19

978 84 10
                                    




No querían que ese fin de semana terminara.

Los dos ahora en la cama, Jaemin estaba sentado en el regazo de Jeno con sus manos rodeando su cuello acariciando parte de su nuca y mayormente tirando de su cabello, la corbata había sido desatada desde vario tiempo atrás. Jeno lo abrazaba con sus fuertes brazos mientras su lengua se hundía en la cavidad bucal del chico, era un beso bastante húmedo, llevaban besándose desde lo que parecían demasiados minutos. No queriendo separarse.

Hasta que, Jaemin exhausto, se bajó de su regazo y se acostó en la cama, respirando agitadamente. Jeno sin perder el tiempo hizo lo mismo. Colocando las mantas encima de ellos y acercándose a Jaemin.

-Jesús...- Jaemin soltó un largo respiro.- Estoy exhausto Jen...no creo que vayamos por otra ronda.

Jeno sonrió, sacando un gruñido.- No te preocupes cielo, no planeaba hacerlo. Quiero que mi angel tenga mucha energía para nuestro ultimo día.- Lo rodeo con sus brazos besando su hombro izquierdo.

La mirada de Jaemin bajo.- último...

Jeno suspiró.- Lo sé nana, lo sé.

Jaemin se acercó más a él, posicionado su cara en su pecho, escuchando los latidos de su corazón. Se sentía tan relajante.

-Hay que dormir amor. Si queremos aprovechar mañana deberíamos descansar, recargar energías.- Jeno lo abrazo más contra si mismo. No quería dejarlo ir nunca.

-Tienes razón, buenas noches Jen.- Jaemin besó rápidamente su mejilla y volvió a colocar su cabeza contra el pecho del mayor.

Jeno sonrió involuntariamente, le gustaba los pequeños besitos que su chico le daba. Era tan tierno.- Dulces sueños bebé.- acarició delicadamente su cabello mientras se quedaba dormido.

Después de un rato él también cayó en un profundo sueño.



(...)




Al día siguiente Jaemin despertó, abrió sus ojos lentamente tratando de divisar a una figura parada cerca de la cama, justo donde estaba el balcón. Su mano tocó justo a su  lado pero estaba vació y algo frió ya. En su mente mientras trataba de mirar con claridad supuso que Jeno ya estaba levantado.

-¿Jaemin? ¿Dulzura, ya despertaste? - Claro, era la voz de Jeno, su Jeno. Estaba abriendo las cortinas, la luz por fin entraba.

-Mmmm - gruñó. Tratando de responder su pregunta.

Reposó su espalda contra la cabecera de la cama tallando sus ojos. Fue cuando logró fijar su vista por fin.

Casi se pega contra cabecera cuando miró que Jeno estaba completamente desnudo. Sin nada. Absolutamente nada.

-¡Jeno! - Jaemin le lanzó una almohada exaltado.- ¡Por lo menos ponte algo!

Jeno empezó a reír.- Como si no me hubieras visto de esta manera todo el día de ayer, por Dios...

-Sí, pero no es algo normal en mi despertar y mirar tremenda cosa casi en mis narices.- Su cara ahora estaba muy roja, levantándose de la cama, acercándose a él.

-Pero amor, si tú todavía estás desnudo. No tienes derecho a reclamarme.- Jeno fijó sus manos en la cintura de Jaemin, acercándolo a él. Apretando la zona delicadamente.

-¡No hables! - Dijo Jaemin riendo, perdiendo la batalla de la conversación. Se volteó para mirar hacia el balcón, hacia la hermosa vista que les brindaba. Sonriendo sintió la mano de Jeno sobre su hombro y la tomó. Todavía mirando hacia enfrente. La luz tocándolos a ambos.

Our Little Secret | NominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora