25.

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Él omega estaba en su oficina, se encontraba trabajando, con una pluma entre sus manos, sus rizos amarrados y una cara de concentración.

Iba a tener una gran coreografía, era una obra que él amaba, entonces quería darlo todo de sí.

—Buenos días jefe —dijo una bailarina, Jorge sonrió y le levantó la mano, hasta que ella se acercó— Un alfa vino a verlo, le pidió permiso a Alex para quedarse mientras ponía la coreografía.

—¿Enserio? —dijo sorprendido— ¿Quién?

—Yo —Cuando Jorge volteó y vio a Diego no pudo evitar sonreír, cuando la bailarina se fue el de rizos se acercó para besar los labios de su pareja— Estoy súper cansado con las grabaciones... Quería un día para venirte a ver...

—Owww... Entonces no debiste de venir aquí, estoy trabajando, bebé —le dio un pucherito, vio la hora y sonrió con dulzura— Vámonos entonces, pero allá afuera, soy el profesor Anzaldo, ¿oíste?

—No sabía que eras fetichista.

—No lo soy —dijo burlón, pero luego giró sus ojos— Bueno, con eso no...

—Ah... ¿Con otras cosas si?

—Vamos, tengo que trabajar —golpeó su hombro, sacándolo de la oficina—

Una vez que estaban en el salón de ensayos, Jorge estaba tan serio como cuando lo vio por primera vez, enfocado, un poco mamón, dando comentarios duros, difíciles de tomar, pero llenos de razón.

En un pequeño break Jorge se quedó corrigiendo a cierto chico, el alfa solo se le quedó viendo con una sonrisa al ver cómo prácticamente lo obligaba a hacer un split.

—Hola —dijo una omega, el alfa se volteó rápidamente a la chica, sonriendo de forma educada—

—Hola.

—¿Qué haces aquí? —dijo sonriente, sentándose a su lado, ella sabía muy bien quien era, pero no perdía nada con hacerse la mensa— ¿Cómo te llamas?

—Me llamó Diego —sonrió con dulzura, señalo a Jorge con una sonrisa— Vengo con él.

—Uff, ¿Eres amigo del profe? —Diego no supo que contestar, no sabía que quería Jorge que dijera, así que movió la cabeza de un lado a otro de forma lenta, haciendo un gesto de "más o menos"— Ay, ya se, están ligando, ¿verdad?

—Eres graciosa —sonrió, intentando evadirla—

—No lo soportas, ¿cierto? Es súper pesado, siempre nos regaña por cualquier cosita...

—"Estricto" sería una mejor palabra, él también me dio clases a mi, es muy buen maestro, el mejor que e tenido...

—¿Enserio? —Diego sonrió y asintió, la chica quedó cautivada por el hermoso color de sus ojos— Oye... ¿Me pasarías tu númer-?

—¿Qué pasó aquí? —dijo mirando a la omega, la cual se encogió de hombros— Deja de charlar y a trabajar, ya.

La muchacha suspiró y se fue de lado de Diego, quejándose rápidamente.

El menor miro a su alfa el cual alzo una ceja, sonriendo cuando Jorge se acercó a él.

—¿Qué pasó profesor? ¿Hice algo mal? ¿me equivoque en algún paso? —dijo burlón, llevando sus manos hasta sus caderas, de forma traviesa—

—Mmm... Me parece que si —susurro, besando delicadamente los labios ajenos, apartándose de estos— deja de hablar con chicas, me pondré celoso.

—No tienes que, no me gustan las mujeres...

Amigos... ¿Con derechos?. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora