con las manos temblorosas se levantó.

- Sí... Yo me opongo.

Aquellas palabras resonaron en el lugar. Todos los ahí presentes (incluida la novia) lo miraban horrorizados pero eso a Kyle ya no le importaba, su mirada estaba puesta en Eric mientras caminaba hacia el altar, se acercó a él y lo besó como desde hace días quería hacerlo, ya no le importaba lo que pensaran de él.

- Eric, sabes que no soy el tipo de chico que interrumpe una boda de forma grosera... Pero tú tampoco eres el tipo de chico que debería casarse con la chica equivocada. Te amo y en base a lo que me confesaste ayer luego de emborracharte con whisky puedo decir que tú también me amas así que... ¿Aún piensas darle el "sí acepto" junto con tus votos a ella?

Mientras que todos los asistentes mantenían su atención puesta en la escena Heidi miraba con furia a su prometido y pedía una explicación para todo lo que estaba pasando.

- Heidi, yo... - Eric titubeaba, quería decir algo pero simplemente las palabras no salían de su boca - lo siento... No me puedo casar contigo, yo realmente amo a Kyle...

Eric no se la pensó dos veces después de decir eso. Tomó al pelirrojo de la mano y se lo llevó hasta la salida, subieron al auto con el letrero de "recién casados" y se fueron, dejando atrás a la novia y a todos los invitados.

Estaba claro que no podían regresar a la casa, al menos no ese mismo día después de todo lo que había pasado así que tuvieron que escapar a otro estado. Mientras Eric conducía Kyle miraba por la ventana del vehículo, ninguno de los dos hablaba a pesar de que tenían tantas cosas por decirse y expresarse, era un silencio que no se atrevieron a romper hasta que llegaron a un hotel en Arizona en el que se hospedarían durante un par de días.

- Así que... En serio te atreviste a impedir que me casara, no te creí capaz, pequeño monstruo - Eric trató de iniciar una conversación, siendo una mirada fría por parte del judío lo único que obtuvo - ¿qué fué lo que te dije esa tarde?

- Mejor dímelo ahora - el chico de ojos verdes respondió con un tono cortante que acompañaba su mirada - yo ya fuí sincero y dije lo que sentía, ahora es tu turno. ¿Me amas sí o no?

Eric tomó con delicadeza ambas manos de su asistente, acarició su mejilla y le sonrió mientras lo miraba a los ojos, haciéndolo sonrojar y acelerando los latidos de su corazón.

- Sólo mírame a los ojos, Kyle, ellos te dirán la verdad... El chico de mi historia siempre has sido tú. ¿No te basta con saber eso?

No fueron necesarias más palabras: ambos se sentían de la misma manera. Bastaron un par de segundos para que sus labios se unieran en un beso cariñoso que expresaba todo el amor que se tenían, y lo que inició como un beso romántico terminó con ellos dos en la habitación de hotel sudando y jadeando mientras disfrutaban del placer que el otro les hacía sentir.

- E - Eric... Dame más, no te detengas...

Kyle gemía, abrazando a Eric mientras él lo penetraba con rudeza.

Estuvieron alejados de la casa y de la situación en general durante dos días, pero sabían que no podrían huir para siempre, además esa era la casa de Eric y debían regresar sí o sí. Sabían lo que les esperaba y todo lo que debían afrontar, hasta el amor tenía sus consecuencias y pasara lo que pasara iban a estar juntos.

Kyle se sentía nervioso y se notaba en su mirada, además de que sentía como su corazón se aceleraba y tener una sensación de vacío en el estómago. Al bajar del auto Eric le abrió la puerta y tomó su mano, mirándolo a los ojos y susurrandole que todo estaría bien mientras entraban a la casa.

Ambos subieron tomados de la mano hasta la habitación de Heidi, en donde ella estaba empacando sus cosas y preparándose para irse pero en cuanto notó su presencia dejó de guardar cosas y miró fijamente a los dos, evidentemente estaba molesta y aunque no pensaba perdonar ni a Kyle por haber interrumpido su boda ni a Eric por haberle ocultado la verdad al menos quería una explicación, era lo mínimo que podían hacer por ella.

La verdad duele y ella lo sabía, pero al menos le sirvió para darse cuenta de que esa no era la clase de vida que ella quería y que aunque se hubiera casado el corazón de Eric seguía perteneciendo al pelirrojo, el vivir casada con el castaño aún a sabiendas de esto y que la única razón por la que seguiría en ese matrimonio de mentira era el dinero la lastimaría más, le serviría para ayudar a su familia pero a costa de su felicidad.

Heidi no pudo perdonarlos a pesar de que se disculparon por todo el desastre, no guardaría rencores pero definitivamente no quería volver a ver ni relacionarse con ninguno de los dos y fué por eso que rechazó la oferta de Eric para trabajar en una de las sucursales de "the luxe bistro". Ella buscaría un trabajo por su cuenta y si era posible alejado de cualquier cosa en la que tanto Eric como Kyle se vieran involucrados.

Esa noche el judío trató de dormir sintiéndose algo preocupado, pues aún había asuntos que tratar con la madre de Eric, y ni que decir de la suya, seguramente su madre se molestaría muchísimo si se enteraba de lo que él había hecho, incluso temía que fuera obligado a alejarse del hombre al que amaba y no estaba dispuesto a dejar ir, evidentemente no logró conciliar el sueño así que se levantó para quedarse un rato en el balcón de la habitación que ahora compartía con Eric. Miraba al horizonte a través del balcón cuando Eric lo abrazó por atrás y besó sus mejillas con amor, bastó con solo una mirada para entender todo lo que pasaba por la mente del pelirrojo.

- No te preocupes demasiado por todo esto, Kyle. Ya verás que con el tiempo las cosas irán mejorando, estaremos bien, no voy a dejarte solo. Somos un equipo, ¿recuerdas?

- ¿Me lo prometes?

- Te lo juro, Kyle. Por la luna y las estrellas en el cielo.