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—Diego, apúrate amor.

Estaban a dos semanas de su boda y sinceramente, ambos estaban cagados de miedo.

Se comprometieron hace casi un año, su boda se celebraría cerca de su aniversario de novios (les pareció un detalle precioso, lo acordaron todo y pudieron llevarlo a cabo).

Jorge estaba estresadísimo con todo lo que tenía que ver con decoración, su traje de novio, flores, invitados, etcétera.Diego estaba estresado con los pagos, comida, su traje de novio, las cosas que usaría ese día su prometido.

Ambos estaban cagados de nervios, pero sabían que era lo que tenía que suceder, la emoción y felicidad que ambos sentían era indescriptible, y no cambiarían el estrés por nada del mundo.

Cuando Jorge llegó a abrazar a Diego de los hombros, el mayor sonrió y besó su brazo, acariciando su mano, Jorge se acurrucó delicadamente sobre su hombro, sonriendo cuando su pareja buscó más sus caricias, apegándose y ronroneando como un gatito.

—¿Ya está listo tu traje?

—Ujum... Ya está listo, solo quiero unos detallitos finales —susurró, sonriendo cuando Diego acarició su abdomen plano, riendo cuando besó su marca— Paula dijo que nos respondían acerca de la adopción esta semana, y dice que todo indica que tiene muy buenas noticias...

—Ay mi amor, vamos a ser papás —susurró con emoción, abrazándolo mejor, llenando de besos a su prometido— Ojalá nos den un niño chiquito...

—Imagínatelo, un cachorrito de tres años —hizo un puchero, Diego sonrió, iba a acercarlo de nuevo a su boca, cuando sonó el teléfono de el menor, al ver el nombre del contacto abrieron sus ojos con sorpresa, emocionándose al darse cuenta que decía "Paula"—

Diego tomó el teléfono de su pareja y respondió después de respirar hondo, esperando las mejores noticias del mundo.

—¿Bueno?

—¿Diego? Hola, ¿cómo estás?

—Estoy perfectamente, ¿usted como está? ¿Tiene noticias nuevas?

—Si, justo llamé por ese motivo —suspiró, lo que le borró la sonrisa a Diego inmediatamente— Lo siento mucho, Diego... No quieren darles un bebé...

La sonrisa de Jorge también se borró, bajo la mirada y se acurrucó en su hombro, cerrando sus ojos con inmensas ganas de llorar.

—¿Cree que cuando estemos casados nosotros podamos...?

—No quieren darles un niño porque ambos son homosexuales... Saben que tienen mucha fama y dinero, tienen un grandioso perfil, pero...

—Es porque somos gays —la mujer suspiró del otro lado del teléfono, continuando—

—Lo lamento mucho...

Hablaron un poco más con Paula, cuando la mujer colgó ambos se quedaron sentados en silencio.

—Creo que... Voy a llegar tarde —suspiró Jorge, limpió sus lágrimas y tomó sus cosas, Diego hizo lo mismo, se levantó y tomó sus llaves, le dio un beso a Jorge antes de que cada uno tomara su camino—

Lloraron bastante en sus coches.

...

Jorge gruñó al ver que mandaban fotos de su sobrina al grupo familiar, apagó el teléfono y volteó hacia el semáforo, Danna ya había llegado y el estaba a unas cuantas calles.

Cuando llegó, bajó del carro y se adentró a la lujosa tienda, vio un poco más los trajes para omegas y sonrió, todos se veían preciosos, pero sin duda el mejor era el que él había escogido.

Cuando lo dirigieron al cuarto donde se probaba su ropa, le sirvieron una copa de vino, y le indicaron que modificaciones le habían hecho a su traje.

—¿Cómo estás? Diego me llamo de camino para acá...

—Estoy bien... Con dolor, pero bien —sonrió— hablaron con nosotros de una fecundación in-vitro, que podían buscar si alguno de mis óvulos estaba bien, juntarlo con él espermatozoide de Diego y buscar un omega sustituto que quiera gestarlo...

—Ay Jorge... Yo sé que tienen muchas ganas de ser padres pero eso suena horrible... Los omegas no deberíamos ser máquinas de bebés.

El menor ni siquiera intento discutir con su amiga, sabía la opinión que tenía Danna ante eso, le había dado un montón de vueltas, ¿pero qué más hacía? El enserio quería tener una familia, tanto él como su esposo, ¿qué culpa tenía de que el universo no le haya dado la hermosa capacidad de tener un bebé?

—Señor de Cárdenas, ya puede pasar a probarse el traje —sonrió, Jorge asintió y se levantó con algo de pereza—

Cuando llegó al probador, se amarró el cabello, hizo una mueca, ese día no se había puesto nada de maquillaje porque estaba empezando a tener un brote de acné, él nunca había tenido problemas con ello, odiaba tenerlo, más a tan poco tiempo de su gran día.

Cuando dos omegas entraron para ayudarlo a ponerse el traje, con una tela tan fina y delicada, completamente blanca con algo de encaje y un sútil escote en la espalda sonrió al verse al espejo, eso le alegró un poco el día.

Hasta que el cierre no subió.

El traje era súper ajustado, así que tan solo un kilo más, arruinaba por completo el traerlo puesto.

—Ay no —se cubrió el rostro, sin poderlo creer—

—Señor, le dijimos que la tela era muy ajustada... Tiene que cuidar lo que come, solo quedan dos semanas para la boda y...

—Les juro que me va a entrar ese día, se los juro —susurró, viendo su abdomen, cuando se lo quitaron y se lo dieron, se subió al carro—

Danna iba algo confundida, pero se subió junto a él, cuando estuvieron solos, Danna le ofreció ir a tomar un café.

Se negó, no le importaba si tenía que estar a puro brócoli hervido y agua, ese vestido cerraría porque cerraría.

...

—No entiendo porque tanto desmadre.

Diego estaba dentro del probador acomodándose el moño, les había comentado todo lo que había pasado ese día, y Kunno no paraba de quejarse.

—Kunno...

—Perdón, es que no entiendo —se levantó, mirando a Diego— Ustedes quieren a un bebé, lo desean demasiado, ¿por qué no mejor Jorge se embaraza y ya?

—Jorge tiene muchos problemas hormonales, Kunno —dijo intentando mantener la calma, no le había comentado a sus amigos el problema que su novio tenía, ellos solo creían que era uno de esos síndromes que podían llegar a desarrollar los omegas con el paso de los años—

—Ay Diego, pero todos sabemos lo avanzada que está la ciencia hoy en día, él nos ha hablado acerca de sus problemas alimenticios, no le debería dar tanta importancia a subir de peso si desea tanto un bebé.

—¡Kunno!

—¡¿Qué?!

Diego ni siquiera respondió.

Amigos... ¿Con derechos?. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora