—¡Cachorra! ¡Vuelve aquí!
Elaia corría completamente desnuda por toda la casa, Jorge la seguía apresuradamente, buscándola con desesperación.
Al escuchar una risita bajo la mesa, se agachó, encontrando a su pequeña.
—¡Ahí estás!
—¡No! —salió corriendo mientras reía aún más, hasta que cierto hombre abrió la puerta y la tomó en brazos— ¡Oye!
—¿Qué haces así por toda la casa, señorita? —dijo burlón, Jorge se acercó rápidamente, envolviendo el pequeño y mojado cuerpo de su hija en una toalla— Las empleadas pueden verte —alzó una ceja, la niña se cruzó de brazos e infló los cachetes— ¿No vas a darle un beso a tu padre? Llegue después de estar todo el día fuera, ¿ni un abrazo? Me rompes el corazón.
—Papi, doce horas no es tanto, nos vimos en la mañana cuando me llevaste al kinder.
—Y aún así yo te extrañé.
—Ya amor, ya luego pelean, ahora tiene que vestirse o puede enfermarse.
Diego sonrió y asintió, subieron las escaleras uno junto al otro, al llegar al segundo piso y ver a su cachorrito de rizos viendo Bluey en la televisión, su corazón saltó.
Elian se volteó hacía su padre al sentir su característico aroma, sus ojos brillaron y corrió rápidamente hacía el, alzando sus brazos para que lo levantara.
—¿Tú también estás desnudo? —dijo burlón, cargando al pequeño— Ay, qué rico abacho —dijo con gusto, apretando entre sus brazos a su pequeño cachorro—
—¡Papi! ¡Te extrañé mucho! ¡Ya no te vayas tanto tiempo!
—Ay cachorro, perdóname —dijo con algo de culpa, acariciando sus regordetas mejillas— ¿Ya te baño tu mami? Hueles delicioso.
—Sip, pero te estaba esperando para que me peines.
—¡Oh! ¿También me puedes peinar a mi?
—Cachorros, su papá viene cansado de trabajar...
—No te preocupes, Coky —besó su mano, el corazón del omega empezó a latir más rápido cuando dijo aquello, no importaba cuánto tiempo pasará, Diego aún causaba cosas en el que le causaba vergüenza admitir— puedo peinarlos a los dos, pero tienen que vestirse antes, a vestirnos.
Diego sonrió y tomó ambas pijamas para sus cachorros, Jorge empezó a ponérsela a Elaia mientras él se la ponía a Elian, cuando terminaron, fue por el cepillo para cepillar su cabello.
Ambos tenían los rizos tan oscuros y definidos como Jorge, no importaba lo cansado que llegara, ni todo el tiempo que hubiera estado fuera, Diego siempre buscaba aunque sea cinco minutos para dedicárselos a su pequeña manada.
Se acostó en medio, con cada uno de sus cachorros tomando su ultimo vaso de leche antes de dormir, empezó a contarles historias que vivía dentro de los foros de televisión, sus cachorros adoraban esas historias.
Cuando estuvieron profundamente dormidos, llevó a cada uno de ellos a su cama, los acurrucó y besó, antes de salir de su habitación para caminar a la que compartía con su esposo.
—Ya se durmieron —le aviso a Jorge, el cual estaba sentado en su tocador, poniéndose sus cremas con una bata de seda que siempre usaba antes de dormir— Hueles delicioso —dijo con dulzura, aspirando el aroma que el menor desprendía, Jorge cerró sus ojos al sentir como su alfa lo acarició, pero se apartó, cubriéndose un poco más con vergüenza—
—Ve a bañarte, no quiero tenerte todo sudado en mi cama.
—Ay, bebé, ven conmigo...
—Ya me bañé, yeyo.
—Pero e estado todo el día afuera, no sabes lo mucho que te extrañé...
—Amor...
—Necesito mi dosis diaria de Coky.
—La tendrás cuando salgas del baño, apúrate.
Diego gruñó un poco pero asintió, no tardo mucho tiempo en el baño, salió luego de unos veinte minutos, se puso sus bóxers y playera, poniéndose también algunos productos de skincare que diario le robaba a su pareja.
—¿Ahora si puedo disfrutar de mi esposo o todavía?
—Mmmm... Déjame pensarlo —dijo burlón, Diego se acercó y se acurrucó entre sus piernas, abrazando su cintura y recargando su cabeza en su vientre, Jorge sonrió cuando el mayor hizo aquello, acariciando su cabello— Hola...
—Hola...
—Te extrañé.
—Yo más —sonrió, dándole un dulce beso en los labios—
Hacía tres años, había empezado la mejor aventura de sus vidas.
El ser padres.
Ellos nunca pensaron que ser padres y a parte de mellizos sería tan hermoso como lo era a día de hoy.
Elaia era una cachorra hermosa, fuerte y segura de sí misma, era una líder nata, que siempre quería llevar la batuta, su hija era perfecta.
Elian era un cachorro bonito, adorable, cariñoso y lleno de nobleza, tan platicador con cualquier persona que se le pusiera en frente, su hijo también era perfecto.
Jorge estaba ansioso por saber que personalidad tendría el que venía.
—¿Cómo te sientes? Se que con esos dos no puedes mantenerte quieto.
—Son un desmadre —dijo burlón, el mayor sonrió— Pero los amo, son mi pequeño desastre —susurró, sonriendo cuando su pareja se le quedó viendo al escote de su bata— Ni lo pienses, Diego Cárdenas.
—Tantito.
—¡Alfa!
—Piensa un poco en mí, e estado solo como un perro durante todo el día.
—Eres insoportable.
—Se que así me amas.
—Me caga que tengas razón.
Rieron al unísono, el de rizos se acostó completamente en la cama, abriendo sus piernas al sentir como su alfa besaba su cuerpo, el mayor acarició su cintura y abrió su bata poco a poco, disfrutando de sentir la calidez del cuerpo del menor.
—Estas caliente...
—Tu me pones así —susurró, suspirando cuando su pareja empezó a besar su pecho, el calor empezó a subir en la habitación, hasta que Diego quiso quitarle por completo la ropa— Diego...
—Anda...
—Pero... Los niños...
—No pasa nada... —profundizaron sus besos, entonces, Jorge se alejó con una sonrisa, tal vez era el momento—
—Te tengo una sorpresa...
—¿Ah sí?
Jorge hizo un puchero, iba a hablar cuando escuchó un relámpago golpear con fuerza , frunció su ceño y se levantó, escuchando los pasos apresurados de sus cachorros hacia la habitación.
—¡Mami! ¡Papi!
Diego frunció su ceño y se levantó, cargo a ambos cachorros los cuales estaban asustados, suspiró y beso su frente, metiéndolos en la cama.
—Ya... Solo es un trueno, bebés...
—¿Podemos dormir con ustedes? —dijo nervioso, Jorge sonrió y abrazó al pequeño—
—Claro que pueden... Acomódense.
Los dos pequeños se acurrucaron entre sus cuerpos, ambos los envolvieron en abrazos y besos, riendo cuando sus bebés no tardaron en quedarse dormidos.
Voltearon a verse unos segundos, rieron de nuevo, dándose un último beso antes de apagar las luces.
...
¡Recta final!
Obviamente enfocada en diorge como papás.
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Amigos... ¿Con derechos?.
FanficJorge es omega. Diego es alfa. Jorge es un bailarín joven y libre a punto de comprometerse. Diego es un actor joven y reconocido que quiere sentar cabeza. Antes de leer, tienes que saber que: -Aquí habrá infidelidad, avisados desde ahorita por s...