Amigos... ¿Con derechos?.

14.

Diego entró al departamento del omega, camino rápidamente hasta su habitación, sorprendiéndose al verlo envuelto en las sábanas con los ojos cerrados.

Se acercó con cuidado, sonriendo al ver cómo Consomé olía todo el lugar.

—Buenas noches, dormilón... Traje a mi perrito, perdón, no podía dejarlo solito si está enfermo —pero al descubrir su rostro, palideció— Mierda, Jorge, ¿qué te pasó?

—Mmm... —se quejó, tenía mucho frío, le había dado calentura gracias a los golpes, Diego se apresuró a ir por alcohol y algodón para los golpes, también por agua fría y paños, llegó a destaparlo y desvestirlo por completo—

—Dios mío... Jorge, ¿Qué pasó?

—Leslie me golpeó —susurró, pero el alfa sabía que ella no pudo haber hecho golpes tan fuertes y horribles, a menos que soportara arrastrar o empujar a un hombre que seguramente medía lo mismo que ella y le llevaba unos cuantos kilos— Me acusó con mi papá... Por ponerle el cuerno...

—No te creo...

—Lo hice enojar, mi papá no es lindo cuando se enoja... Creo que... Lo notaste por lo que escuchaste el otro día...

Diego se preocupó, entonces enserio supo que lo que Jorge estaba pasando era muy serio.

Consomé no se apartó de él mientras limpiaba los golpes del chico, ponía agua fría sobre su cuerpo para bajarle la temperatura, el menor solo temblaba y suspiraba, con bastante dolor.

El agua no tardo en ponerse roja, y eso lo hizo preocuparse aún más.

—Llamaré a un doctor...

—Te echarán la culpa a ti... No quiero culpar a mi padre, podrían meterlo a la cárcel...

—No me hagas esto, Jorge, mira como te dejo...

El de rizos hizo un puchero con sus ojos cristalizándose, ahí entendió que enserio no quería que nadie más supiera.

—¿Qué sucedió? Quiero saberlo todo, Jorge, e esperado a que me cuentes, a qué estés listo, pero no puedo verte de esta forma...

No hablo nada mientras Diego lo limpiaba, cuando terminó, el cachorro blanco se subió a la cama y miro con su lengua de fuera a Jorge, se acurrucó a su lado, y lamió su mano herida. Era un perro adorable.

—Ven aquí, ¿desde cuando no comes? Perdón, no encontré nada decente en tu refri, te tocará una lata de atún con verduras y mayonesa...

—¿Sin galletitas?

—Ven, tienes que comer... —Jorge se dejó dar de comer, miraba a Diego con admiración, el alfa enserio lo estaba cuidando—

—No comía desde hace cuatro días... Leslie entró en celo y no me dejo comer durante ese tiempo... Cuando acabo me llevo con mis padres, Solo e tomado agua...

—Esa mujer es una perra —dijo enojado, mientras seguía dándole de comer—

Cuando terminó, se acercó con el chico y miro nuevamente sus heridas, viendo que todo en su cuerpo estuviera bien.

Jorge se acurrucó en su hombro, Diego lo hacía sentir seguro, el alfa siempre lo hacía sentir bien.

—¿Por qué te hizo esto...?

—Cuando compartí el celo con ella, yo le dije que no quería, suele dolerme como se comporta conmigo, la penetración es lo de menos... Pero nunca me ha gustado el sexo muy rudo, bueno, no si no me piden mi consentimiento, ella nunca lo hace...

—Mi amor... —lo abrazo con cuidado, besando su frente— ¿te lastimo muy feo?

—Un poco, sí...

Diego no dijo nada más, solo lo abrazo empezando a dejar besitos sobre sus rizos despeinados, estaban hechos un desastre, Jorge sentía que no tardaba en explotarle la cabeza o caer inconsciente.

—Tuve mi primer novio cuando tenía quince —susurró, Diego se le quedó mirando— Yo lo amaba mucho... Pero sabía que a mi papá no le gustaba mi orientación sexual, nos veíamos pocas veces, casi siempre de caminó a la escuela o en la misma prepa, yo iba en primero y él en tercero... Era una relación pasajera...

—¿Si?

—Yo... No me sentía listo para tener sexo con el... Pero él decidió que había esperado demasiado —sonrió, con dolor— Me tomó años darme cuenta que había abusado de mi, él quería hacerlo, yo no quería... Lo negué pero él insistió cientos de veces, hasta que finalmente... Me obligo a ceder...

—No tienes que contarme si no estás listo...

—Yo quiero hacerlo... —lo miro, sonriendo suavemente— Quede embarazado en mi primera vez... No supe cómo decirle a él, o a mi mamá, no sabía que significaba, solo sabía que estaba en verdaderos problemas... No supe a quien acudir, como hablarlo... Ni siquiera tuve tiempo de pensar si me lo quería quedar o quería perderlo... Mi cabeza siempre estaba pensando en que carajos iba a decir mi padre, mi madre, mi hermano, mi familia...

Respiro hondo.

—Mi papá se dio cuenta por mi olor... Yo ya tenía cuatro o cinco meses, ni siquiera me enteré bien... Ninguna clínica quiso aceptarme porque ya había pasado las doce semanas —Diego suspiro— Fue clandestino... Sangre mucho, me puse muy mal... —limpio una lagrima que amenazaba con escaparse, luego, alzó los hombros— Y el doctor me dijo que... —alzó los hombros— Yo ya no podría tener hijos... "Si te hubieras abstenido de abrir las piernas, esto nunca hubiera ocurrido"

—Eso no tiene ningún tipo de sentido... Solo eras un niño...

Jorge asintió y suspiró, mirando con temor al alfa.

—Me convencí de que fue mi culpa, mi mamá era muy religiosa y la escuché muchas veces pedir perdón porque había acabado con la vida de su nieto... Imagínate como me sentí... "Hola, mamá, necesito un abrazo, casi muero en ese lugar, no quiero que reces por un feto que no nació, quiero que me notes y me des un abrazo, estoy sufriendo"

—Oh... Bebé... —lo abrazo con fuerza, dejando que se acurrucara en su hombro—

Jorge empezó a llorar.

—Eres muy fuerte, mi vida... No fue tu culpa, esto no es tu culpa... Mereces ser tan feliz como puedas, no tienes que sufrir... No debes de castigarte por algo qué pasó hace mucho tiempo —se alejó con cuidado del omega, limpiando sus lágrimas— Jorge, déjame hacerte feliz... —llevo su mano a su pecho, poniéndola donde su corazón latía— Déjame ayudarte a arreglar esto... Te quiero... Enserio lo hago...

Jorge cerró sus ojos con unas ganas inmensas de llorar, asintió y junto su frente con la del alfa, sintiendo como aquel hombre lo besaba.

No tenía nada que perder...

Es más, tenía mucho que ganar.