COD SMUT SHOTS

Tte. Simón "Ghost" Riley 🔥 ESPECIAL

Trabajabas en la cafetería local del pueblo de santa Monica, sirviendo a los clientes de una manera dulce y amable, todo mundo te adoraba por tu buen trato.

De todas las mesas que atendías con tu compañera Heley, adorabas siempre servir al escuadrón militar que los visitaban cada fin de semana para desayunar.

-Muy bien, tenemos café americano con ojaldra de nuez para el capitán- Serviste la orden a Price quien te sonrió alegre- Frappe de vainilla con pay de queso para Soap- Soap sonrio entusiasmado dandole un primer sorbo a su Frappe.

-Dios, es el manjar de los dioses- jadeó en cuanto saboreó su bebida, sonreíste.

-Smotie de chocolate con galleta de avena para König- a este se le iluminaron los ojos en cuanto vio su bebida- Té earlygray para Gaz- Gaz tomó con cuidado el te y bebió de este agradecido- y...expresso doble para el teniente...- este te miró agradeciendo cortamente, también le pusiste un brownie de chocolate amargo, Ghost te miró confundido- cortesía de la casa- sonreíste para luego dar la vuelta y seguir asistiendo a las demás mesas.

Durante el tiempo que habías estado trabajando en aquel lugar, siempre Ghost evitaba hacer contacto visual contigo, al principio creías que le caías mal pero, luego te diste cuenta que quizá simplemente no te tolere, pero igual lo tratabas dulcemente, había algo en el que te llamaba la atención y no sabías que era.

Cada fin de semana, el escuadrón 141 iba a desayunar a tu cafetería, bromeaban, disfrutaban de la comida ahí y luego se retiraban, habían ciertas ocasiones que desaparecían por 2 o 4 meses y luego regresaban, sabías que de eso se trataba su trabajo.

-Nos vemos la próxima semana t/n!- Gritó Price saliendo de la cafetería con su equipo, sonreíste despidiendolos, visualizando aún la mirada de Ghost sobre ti, era...misterioso.

-Ya deberías decirle que te gusta- habló Heley, te ruborizaste recogiendo la mesa de los chicos.

-No se si sea...correcto- viste en la mesa aquel brownie que le diste a Ghost...no lo había comido, suspiraste, terminando de limpiar.

El día transcurrió con normalidad, seguías sirviendo, sonriendo, ayudando, corriendo de aquí a allá y viceversa, esta vez saldrías antes, Heley te había invitado a una fiesta dentro del pueblo.

-Nos vemos mañana chicos, descansen- Haley y tu se despidieron del equipo y se pusieron en marcha a casa.

-Bueno te dejo en tu casa y paso por ti en una hora va? Uy amiga que emoción finalmente me dices que si a algo...espero haya algo de acción por que yo ya ando sola y necesitada- expresó como niña abandonada.

-Heley! Jajajaja dios- morías de risa con sus bromas.

Al llegar a tu casa te diste una ducha y te comenzaste a alistar rápidamente, dejaste tu cabello suelto y te colocaste un bonito vestido amarillo de tirantes, te veías muy atractiva, tomaste tu chamarra de mezclilla y tus tenis y saliste corriendo al escuchar la bocina de Heley fuera esperándote.

-Bien amiga recuerda...hoy se vale todo, diviértete una vez en la vida ¿Ok?- aconsejó Heley, sonreíste al ver la seriedad en sus palabras.

-Si mi capitana- hiciste ademán de saludó militar, esta se rompió en risa al igual que tu.

Entraron a aquel lugar del pueblo, era una fábrica abandonada donde las personas, la música y el alcohol no faltaban, te divertias bastante con Heley conociendo personas y en algún momento de la noche comenzaste a beber más de la cuenta, te sentías eufórica con ganas de seguir festejando, las luces estaban apagadas y lo único que se dejaba ver eran las luces estroboscopicas.

-Hey nena! ¿Bailas?- un chico que casi ni veian bien se acercó a Heley jalandola de la cintura para bailar, esta te miró de manera traviesa y aceptó alejándose con el chico a bailar y pegarse a el.