Amigos... ¿Con derechos?.

44.

Frunció su ceño al ver la fecha.

Su boda había sido hace algunos días, ya estaban en su nueva casa disfrutando de ella y de la perrita que Diego le había regalado de sorpresa, solo que él menor se sentía algo raro y no entendía porque su celo se había retrasado varias semanas ya.

Unos días antes de su boda había ido con su ginecóloga, estaba teniendo unos des balances hormonales, había subido un poco de peso y empezó a salirle acné, su doctora rápidamente le echó la culpa a sus supresores, por lo que se los suspendió algunas semanas, recomendándole que volviera a empezar cuando su celó llegara, bueno, su celo debió llegar hacía cuatro semanas.

—Diego —El alfa volteó a verlo con una sonrisa cálida, estaba revisando sus líneas para la nueva película la que actuaría— Iré al doctor, ¿Puedes preparar la cena?

—¿Sacaste cita? ¿Te acompaño? —se iba a levantar del sofá, Jorge corrió hasta el y negó, sonriéndole de forma dulce—

—No, no lo hice pero no hay problema, mejor quédate aquí —besó su mejilla, Diego hizo un puchero— Solo es un chequeo rutinario, sigue estudiando tus diálogos, bebé —Diego suspiró y asintió, le dio un último beso a su esposo y siguió leyendo, era muy importante al fin de cuentas—

Mientras iba de camino sentía algo de preocupación, él sabía que estaba bien, hacía mucho ejercicio, comía sano e iba a sus chequeos rutinarios, había dejado de fumar hace años, todo debería estar bien, pero no podía evitar estar nervioso.

Su celular se prendió, volteó a ver la pantalla y al ver el apodo en diminutivo que le tenía a su novio no pudo evitar verlo rápidamente, sonriendo

"Siento tu ansiedad, recuerda que estamos enlazados"

"No te preocupes, bebé, todo estará bien"

Jorge sonrió al ver el mensaje que había enviado su esposo, le contestó un emoji tirando un beso y bajo del carro, caminando dentro de el hospital.

—Hola Denisse, buenas tardes, ¿La doctora Domínguez está disponible? Es que no me contestaba los mensajes...

—¡Hola Jorge! una disculpa, ella ya no trabaja aquí —Jorge frunció su ceño, era la doctora que lo atendía desde hace más de diez años, la enfermera que conocía muy bien, alzó los hombros— Tuvo varios casos negligentes, cariño, información incompleta, diagnósticos erróneos, medicinas recetadas que no ayudaban de nada —suspiró— ahora en el departamento de ginecología tenemos al doctor Arturo Mendoza, está disponible ahora, ¿Te gustaría pasar?

Jorge lo pensó un poco, el no se sentía muy cómodo con alfas varones.

—¿El...?

—Es alfa, pero no tienes de que preocuparte, es muy bueno en lo que hace —Jorge respiro hondo y asintió, era una emergencia, ya luego buscaría otro si se sentía incómodo— Ok, acompáñame.

Cuando entro al consultorio se sintió tranquilo, nada olía a alfa, estaba muy bonito y blanco, mucho más que antes, ahora con los diplomas y reconocimientos del nuevo doctor, sin contar todas las herramientas nuevas que podía ver.

La enfermera le entregó su historial médico al hombre, el doctor se puso los lentes y empezó a ojearlo, era un hombre guapo, como de unos cuarenta y cinco años, tenía barba y cejas poblanas, ambas ya tenían canas, él tenía la ligera sospecha de que su esposo se vería igual de guapo cuando empezará a envejecer, él solo se quedó sentado en frente totalmente en silencio.

—Hola, Jorge, ¿Cómo estás? —dijo cálido, al ver que Denisse estaba ahí para supervisar se sintió más tranquilo— Cuéntame, ¿Qué te trae por aquí?

—Oh, muy bien, ¿usted?

—Yo muy bien, pero no estamos aquí para hablar de mi, cuéntame de ti.

—Oh, si, disculpe —sonrió nervioso, respirando hondo antes de empezar— Mmm, hace como un mes y medio empecé a sentirme algo incómodo, nunca había tenido problemas con el acné, ni siquiera en mi adolescencia y el mes pasado tuve demasiados brotes...

—No traes ninguno ahorita, ¿Traes maquillaje?

—Oh, no, hace dos semanas desapareció de la nada —el hombre alzó una ceja y lo anotó en su computador— Estuve subiendo un poco de peso... Sobre todo en las caderas, glúteos, abdomen bajo y pecho —dijo algo sonrojado— la doctora me recomendó dejar de tomar mis supresores pero no sirvió de nada, mi celo no ha llegado, siempre llega puntual o unos días previos a él, nunca se me había retrasado.

—Entiendo... ¿Estas casado? —preguntó, mirando la marca en su cuello— ¿Hijos?

—Si, estoy casado y no tengo hijos, soy infértil.

—Vaya, ¿Cuando te enteraste?

—Cuando tenía quince años,

—Entiendo... ¿Puedes pasar a cambiarte por favor? Te voy a revisar —Jorge asintió, fue al baño y no tardó en salir, el alfa ya se estaba poniendo los guantes— Recuéstate y sube tu bata.

Jorge hizo caso, la enfermera cubrió su zona íntima y el hombre empezó a acariciar su abdomen, frunció su ceño al sentir algo raro, por lo que tomó lo necesario para una ecografía.

—¿Llevas una vida sexual activa? —Jorge asintió, viendo cómo el hombre pasaba el artefacto por su vientre— ¿Cómo te proteges?

—Mmm... Con condón pero sinceramente, solo a veces... O sea, ya sabe, somos esposos y estamos enlazados... —dijo algo asustado—

—Aún así deberías usarla, hay ETS que se contraen teniendo relaciones aunque ninguno de los dos esté infectado.

—Me está preocupando —dijo, sincero— ¿Todo está bien?

—Jorge, no creo que seas estéril.

—¿Uhm? ¿Qué quiere decir?

—Mira —le volteó la pantalla, Jorge no pudo distinguir nada— ¿Ves esto de aquí?

—Mmm... ¿Si? —Dijo, no muy seguro—

—Es un embrión, y por el tamaño que tienes y las cosas que me estás comentando, puedo jurar que tiene casi ocho semanas.

...

Sorpresaaa

Sinceramente, en este fanfic Jorge y Diego no iban a tener un bebé naturalmente, pero 4nt0nys3gund0 se encargó de convencerme para que tuvieran hijos biológicos.

Empiecen a poner nombres y a hacer apuestas.

Team Niño.

Team Niña.