COD SMUT SHOTS

König

-¿entonces....esto....es el fin?- tu voz quebrada era notoria, tus lágrimas de dolor caían lentamente por tus mejillas, le mirabas dolida.

-Si- expresó el en tono seco- me enlistaré- su mirada era fría- tendrás una buena vida así que...no prolongues más esto porfavor- cada palabra que salía de él te rompía más el corazón, limpió tus lágrimas con su mano, acariciandote tristemente.

König...tu amigo de la infancia y tu primer amor, rechazandote siempre por no querer arruinar lo que tenían y cuando finalmente lograste acercarte a el...la vida los separaba de nuevo.

-Ich kann nicht ohne dich leben- [No puedo vivir sin ti] susurraste, el te miró con tristeza y desvió la mirada.

-Lo harás....se que así será Kleine- [pequeña], depositó un suave beso sobre tus labios, se dió la vuelta y caminó alejándose de ti...

Y ahi iba el amor de tu vida, dejándote atrás, dejando todos los buenos momentos, todas las risas, todos los sentimientos, rompiste en llanto, todo parecía un sueño....o más bien un recuerdo.

El sonido del despertador te hizo abrir los ojos abruptamente, era un nuevo día, comenzaste a levantarte pesarosa, bostezaste más de una vez.

-Buen día amor- habló tu esposo terminando de colocarse la corbata, lucía muy atractivo- hoy voy a estar muy ocupado- te besó fugazmente en los labios, le mirabas cada facción y cada movimiento que realizaba- no quise despertarte para el desayuno, voy a desayunar en el cuartel...así que...no te preocupes- terminó de acomodar su uniforme- te veo en la noche, no me esperes para cenar...te amo!- gritó saliendo de la habitación yéndose con rapidez, ni tuviste tiempo de decirle adiós.

Suspiraste, realmente estabas cansada, te levantaste pesarosa y te diste una ducha, llevabas 2 semanas de haber descubierto a tu esposo con su amante, algo que te rompió el corazón,  estuviste en duelo durante varios días pensando en que hacer, el era Andrew Klair, el ministro de defensa interior, no era alguien con quien se pueda terminar solo así.

Envolviste tu desnudez con la toalla, te miraste al espejo unos minutos, ese brillo en tus ojos se había desvanecido hace mucho, creíste que amar a Andrew sería suficiente pero aún pensabas en König... el gran amor de tu vida, habían pasado más de 5 años y aún así le recordabas con añoranza.

El llanto de tu bebé inundó la casa, caminaste hasta su habitación y sonreíste al ver al pequeño ser mover sus manitas en la cuna.

-¿Qué sucede Andy? ¿Ya tienes hambre?- lo tomaste con cuidado entre tus brazos y te sentaste con el en el sillón de su habitación, destapaste tus senos y comenzaste a amamantarlo- tu eres el amor de mi vida Andy...- suavizaste tu voz acariciando su mejilla.

Al momento que terminó, se quedó dormido, le dejaste en su cuna y tu día comenzó con cotidianidad, te vestiste, maquillaste y peinarte, dejando tu cabello en una coleta. Tus labores domesticas implicaban limpiar, recoger, cocinar, entre más tareas, toda una ama de casa, era algo triste, Andrew no te permitía trabajar o salir de casa a menos que sea necesario, temía que sus "enemigos" quisieran hacerte daño, apenas as tenían 1 año de casados pero realmente desde el día 1, te diste cuenta que tu matrimonio no sería un matrimonio feliz, siempre te cuestionabas "¿habré cometido un error?", no vivías mal, solo, no era lo que esperabas.

El día transcurrió con normalidad, viste unas cuantas veces a Andy, le cambiaste, lo tuviste un rato meciéndolo, alimentandolo, limpiaste y cocinaste...nada distinto al día de ayer o anteayer....

Terminaste la cena, espagueti con albóndigas, comiste sola y lavaste los platos, otro día igual, adormeciste al pequeño Andy, te diste una larga ducha con agua caliente y te fuiste a la cama, no sabrías a que hora llegaría tu esposo pero no le esperarías...ya no más.