Don't say yes!

Episodio 1

I am not the kind of boy who should be rudely barging in on a white veil occasion. But you are not the kind of boy who should be marrying the wrong girl

"El primer amor es un sueño imposible que nunca se olvida" dicen algunos, un sueño inalcanzable pero mágico al mismo tiempo. La primera vez que sientes tus latidos acelerandose tanto que sientes que tu corazón se saldrá de tu pecho en cualquier momento... Incluso si es por alguien a quien creías odiar y que al parecer su único pasatiempo es molestarte... Pero que por alguna razón te hace sentir una extraña atracción a la que algunos llaman enamorarse.

Kyle aparentemente era un diecisieteañero normal con sueños y aspiraciones como cualquier otro. Quería seguir los pasos de su padre y convertirse en un gran abogado, uno de los mejores que Estados Unidos haya podido tener. Era un estudiante destacado con notas casi perfectas en cada asignatura, el título de "presidente de la clase" y con una reputación prácticamente impecable, un estudiante modelo que cargaba con un pequeño gran problema: Eric Theodore Cartman, su eterno rival y sin querer su primer amor. Un joven que contrario a él se le conocía por ser un chico problema al que nada parece importarle y que se la vivía molestando al judío con comentarios antisemitas, burlas hacia su estatura (a pesar de ser sólo cinco centímetros más alto que Kyle) y hacia su pelirrojo y rizado cabello, cosa que provocó más de una discusión entre ellos que inevitablemente terminaba en una pelea física la mayoría de las veces.

Día tras día estas confrontaciones entre ambos (ya sea por una de las estúpidas "bromas" de Eric o porque este mismo se encuentra envuelto en algo incorrecto en lo que Kyle se ve forzado a intervenir) seguían hasta el punto de volverse algo común en la rutina de ambos. Llegaron a un punto en el que Kyle pensó que ese problemático chico ya no tenía solución y por más que tratase de imponer su "buena moral" para hacerle entrar en razón era inútil tratándose de alguien como Eric, pero las cosas entre ellos comenzarían a volverse extrañas cuando las mariposas en el estómago comenzaron a intervenir en esa extraña rivalidad. Kyle conenzaba a notar cierto encanto detrás de cada "judío de mierda" que Eric le dedicaba como si buscara desesperadamente un poco de su atención, no sólo eso, sino que el alto capitán del equipo de fútbol de la escuela parecía tener alguna especie de obsesión extraña con él al punto de mirarlo fijamente en las clases que compartían y buscar estar a su lado todo el tiempo a pesar de decir odiarlo muchísimas veces al día.

Todo este conjunto de extraños comportamientos por parte de Eric hacían que extrañamente el corazón de Kyle comenzara a querer rendirse ante la presencia del castaño, algo bastante masoquista de su parte pero al final del día no podía evitar sonrojarse con tan sólo escuchar la voz del robusto chico, eso sin contar que para Kyle Eric podía llegar a ser algo agradable e incluso gracioso de vez en cuando aunque no lo admitiera. Pero no fué hasta ese día en el que se dió cuenta que Eric se había convertido sin querer en su primer amor y que ya era demasiado tarde como para hacer algo al respecto: como de costumbre ambos estaban insultandose mutuamente, casi llegando a otra de sus tantas peleas físicas.

- En serio eres tan jodidamente insoportable Kyle - Eric hablaba con su típico tono burlón que lograba sacar a Kyle de sus casillas - judío tenías que ser...

- ¡¿Cuál es tu puto problema conmigo, culo gordo?! - el pelirrojo estuvo a punto de volver a golpear a su rival cuando se le ocurrió algo que seguramente serviría para molestarlo más, mostrando una sonrisa descarada antes de decir lo que haría enojar más a Eric- estás demasiado obsesionado conmigo, más bien diría que estás enamorado de mí y buscas cualquier manera para obtener un poco de mi atención.

Al escuchar tales palabras el rostro de Eric mostró un leve sonrojo y una expresión de sorpresa que hizo reír a Kyle al pensar que lo había dejado sin palabras, sin saber que el que terminaría así sería él con la respuesta de Eric.

- No lo sé, quizá sea cierto pero como eres judío e imbécil es imposible para ti saberlo o darte cuenta... Quién sabe, igual y nunca sepas la respuesta...